Parashá 10 MiKets
Génesis 41:1 – 44:17
Aliyás de la Torá:
- 41:1-14
- 41:15-38
- 41:39-52
- 41:53 – 42:18
- 42:19 – 43:15
- 43:16-29
- 43:30 – 44:17
Maftir: 44:14-17
Haftará: 1 Reyes 3:15 – 4:1
MiKets
Significa “al final”, “al cabo”.
Primera aliyá, 41:1-14
Al final de dos años el faraón tiene dos sueños seguidos. En el primero aparecen siete vacas gordas que suben del río y pacen en el carrizal. Luego suben otras siete vacas flacas y devoran las siete vacas gordas. En el segundo suben siete espigas llenas en un tallo. Luego brotan siete espigas menudas que devoran las siete espigas gruesas. Por la mañana su espíritu está turbado y llama a todos los adivinos y sabios y les cuenta sus sueños. Pero ninguno de ellos puede interpretarlos. Entonces el jefe de los coperos reconoce su pecado y cuenta lo que pasó cuando fue puesto en la cárcel junto con el panadero, como un joven hebreo había interpretado los sueños que habían tenido los dos y como se había cumplido su interpretación.
Segunda aliyá, 41:15-38
Entonces el faraón manda sacar a Yosef del calabozo. Después de ser afeitado y cambiado sus vestidos es presentado ante el faraón quien le dice que ha tenido un sueño y que no hay nadie que lo puede interpretar y que ha oído decir de él que puede hacerlo. Yosef contesta diciendo que Dios dará una respuesta. El faraón le cuenta sus sueños a Yosef quien le contesta que los dos sueños son uno y hablan de lo que Dios va a hacer. Las siete vacas buenas y las siete espigas buenas son siete años. Las siete vacas flacas y las siete espigas feas serán siete años de hambre. Dios ha mostrado al faraón lo que va a hacer. Siete años de gran abundancia llegará a todo Egipto y después llegarán siete años de hambre y se olvidará de toda la abundancia porque el hambre asolará la tierra. Será un hambre muy severa. El sueño fue repetido dos veces para mostrar que es algo determinado por Dios y lo hará rápido. Que el faraón busque un hombre sabio para poner sobre la tierra de Egipto y que ponga intendentes sobre el país que exija el quinto de la producción durante los siete años de abundancia para almacenarlo en las ciudades bajo la protección del faraón. Así los víveres serán una reserva para los siete años de hambre para que el país no perezca.
Esto le parece bien al faraón y a todos sus siervos. Y el faraón dice: “¿Podemos encontrar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?”
Tercera aliyá, 41:39-52
El faraón dice a Yosef que no hay nadie tan sabio como él porque Dios le ha revelado todo esto. Le pone sobre su casa y todo su pueblo será sustentado por sus órdenes. Sólo en el trono él será mayor que Yosef. El faraón también le pone sobre toda la tierra de Egipto, dándole su anillo personal para sellar y vistiéndole con ropas de lino fino y poniéndole un collar de oro en su cuello. Le hace montar en su segundo carro y proclaman delante de él “¡Avrej!”. Nadie levantará ni mano ni pie sin Yosef en toda la tierra de Egipto. En ese momento Yosef tiene 30 años. El faraón llama a Yosef Tsafnat-Paneaj y le da por esposa a Osnat, hija Poti-Fera, príncipe de On. Luego Yosef sale por la tierra de Egipto. Durante los siete años de abundancia Yosef guarda el fruto en las ciudades, en cada ciudad el fruto de sus campos circunvecinos. Así almacena grano como la arena del mar que no se puede medir.
Durante ese tiempo la esposa de Yosef da a luz dos hijos. El primero recibe el nombre de Menashé, porque Dios le ha hecho olvidar su fatiga y la casa de su padre, y el segundo recibe el nombre de Efrayim, porque Dios le ha hecho fecundo en la tierra de su aflicción.
Cuarta aliyá, 41:53 – 42:18
Después de los siete años de abundancia llegan los siete años de hambre como Yosef ha dicho. El hambre está en todas las tierras pero en todo Egipto hay pan. Cuando se siente el hambre en toda la tierra de Egipto el pueblo clama al faraón por pan. El faraón les dice que vayan a Yosef para hacer todo lo que él diga. El hambre se extiende sobre toda la tierra y Yosef abre los graneros y vende a los egipcios. Vienen de todos los países para comprar grano en Egipto por causa del hambre.
Al oír Yaakov que hay grano en Egipto manda a sus hijos descender allá a comprar un poco. Pero sólo diez de sus hijos viajan porque Binyamín no puede ir porque el padre teme que le suceda algo malo. Van acompañados con los otros de la tierra de Kenáan que también van a comprar. Los hermanos de Yosef llegan y se postran ante él rostro en tierra. El los reconoce pero no les descubre su identidad y les habla duramente y pregunta de dónde han venido. Dicen que vienen de la tierra de Kenáan para comprar alimentos. No le reconocen. Yosef se acuerda de los sueños que ha tenido acerca de ellos y les dice que son espías. Contestan diciendo que no lo son sino que han venido para comprar alimentos y que son hijos de un solo hombre, honrados y no espías. Pero él insiste diciendo que han venido para ver las partes indefensas de la tierra. Contestan que son doce hermanos, hijos de un solo hombre en la tierra de Kenáan, y que el menor está con su padre y que el otro ya no existe. Yosef manda que uno de ellos vaya y traiga al hermano mientras los demás se queden presos para ver si es verdad lo que dicen. Les pone en arresto durante tres días. Al tercer día les presenta un plan para que se mantengan vivos.
Quinta aliyá, 42:19 – 43:15
Uno de los doce tendrá que quedarse preso y el resto podrá ir con el grano para el hambre de sus familias. Cuando vuelvan con el hermano menor serán verificadas sus palabras y no morirán. Los hermanos empiezan a hablar entre ellos de que eran culpables en cuanto al maltrato de su hermano y por eso les ha venido esta angustia. Reuvén les recuerda que les había dicho que no pecaran contra él y que ahora tienen que rendir cuentas por su sangre. Ellos no saben que Yosef los entiende porque les hablaba por medio de un intérprete. Yosef se aparta y llora. Luego vuelve y detiene a Shimón y lo encierra en presencia de sus hermanos.
Yosef manda que sean llenados sus recipientes de grano y que su dinero sea devuelto en el saco de cada uno y que reciban provisiones para el camino. Los hermanos se van de allí y en el camino se espantan porque el dinero les ha sido dado de vuelta. Cuando llegan a su padre le cuentan todo lo que ha pasado. Todos tienen temor por lo sucedido y Yaakov les dice que le han privado de sus hijos, Yosef ya no existe, Shimón tampoco y ahora quieren llevar a Binyamín. Reuvén dice a su padre que puede dar muerte a sus dos hijos si él no trae de vuelta a Binyamín. Yaakov no permite que descienda su hijo para que no muera como su hermano.
El hambre se pone peor en la tierra y terminan de comer lo que han comprado en Egipto. Entonces el padre dice que vuelvan a Egipto para comprar un poco de alimento. Pero Yehudá dice que el hombre claramente dijo que no podrán ver su rostro sin tener al hermano con ellos. Si envía al hermano con ellos podrán descender a comprar alimentos, pero si no, no. Israel pregunta por qué le contaron al hombre que tenían un hermano más. Contestan que el hombre les preguntó específicamente por la familia de ellos, si el padre vivía y si tenían otro hermano y que no tenían idea de que iba a pedir que trajeran al hermano. Yehudá se hace fiador y le pide al padre que envíe el muchacho con él para que se vayan y no mueran con sus pequeños. Israel acepta y los envía con los mejores productos de la tierra para dar al hombre. También llevan la doble cantidad de dinero, además del dinero que fue devuelto y a Binyamín y se presentan ante Yosef.
Sexta aliyá, 43:16-29
Cuando Yosef ve a Binyamín con ellos les introduce en su propia casa. Allí se les prepara un almuerzo con carne. Los hombres tienen miedo pensando que son llevados a la casa de Yosef por causa del dinero que fue devuelto y que ahora los van a hacer esclavos y tomar sus asnos. Por eso se acercan al mayordomo y le explican que han traído el dinero que fue devuelto y que no saben quién puso el dinero en sus sacos. El mayordomo contesta diciendo que no se preocupen porque ya ha recibido su dinero y que el Dios de su padre les ha dado ese tesoro. Shimón es sacado y devuelto a sus hermanos. Luego los lava los pies y reciben forraje para los asnos. Preparan el regalo para cuando venga Yosef a comer. Al venir él se postran ante él en tierra. El pregunta cómo están y si todavía vive su padre. Dicen que se encuentra bien. Al ver a Binyamín pronuncia una bendición sobre él.
Séptima aliyá, 43:30 – 44:17
Yosef sale rápido porque se siente muy conmovido por su hermano y se aparta a su habitación para llorar. Después de lavar su cara sale a comer con ellos. Yosef come separado de sus hermanos y también de los egipcios porque los egipcios consideran una abominación comer con los hebreos. Los hermanos son puestos en orden de nacimiento y se miran con asombro. Yosef les envía porciones de su propia mesa, pero Binyamín recibe cinco veces más que los demás. Beben hasta emborracharse.
Yosef ordena que los costales sean llenados y que su dinero también sea puesto allí, y también que su copa sea puesto en el costal de Binyamín. Los hombres son despedidos muy temprano. Pero al salir de la ciudad Yosef manda a su mayordomo a perseguirlos y a preguntar por qué han pagado mal por bien al robar la copa de su señor. Ellos dicen que no es así y que incluso habían traído el dinero que les había sido devuelto. El que tenga la copa morirá y los demás serán esclavos. El mayordomo dice que el que tenga la copa será esclavo y el resto se quedará libre. Al revisar los costales desde el mayor hasta el menor, encuentra la copa en el costal de Binyamín. Entonces rasgan sus vestidos y vuelven a la ciudad. Yehudá se presenta con sus hermanos en la casa de Yosef donde se ha quedado hasta ahora y se postran en la tierra ante él. Yosef les pregunta qué es lo que han hecho y si no saben que él puede adivinar. Yehudá dice que no pueden contestar nada y que Dios ha descubierto su iniquidad. Se ofrecen como esclavos, pero Yosef contesta y dice que sólo el que tenía la copa tiene que quedarse como esclavo y el resto puede subir en paz a su padre.
Primera aliyá, 41:1-14
41:1a “Y aconteció que al final de dos años” (LBLA) – Yosef tuvo que estar en la cárcel durante 12 años en total. Esto alude a que el Mesías ben Yosef tenía que sufrir y morir por las 12 tribus de Israel.
Los dos años también hacen alusión a la resurrección del Mesías después de dos días, como está escrito en Oseas 6:2:
“Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El.” (LBLA)
Los dos días hablan incluso del resurgimiento, no solamente del estado de Israel, después de casi dos mil años de no existir, sino del resurgimiento de las diez tribus perdidas de la casa de Yosef. Como Yosef fue sacado de la cárcel al final de dos años, así sus descendientes serán sacados de entre las naciones al final de dos mil años para volver a tomar su lugar dentro de Israel.
La palabra hebrea traducida como “al cabo de” es mi-kets[1] que significa “al final”, “al cabo”. Esto nos enseña que los sueños del faraón están hablando no solamente de lo que pasó al final de los dos años más de cárcel que Yosef tuvo que sufrir, sino también de lo que va a pasar al final de los dos mil años de la era mesiánica.
La muerte del panadero y la resurrección del copero antes de los dos años hablan de la muerte y resurrección del Mesías antes de los dos mil años. Y como el copero se olvidó de Yosef durante dos años, así Yeshúa ha sido ignorado por gran parte del pueblo judío, y el resto del mundo, durante dos mil años.
Al final de los dos años Yosef es levantado para ser virrey, gobernante de toda la nación después del faraón. Esto nos enseña que Yeshúa ben Yosef será puesto como gobernante sobre todas las naciones de la tierra al final de dos mil años después de su muerte y resurrección.
La repetición de la palabra “despertó”, en hebreo yakats[2], en los versículos 4, 7 y 21, que se parece a kets, “final”, que está en el versículo 1, también nos muestra que los sueños del faraón traen un mensaje para los últimos tiempos. La repetición del relato de los sueños es también una indicación de que no se refiere solamente al tiempo de Yosef sino también al final de este siglo, en relación con la segunda venida y reinado del Mesías ben Yosef.
41:14 “Entonces el faraón mandó llamar a Yosef, y lo sacaron aprisa del calabozo; y después de afeitarse y cambiarse sus vestidos, vino al faraón” (LBLA) – La palabra hebrea que fue traducida como “calabozo” es bor y significa “hoyo”, “pozo”. Es la misma palabra que se encuentra en 37:24. Como ya hemos dicho antes, esto habla de la muerte del Mesías a favor del pueblo de Israel y del mundo gentil.
“lo sacaron” – Habla de la resurrección. El Mesías no salió de la muerte mediante su propia fuerza, fue resucitado por el Padre, como está escrito en Hechos 2:24:
“a quien Dios resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que El quedara bajo el dominio de ella.” (LBLA)
En Hechos 2:32 está escrito:
“A este Yeshúa resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.” (LBLA revisada)
En Romanos 10:9 está escrito:
“que si confiesas con tu boca a Yeshúa por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.” (LBLA revisada)
Las traducciones Reina-Valera y La Biblia de Las Américas lamentablemente no han traducido el texto griego correctamente. En prácticamente todos los lugares donde habla de la resurrección se ha traducido como “resucitó” y no “fue resucitado” como realmente dice el texto griego en la mayoría de las veces. No es que Yeshúa se haya resucitado a si mismo. No tenía poder para ello sino el Padre fue el que le levantó de entre los muerto
“a prisa” – La resurrección fue algo que pasó sumamente rápido, según Zacarías 3:2b donde está escrito:
“¿No es este un tizón arrebatado del fuego?” (LBLA)
“afeitarse” – Esto alude al yetser hará, la inclinación al mal, que fue eliminado por la resurrección del Mesías. El pecado entró en el mundo por medio de un acto físico, cuando el primer hombre tomó el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Por medio de la boca entró la semilla del mal en el cuerpo del hombre. Por esto, la sede del pecado está en el cuerpo humano.
Aunque el pecado haya afectado tanto al alma como al espíritu del hombre, el lugar donde el pecado habita en el hombre es el cuerpo, como está escrito en Romanos 7:17-23:
“Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí. Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí. Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios, pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.” (LBLA)
Romanos 6:6 dice:
“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado” (LBLA)
Y en Romanos 8:10 está escrito:
“Y si el Mesías está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia.” (LBLA revisada)
Yeshúa tomó nuestros pecados, no en su alma ni en su espíritu, sino en su cuerpo, como está escrito en 1 Pedro 2:24:
“y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, a fin de que muramos a los pecados y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.” (LBLA revisada)
Así que el pecado estaba en la parte más externa del Mesías Yeshúa cuando murió. Hay varios ejemplos en las Escrituras que hablan de rasurarse el pelo para purificarse, los cuales aluden al momento de la purificación del Mesías del pecado nuestro que estaba en su cuerpo.
En Levítico 14:8 está escrito:
“Luego el que ha de ser purificado lavará su ropa, se rasurará todo el cabello, se bañará en agua y quedará limpio. Después podrá entrar al campamento, pero por siete días permanecerá fuera de su tienda.” (LBLA)
En Números 8:7 está escrito:
“Así harás con ellos para su purificación: rociarás sobre ellos agua purificadora, y que ellos hagan pasar una navaja sobre todo su cuerpo, laven sus ropas y quedarán purificados.” (LBLA revisada)
“cambiar los vestidos” – Esto habla del momento cuando el viejo hombre fue eliminado, simbolizado en las ropas viejas sucias, y el nuevo hombre fue creado, mediante la muerte y resurrección del Mesías, como está escrito en Zacarías 3:3-4:
“Y Yehoshúa[3] estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala.” (LBLA revisada)
En Lucas 15:22 está escrito:
“Pero el padre dijo a sus siervos: "Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies” (LBLA)
En 1 Corintios 15:42-54 está escrito:
“Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible (la vieja ropa), se resucita un cuerpo incorruptible (la nueva ropa); se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual. Así también está escrito: El primer HOMBRE, Adám, FUE HECHO ALMA VIVIENTE. El último Adám, espíritu que da vida. Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo. Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales. Y tal como hemos traído la imagen del terrenal (la vieja ropa), traeremos también la imagen del celestial (la nueva ropa). Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible. He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria.” (LBLA revisada)
En 2 Corintios 5:2-3 está escrito:
“Pues, en verdad, en esta morada gemimos, anhelando ser vestidos con nuestra habitación celestial; y una vez vestidos, no seremos hallados desnudos. Porque asimismo, los que estamos en esta tienda, gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino vestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.” (LBLA)
En Filipenses 3:20-21 está escrito:
“Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Yeshúa el Mesías, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a sí mismo.” (LBLA revisada)
En Romanos 6:5-6 está escrito:
“Porque si hemos sido unidos a El en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado” (LBLA revisada)
“vino al faraón” – De la misma manera el Mesías, después de haber sido resucitado, fue elevado hasta lo sumo y presentado ante el Padre celestial para servirle como sumo sacerdote según el orden de Malki-Tsedek, como está escrito en el Salmo 110:1 y 4:
“Salmo de David. Dice el Eterno a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies... El Eterno ha jurado y no se retractará: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Malki-Tsedek.” (LBLA revisada)
En 1 Pedro 3:22 está escrito:
“quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.” (LBLA)
En Filipenses 2:9 está escrito:
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el Nombre que es sobre todo nombre” (LBLA)
Segunda aliyá, 41:15-38
41:25 “Entonces Yosef dijo a Faraón: Los dos sueños de Faraón son uno; Dios ha anunciado al faraón lo que El va a hacer” (LBLA revisada) – Durante la vida del faraón.
41:28 “Esto es lo que he dicho a Faraón: Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer” (LBLA) – en los últimos tiempos.
41:29-30 “He aquí, vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto; y después de ellos vendrán siete años de hambre, y será olvidada toda la abundancia en la tierra de Egipto; y el hambre asolará la tierra.” (LBLA) – Como los dos últimos años del cautiverio de Yosef fueron contados desde la muerte y reinstalación de los dos siervos del rey de Egipto, los dos mil años finales de esta edad son contados a partir de la muerte y resurrección del Mesías. Al final de los dos mil años parece que habrá siete años de abundancia económica, posiblemente en todo el mundo, y luego vendrá siete años de tribulación. Los últimos siete años corresponden a la última de las 70 semanas de la profecía de Daniel 9:24-27. Durante ese tiempo habrá persecución contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Yeshúa, como está escrito en Revelación 12:17:
“Entonces el dragón se enfureció contra la mujer (Israel), y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Yeshúa.” (LBLA revisada)
Durante este tiempo habrá una gran hambre de la palabra del Eterno en la tierra de Israel, como está escrito en Amós 8:11-14:
“He aquí, vienen días -declara Ado-nai HaShem- en que enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras de HaShem. Y vagarán de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca de la palabra de HaShem, pero no la encontrarán. En aquel día las doncellas hermosas y los jóvenes desfallecerán de sed. Los que juran por el pecado de Shomron, y dicen: "Viva tu dios, oh Dan", y "Viva el camino de Beer-Sheva", caerán y nunca más se levantarán.” (LBLA revisada)
Vemos que los idólatras no van a encontrar la Palabra del Eterno porque no la buscan donde está, en Yerushalayim, sino en las religiones falsas del mundo. Pero sí, habrá un grupo inmensamente grande que sabrá dónde encontrar la Palabra del Eterno en ese tiempo, como está escrito en Zacarías 8:20-23:
“Así dice el Eterno de los ejércitos: "Y será que aun vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades; y los habitantes de una irán a otra, diciendo: 'Vamos sin demora a implorar el favor de HaShem, y a buscar a HaShem de los ejércitos. Yo también iré.' "Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar a HaShem de los ejércitos en Yerushalayim y a implorar el favor de HaShem." Así dice HaShem de los ejércitos: "En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo: 'Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.'"“ (LBLA revisada)
Aquí hay algunas cosas sumamente interesantes. Vemos que muchos pueblos y naciones poderosas van a buscar al Eterno en Yerushalayim “en aquellos días”, que es una referencia a los últimos tiempos. Luego habla de diez hombres de todas las lenguas de las naciones que van a asir del “vestido” de un judío y pedir ayuda espiritual. Los diez hombres aluden a las diez tribus perdidas entre las naciones gentiles que van a reaparecer en este tiempo. Ellos van a ir a aquellos judíos que caminan con el Eterno, es decir a los judíos que siguen a Yeshúa, que es el camino. Las diez tribus de la casa de Yosef se unirán a la casa de Yehudá para ser instruido en la Torá de Moshé como explicada por el gran Maestro Yeshúa el Mesías y sus emisarios, como está escrito en Ezequiel 37:19
“Diles: "Así dice Ado-nai HaShem: 'He aquí, tomaré la vara de Yosef, que está en la mano de Efrayim, y las tribus de Israel, sus compañeros; las pondré con aquélla, con la vara de Yehudá, y las haré una sola vara, y serán una en mi mano.'"”
Y en Mateo 28:18-20 donde está escrito:
“Y acercándose Yeshúa, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo.” (LBLA revisada)
Y en Hechos 24:14 está escrito:
“Pero esto admito ante ti, que según el Camino que ellos llaman secta, yo sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo todo lo que es conforme a la ley y que está escrito en los profetas” (LBLA)
Será el momento de la reunificación de las dos casas de Israel.
La palabra traducida como “vestido”, en la profecía de Zacarías, es sumamente interesante. Es la palabra kanaf[4], que significa “ala”, “extremo”, “orla”, “esquina”. Es la misma palabra que es usada para introducir el uso de los flecos en los “bordes”, literalmente en las cuatro “esquinas”, de los mantos de los hijos de Israel, como está escrito en Números 15:37-41:
“También habló el Eterno a Moshé, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos (tsitsit) en los bordes de (kanfei – esquinas de) sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco (tsitsit) de cada borde (kanaf - esquina) un cordón azul. Y os servirá el fleco (tsitstit), para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del Eterno, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido, para que os acordéis de cumplir todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Dios. Yo soy el Eterno vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el Eterno vuestro Dios.” (LBLA revisada)
En las cuatro esquinas de los mantos de un judío, practicante de la Torá, están colgando los flecos, en hebreo tsitsitot, que hacen memoria de todos los mandamientos del Eterno para que sean cumplidos. Estos flecos representan la obediencia a todos los 613 mandamientos que el Eterno dio a Israel por medio de Moshé. Así que aquí vemos una vuelta a casa de las diez tribus asimiladas entre las naciones, lo cual también incluye una disposición para someterse a la instrucción práctica de un judío que camina con el Eterno y obedecer los mandamientos del Eterno dados por Moshé para las doce tribus.
Como los once hermanos de Yosef vinieron a Egipto durante los siete años de sequía, así parece que las doce tribus de Israel serán unificadas durante el último tiempo de tribulación. En Revelación capítulo 7 se habla de la restauración de las doce tribus de Israel en los primeros ocho versículos. Estos israelitas pasarán por los siete años de tribulación y saldrán victoriosos.
Luego a partir del versículo 9, Yojanán puede ver con sus propios ojos una gran multitud que nadie puede contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. En el versículo 14 aprendemos que esta gran multitud de ex gentiles, son los que salen de la gran tribulación. Esto nos enseña que la gran cosecha para el Reino de la mayor parte de la humanidad será durante los últimos años antes de la segunda vendida del Mesías.
41:38 “Entonces Faraón dijo a sus siervos: ¿Podemos hallar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?” (LBLA)– El Espíritu de Dios está en el Ungido ben Yosef más que en ninguna otra persona. El tiene la plenitud del Espíritu del Eterno, como está escrito en Isaías 11:1-2:
“Y brotará un retoño del tronco de Yishai, y un vástago de sus raíces dará fruto. Y reposará sobre El el Espíritu del Eterno, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Eterno.” (LBLA revisada)
En Isaías 61:1-2 está escrito:
“El Espíritu del Señor el Eterno está sobre mí, porque me ha ungido el Eterno para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros” (LBLA revisada)
En Mateo 3:16 está escrito:
“Después de ser sumergido, Yeshúa salió del agua inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre El.” (LBLA revisada)
En Lucas 4:16-21 está escrito:
“Llegó a Natseret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer. Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACION DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS; PARA PROCLAMAR EL AÑO FAVORABLE DEL SEÑOR. Cerrando el libro, lo devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en El. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído.” (LBLA revisada)
En Juan 3:34 está escrito:
“Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, pues Él da el Espíritu sin medida.” (LBLA)
La palabra “Mesías” significa “ungido (con aceite)” y indica que el Espíritu del Eterno ha venido sobre un hombre para que pueda realizar una misión específica.
Tercera aliyá, 41:39-52
41:40 “Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú.” (LBLA) – Esta es una ilustración clara en cuanto a la relación entre el Hijo y el Padre celestial. El Padre le ha dado autoridad para gobernar su casa, pero es una autoridad delegada, no suplantada. El Padre sigue siendo el mayor, como está escrito en Juan 14:28b:
“el Padre es mayor que yo” (LBLA)
En 1 Corintios 15:27-28 está escrito:
“Porque DIOS HA PUESTO TODO EN SUJECION BAJO SUS PIES. Pero cuando dice que todas las cosas le están sujetas, es evidente que se exceptúa a aquel que ha sometido a El todas las cosas. Y cuando todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” (LBLA)
“todo mi pueblo obedecerá tus órdenes” – La ira de Dios permanece sobre el que no obedece al Mesías Yeshúa, como está escrito en Juan 3:35-36:
“El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.” (LBLA)
41:41 “Faraón dijo también a Yosef: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.” (LBLA revisada) – Como Egipto simboliza el mundo entero, el Mesías gobernará sobre todo el mundo, como está escrito en Hebreos 2:8:
“TODO LO HAS SUJETADO BAJO SUS PIES. Porque al sujetarlo todo a él, no dejó nada que no le sea sujeto. Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él.” (LBLA)
No solamente el mundo material está sujeto al Mesías, sino todo lo invisible también, como está escrito en Mateo 28:18:
“Y acercándose Yeshúa, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.” (LBLA revisada)
En 1 Pedro 3:22 está escrito:
“quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.” (LBLA)
En Efesios 1:19b-23 está escrito:
“la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en el Mesías cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la congregación, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.” (LBLA revisada)
41:42 “Y Faraón se quitó el anillo de sellar de su mano y lo puso en la mano de Yosef; y lo vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello” (LBLA revisada) – El anillo implica autoridad para actuar en el nombre del rey. Ahora Yosef podía sellar documentos usando el nombre del faraón. Recibió el nombre que estaba sobre todo nombre de ese mundo. Lo mismo pasó con Yeshúa, que recibió el Nombre que es sobre todo nombre. Como Yosef no se llamaba faraón, pero podía actuar en ese nombre y sellar en ese nombre, así Yeshúa no tiene el nombre más sublime en si mismo, sino lo ha recibido de Dios para gobernar por medio de él, como está escrito en Filipenses 2:9:
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el Nombre que es sobre todo nombre” (LBLA)
“lino” – El lino es usada de una manera especial en el culto al Eterno en el tabernáculo y el templo. Todos los sacerdotes del Eterno vestían de lino. Los ángeles del Eterno se visten de lino, cf. Ezequiel 9:2, 11; Daniel 10:5; Revelación 15:6.
El sumo sacerdote tenía que vestirse de ropas de lino especialmente preparadas para el día de la expiación, Yom Kipur, cf. Levítico 16. Cuando Yeshúa fue sepultado fue envuelto en un lienzo de lino, cf. Mateo 27:59. El lino está relacionado con la resurrección del Mesías, según Juan 20:5-7. Al ser resucitado fue vestido con el nuevo cuerpo y también recibió un manto de lino, que llega hasta los pies, como está escrito en Revelación 1:13:
“en medio de los candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro.” (LBLA)
La novia del Mesías será vestida de lino fino, que representa las obras de justicia en obediencia a los mandamientos que ha practicado, como está escrito en Revelación 19:8:
“Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino.” (LBLA)
41:43 “Lo hizo montar en su segundo carro, y proclamaron delante de él: ¡Avrej! Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.” (LBLA revisada) – Según Rashí, avrej viene de dos palabras, av, “padre”, y rej, “rey”. Aunque la palabra av significa padre, en ciertos contextos su sentido es “consejero” o “amigo principal”. En 45:8 Yosef dice de sí mismo que Dios lo ha hecho av, “padre” del faraón.
Según el Rabí Yosi ben Durmaskit, citado por Rashí, avrej está relacionado con birkayim, “roddillas”, y por lo tanto debe entenderse como una orden de doblar rodilla delante de él.
Cuando el pueblo reconocía la nueva posición de Yosef y doblaba la rodilla ante él, estaba aceptando la autoridad del que le puso en ese puesto, el rey de Egipto. Fue el faraón que ordenó al pueblo doblarse ante Yosef. De la misma manera el Padre ha ordenado al mundo que se incline ante Yeshúa para así reconocer que Su autoridad ha sido delegada. Pero si hay adoración al Hijo como si fuera el Padre, hay confusión. El Hijo no es el Padre y el Padre no es el Hijo.
En Revelación 5:8a está escrito:
“Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero” (LBLA)
En Isaías 45:23 está escrito:
“Por mí mismo he jurado, ha salido de mi boca en justicia una palabra que no será revocada: Que ante mí (el Eterno) se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad.” (LBLA)
En Romanos 14:11 está escrito:
“Porque está escrito: VIVO YO -DICE EL ETERNO- QUE ANTE MI SE DOBLARA TODA RODILLA, Y TODA LENGUA ALABARA A DIOS.” (LBLA revisada)
En Filipenses 2:10-11 está escrito:
“para que en el nombre de Yeshúa SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Yeshua el Mesías es Señor, para gloria de Dios Padre.” (LBLA revisada)
El que no se inclinaba ante Yosef, no estaba sujeto al faraón que lo había ordenado. De la misma manera el que no se inclina ante Yeshúa y le reconoce como Señor, no está obedeciendo al Padre que lo ha ordenado, como está escrito en Juan 5:23:
“para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.” (LBLA)
En 1 Juan 5:9-12 está escrito:
“Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio de Dios: que El ha dado testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a su Hijo. Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.” (LBLA)
41:45 “Y Faraón llamó a Yosef por el nombre de Tsafnat-Paneaj, y le dio por mujer a Osnat, hija de Poti-Fera, sacerdote de On. Y salió Yosef por toda la tierra de Egipto.” (LBLA revisada) – Cuando Yosef fue reconocido como Señor en el mundo gentil, le cambiaron su nombre hebreo en un nombre gentil. De la misma manera el mundo gentil cambió el nombre de Yeshúa HaMashíaj por un nombre griego – “Jesucristo”.
Según Rashí y Flavio Josefo, el nombre Tsafnat Paneaj significa “revelador de misterios”. Tsafnat podría derivar de la raíz tsafán, que significa “esconder”, “ocultar”.[5] La LXX y la versión Copta tradujo este nombre como “salvador del mundo”.
Según Rashí, Poti-Fera es el mismo que Potifar. La palabra hebrea traducida como “sacerdote”, kohén, también puede ser entendida como “príncipe”, como en el caso de los hijos del rey David, cf. 2 Samuel 8:18; 1 Crónicas 18:17.
41:46a “Yosef tenía treinta años cuando se presentó ante Faraón, rey de Egipto.” (LBLA revisada) – De la misma manera el Hijo de Yosef tenía 30 años cuando empezó su ministerio público, según Lucas 3:23a donde está escrito:
“Y cuando comenzó su ministerio , Yeshúa mismo tenía unos treinta años” (LBLA revisada)
41:49 “Así Yosef almacenó grano en gran abundancia, como la arena del mar, hasta que dejó de medirlo porque no se podía medir.” (LBLA revisada) – Esto simboliza la gran cosecha de almas que van a ser cosechadas por el Mesías Yeshúa en el mundo gentil, como está escrito en Revelación 7:9-10:
“Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. Y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.” (LBLA)
En Revelación 14:14-16 está escrito:
“Y miré, y he aquí una nube blanca, y sentado en la nube estaba uno semejante a hijo de hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada. Entonces salió del templo otro ángel clamando a gran voz al que estaba sentado en la nube: Mete tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado en la nube blandió su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada.” (LBLA)
“como la arena del mar” – Hace referencia a los hijos de Yaakov, cf. 32:12, que se mezclaron entre todas las naciones de la tierra. Ellos serán cosechados por el Hijo de Yosef en los últimos tiempos y reunidos en congregaciones de creyentes en el Mesías en las ciudades de los gentiles por todo el mundo.
Cuarta aliyá, 41:53 – 42:18
41:51-52 “Y al primogénito Yosef le puso el nombre de Menashé, porque dijo: Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y toda la casa de mi padre. Y al segundo le puso el nombre de Efrayim, porque dijo: Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción.” (LBLA revisada) – Los dos hijos de Yosef, que luego serían adaptados como hijos de Israel, nacieron por una mujer no israelita y fueron criados en el mundo gentil pero con una educación hebrea. De la misma manera el Hijo de Yosef tiene hijos nacidos en el mundo gentil que serán reconocidos por Israel en los últimos tiempos.
El nombre Menashé[6] viene de la raíz nashá[7] que significa “olvidar”. Efrayim[8] es la forma dual masculino de efrat[9] que significa “montón de ascuas”, “fertilidad”.
Los dos hijos de Yosef representan los gentiles que han tenido la experiencia real de un nuevo nacimiento por medio de Yeshúa ben Yosef. El primer hijo, Menashé, tiene que ver con el olvido de dos cosas: la fatiga y la casa de Israel. El segundo, Efrayim, tiene que ver con multiplicación.
Sus nombres representan exactamente lo que ha pasado en la historia del cristianismo, donde está la mayoría de los gentiles que han nacido por el Espíritu del Mesías. Primero se olvidaron de las persecuciones romanas que sufrieron por su fe judía y luego se olvidaron de Israel y la Torá. Efrayim representa los avivamientos evangélicos de este tiempo que predican el mensaje de salvación por medio de la muerte y resurrección del Mesías Yeshúa, aunque no lo llamen así, sino con un nombre griego. Finalmente Efrayim será puesto por encima de Menashé y ambos serán piezas claves en el plan de la restauración del pueblo de Israel, cf. Génesis 48.
41:55 “Id a Yosef y haced lo que él os diga” (LBLA revisada) – Vemos como el Rey está enviando la gente al que ha recibido la autoridad delegada. De la misma manera sucede cuando el Padre lleva a las personas al Hijo, como está escrito en Juan 6:44-45:
“Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. Escrito está en los profetas: "Y TODOS SERAN ENSEÑADOS POR DIOS." Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí.” (LBLA)
En Mateo 11:27 está escrito:
“Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.” (LBLA)
En Mateo 16:17 está escrito:
“Y Yeshúa, respondiendo, le dijo: Dichoso eres, Shimón, hijo de Yoná, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” (LBLA revisada)
Y así como el faraón ordenó al pueblo obedecer a Yosef, el Padre también ordenó con una voz audible que obedecieran a Yeshúa, según lo que está escrito en Mateo 17:5:
“Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.” (LBLA)
La pregunta surge: ¿Es posible ir directamente al Padre sin pasar por Yeshúa? Este texto nos muestra que cuando hay una delegación de autoridad no se puede saltar por encima. De la misma manera el Padre ha delegado todo a su Hijo y no se puede saltar por encima de él para llegar al Padre, como está escrito en Juan 14:6:
“Yeshúa le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” (LBLA revisada)
Este mensaje no fue dado delante de gentiles, sino delante de judíos. Ningún judío llega al Padre, sino por el Mesías, cuyo nombre es Yeshúa.
Está escrito en Juan 17:2:
“por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado.” (LBLA)
En este contexto el pueblo necesitaba pan y el faraón dijo: “Id a Yosef y haced lo que él os diga.” En Juan 2:5 el pueblo necesitaba vino y la madre de Yeshúa dijo a los que servían: “Haced todo lo que El os diga.” (LBLA) Encontramos aquí los dos ingredientes más importantes de las celebraciones judías, pan y vino. Sin embargo, en Shabat primero se toma el vino y luego el pan, pero en estas Escrituras aparece primero el pan y luego el vino, cf. Génesis 14:18. Esto nos lleva a pensar en la mesa del Señor, donde primero se da el pan como recuerdo de su cuerpo, y luego el vino, como recuerdo de su sangre, según está escrito en 1 Corintios 11:23-26:
“Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Yeshúa, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga.” (LBLA revisada)
41:57 “Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a Yosef, porque el hambre era severa en toda la tierra.” (LBLA revisada) – De la misma manera vendrán gentiles de todos los países a recibir el pan de vida durante los siete años de tribulación. Yeshúa es el salvador de todos los gentiles. El es el pan de vida, como está escrito en Juan 6:35:
“Yeshúa les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.” (LBLA revisada)
Los que venían de todos los países no buscaban a otra persona que Yosef. De la misma manera Yeshúa es el único que puede satisfacer el hambre espiritual de los gentiles. Más adelante vemos que también los israelitas tendrán que humillarse para recibir de él pan de vida para no morir.
De esto aprendemos también que los únicos mensajes de la Torá que contienen suficiente sustancia espiritual para poder satisfacer el hambre espiritual de los pueblos, son los que vienen a través de Mashíaj ben Yosef.
42:6 “Y Yosef era el que mandaba en aquella tierra; él era quien vendía a todo el pueblo de la tierra. Y llegaron los hermanos de Yosef y se postraron ante él rostro en tierra.” (LBLA revisada) – Aquí vemos un cumplimiento parcial del sueño de Yosef. Todavía falta un hermano para que se cumpla del todo.
De esto aprendemos que llegará un momento en la historia cuando aquellos judíos que no hayan sido asimilados entre las naciones tendrán que ir al hijo de Yosef para buscar pan de vida para no morir. Será un momento glorioso cuando los judíos reconozcan que aquel que el mundo gentil llamaba Jesucristo también tiene pan para ellos.
En Oseas 5:15 – 6:3 está escrito:
“Me iré y volveré a mi lugar hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con diligencia. Venid, volvamos al Eterno. Pues El nos ha desgarrado, y nos sanará; nos ha herido, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El. Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al Eterno. Su salida es tan cierta como la aurora, y El vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra.” (LBLA revisada)
Este texto concuerda con Mateo 23:39 donde dice:
“Porque os digo que desde ahora en adelante no me veréis más hasta que digáis: "BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR."” (LBLA)
Esto lo dijo Yeshua después de su entrada triunfal en la ciudad anunciando un evento posterior que todavía no ha sucedido.
En Hechos 3:12, 19-21 está escrito:
“Varones israelitas... Por tanto, arrepentíos y volved a Dios, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, y El envíe a Yeshúa, el Mesías designado de antemano para vosotros, a quien el cielo debe recibir hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Dios habló por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos.” (LBLA revisada)
Según estos textos hay varias condiciones para que Yeshúa pueda regresar a la tierra:
Tiene que haber un reconocimiento de la culpa y arrepentimiento en el pueblo de Israel por haber negado a Yeshúa como el Mesías.
Tiene que haber una búsqueda ferviente del Eterno en un tiempo de angustia, que es la gran tribulación para Yaakov, según Jeremías 30:7.
Tienen que pasar dos días, que son dos mil años, desde la primera venida del Mesías.
El pueblo judío tendrá que tener el domino y vivir en la ciudad de Jerusalén.
Tienen que venir los tiempos de restauración de todas las cosas que han sido habladas y escritas en los libros de los profetas.
Los representantes de la mayoría de la población judía de Jerusalén tendrán que decir a Yeshúa: “¡Baruj Habá beShem Ado-nai!”
Cuando todas estas cosas sucedan Yeshúa regresará a la tierra para gobernar como el Mesías hijo de David.
42:8 “Yosef había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido.” (LBLA revisada) – De la misma manera Yeshúa ha reconocido al pueblo judío aunque la mayoría de ellos no le hayan reconocido. El nunca desechará a su pueblo.
42:13 “Mas ellos dijeron: Tus siervos son doce hermanos, hijos del mismo padre en la tierra de Kenáan; y he aquí, el menor está hoy con nuestro padre, y el otro ya no existe.” (LBLA revisada) – La expresión “el otro no existe” aparece dos veces en este relato, cf. verso 32. En el versículo 38 Yaakov dice que Yosef ha muerto, cf. 44:20. Este es el mensaje que el pueblo judío ha estado repitiendo durante casi dos mil años acerca de Yeshúa que murió pero fue resucitado por el Dios de Israel. Como Yosef seguía existiendo e incluso gobernando, así Yeshúa sigue existiendo y gobernando a la diestra del Dios de Israel en los cielos y, en el segundo encuentro se dará a conocer a sus hermanos.
42:15 “En esto seréis probados; por vida de Faraón que no saldréis de este lugar a menos que vuestro hermano menor venga aquí.” (LBLA) – Para que el pueblo pueda experimentar la redención final de las naciones y salir de Egipto en su segundo éxodo es necesario que estén las doce tribus presentes.
42:17-18 “Y los puso a todos juntos bajo custodia por tres días. Y Yosef les dijo al tercer día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios” (LBLA revisada) – Esto alude a la muerte y resurrección del Mesías, que representa a los hijos de Israel.
“al tercer día...viviréis”, cf. Oseas 6:2.
Como un buen israelita Yosef no tenía venganza en su corazón, según Levítico 19:18, donde está escrito:
“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Eterno.” (LBLA revisada)
Quinta aliyá, 42:19 – 43:15
42:21 “Entonces se dijeron el uno al otro: Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.” (LBLA) – La razón por la que trató duramente a sus hermanos fue porque el Eterno le estaba usando como un instrumento para producir arrepentimiento en ellos. También fue porque necesitaban aprobar el examen y mostrar que verdaderamente se habían arrepentido de su pecado. Ahora volvieron a estar en una situación semejante a la anterior y tenían la oportunidad de rectificar y no volver a abandonar al hermano, hijo de Rajel, ni defraudar a su padre. Vemos como el trato de Yosef produjo un buen resultado en ellos, como está escrito en 2 Corintios 7:10:
“Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.”
“la angustia de su alma” – Así también el alma de Yeshúa se angustió cuando fue vendido por sus hermanos y entregado en manos de los gentiles para morir, según Isaías 53:11, donde está escrito:
“Debido a la angustia de su alma, El lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.” (LBLA)
42:24 “Y se apartó de su lado y lloró. Y cuando volvió a ellos y les habló, tomó de entre ellos a Shimón, y lo ató a la vista de sus hermanos.” (LBLA revisada) – Reuvén, el primogénito, no estaba de acuerdo con el maltrato de Yosef. Shimón, que era el segundo, era un hombre violento, junto con su hermano Leví. Habían asesinado a toda una ciudad. Shimón necesitaba un trato especial para poder arrepentirse de su pecado y humillarse en su corazón duro. Esa fue la razón por la que Yosef le tomó a él y le encerró.
42:25 “Yosef mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero a cada uno poniéndolo en su saco, y que les dieran provisiones para el camino. Y así se hizo con ellos.” (LBLA revisada) – Aunque los hermanos no reconocieron a Yosef en su primera visita tuvieron la oportunidad de obtener grano para saciar su hambre y vivir. De la misma manera hay varias enseñanzas que han sido recopiladas en la Mishná y el Talmud que tienen su origen en las enseñanzas de Yeshúa. Es debido a que nuestro Maestro estaba rodeado de escribas y fariseos en todo momento y ellos fueron impactados por sus enseñanzas. Así el pan del Hijo de Yosef también ha estado alimentando al pueblo judío desde su primer encuentro aunque no le hayan reconocido.
42:30 “El hombre, el señor de aquella tierra, nos habló duramente y nos tomó por espías del país.” (LBLA) – Así sienten los judíos por el trato del mundo cristiano. Los cristianos son los que peor han tratado al pueblo judío durante los últimos dos mil años. El judío piensa que Jesucristo le odia. En el nombre de Jesús se han cometido las cosas más crueles contra los judíos. Tanto las cruzadas como la inquisición española y el exterminio nazi se hicieron en el nombre de Jesucristo. Lamentablemente este trato cristiano tan duro es uno de los impedimentos mayores para que el pueblo judío pueda reconocer al hijo de Yosef como el Mesías. En lugar de provocar al judío a celos lo ha provocado a odio contra su propio Mesías. ¡Esto tiene que cambiar!
Todo esto es debido a una teología anti judía y de reemplazo que es el mismo fundamento del cristianismo. Ahora es el tiempo para derrumbar esa teología. Ahora es el tiempo de la restauración de los conceptos originales de la única fe válida para todos los siglos y para todas las personas, la fe hebrea.
43:8-9 “Y Yehudá dijo a su padre Israel: Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos e iremos, para que vivamos y no perezcamos, tanto nosotros como tú y nuestros pequeños. Yo me haré responsable de él; de mi mano lo demandarás. Si yo no te lo vuelvo a traer y lo pongo delante de ti, que lleve yo la culpa para siempre delante de ti” (LBLA revisada) – Ahora Yehudá entra en la escena y toma el control de la situación. El está dispuesto a responder por el hermano pequeño y ser culpable para siempre si no es devuelto a su padre. Esto nos habla de la actitud del Mesías, que nació por medio de Yehudá, que estaba dispuesto a responder, no sólo por sus hermanos judíos, sino por el mundo entero. Para liberarnos de nuestros pecados él tomó nuestra culpa y fue castigado en nuestro lugar para que fuéramos liberados de las consecuencias de nuestros pecados, como está escrito en 1 Juan 2:1-2:
“Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Yeshúa el Mesías el justo. El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros (los judíos), sino también por los del mundo entero (los gentiles).” (LBLA revisada)
En 2 Corintios 5:21 está escrito:
“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en él.” (LBLA)
Sexta aliyá, 43:16-29
43:26, 28b “Cuando Yosef regresó a casa, le trajeron el presente que tenían en su mano a la casa y se postraron ante él en tierra... se inclinaron en reverencia.” (LBLA revisada) – Por fin se cumplió el primer sueño que había tenido Yosef acerca de sus hermanos. Ahora todos los hermanos estaban reunidos y los once hermanos se inclinaban ante Yosef. Es interesante que el sueño hablaba de atar gavillas en el campo de la cosecha. Es probable que ahora se estaban cosechando las almas de estos hermanos preciosos para el Reino mesiánico que viene. Durante la angustia Yaakov se inclinará ante el Mesías Yeshua y así también habrá una cosecha en el pueblo judío, como está escrito en Oseas 6:11:
“Para ti también, oh Yehudá (el pueblo judío), hay preparada una cosecha, cuando yo restaure el bienestar de mi pueblo.” (LBLA revisada)
De este texto también aprendemos que todo Israel, las doce tribus, un día se inclinarán ante Ben Yosef.
Séptima aliyá, 43:30 – 44:17
43:30 “Y Yosef se apresuró a salir, pues se sintió profundamente conmovido a causa de su hermano y buscó donde llorar; y entró en su aposento y lloró allí.” (LBLA revisada) – Mashíaj ben Yosef tiene una compasión especial por sus hermanos en la carne, aunque le hayan tratado tan mal.
Yosef se apartó por un tiempo y lloró por su amor por ellos antes de darse a conocer. El aposento alude al lugar santísimo en el tabernáculo celestial, donde el Mesías está ministrando ahora intercediendo por los hijos de Israel, como está escrito en Romanos 8:34:
“¿Quién es el que condena? El Mesías Yeshúa es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (LBLA revisada)
En Hebreos 9:24 está escrito:
“Porque el Mesías no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros.” (LBLA revisada)
43:34 “El les llevó porciones de su propia mesa, pero la porción de Binyamín era cinco veces mayor que la de cualquiera de ellos. Bebieron, pues, y se embriagaron con él.” (LBLA revisada) – La Torá no ha ocultado el hecho de que se embriagaron. (Lamentable muchas traducciones cristianas sí lo han hecho al no traducir este versículo como está escrito según el hebreo.) ¿Por qué se emborracharon si la borrachera no está permitida según las Escrituras?[10] ¿Y por qué la Torá no ocultó este hecho vergonzoso de los doce hijos de Israel? La respuesta es porque hay una proyección profética para lo que va a ocurrir con la reunión de las doce tribus de Israel en los últimos tiempos bajo la dirección del Mesías Yeshúa. En ese momento habrá un derramamiento del Espíritu de HaShem que será semejante a una borrachera, semejante al que se ve en Hechos 2:4, 15-16:
“Todos fueron llenos del Espíritu de santidad y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse... éstos no están borrachos como vosotros suponéis, pues apenas es la hora tercera del día; sino que esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel...” (LBLA)
En el Salmo 126:1-6 está escrito:
“Cántico de ascenso gradual. Cuando el Eterno hizo volver a los cautivos de Tsión, éramos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha hecho el Eterno con ellos. Grandes cosas ha hecho el Eterno con nosotros; estamos alegres. Haz volver, Eterno, a nuestros cautivos, como las corrientes en el sur. Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas.” (LBLA revisada)
En este Salmo vemos varias cosas que concuerdan con el texto que estamos estudiando. El Eterno va a hacer que las doce tribus se reúnan de nuevo. Entonces se producirá una euforia como en un sueño, con risas y gritos de alegría y júbilo, como una borrachera. Esta vuelta se compara con la alegría por la cosecha al traer sus gavillas. Esto conecta el evento de la reunificación de las doce tribus con una gran cosecha de almas en los últimos tiempos, como está escrito en Mateo 13:39b:
“la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.” (LBLA)
En Isaías 9:3 está escrito:
“Multiplicaste la nación, aumentaste su alegría; se alegran en tu presencia como con la alegría de la cosecha, como se regocijan los hombres cuando se reparten el botín.” (LBLA)
El almuerzo en la casa de Yosef también representa la cena que se dará en el reino junto con el Mesías y las doce tribus de Israel, como está escrito en Mateo 26:29:
“Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.” (LBLA)
En Lucas 22:28-30 está escrito:
“Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas; y así como mi Padre me ha otorgado un reino, yo os otorgo que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino; y os sentaréis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.” (LBLA)
Una de las misiones del Mesías Yeshúa es restaurar y reunir las doce tribus de Israel, como está escrito en Isaías 49:5-6:
“Y ahora dice el Eterno (el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para hacer que Yaakov vuelva a El y que Israel se reúna con El, porque honrado soy a los ojos del Eterno y mi Dios ha sido mi fortaleza), dice El: Poca cosa es que tú seas mi siervo, para levantar las tribus de Yaakov y para restaurar a los que quedaron de Israel; también te haré luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.” (LBLA revisada)
Como la gran mayoría de los descendientes de las doce tribus están entre los gentiles, esta restauración y reunificación implica que los que de ellos son del Mesías entre los gentiles experimarán una fuerza increíble que los llevará a unirse con sus hermanos judíos para ser un solo pueblo.
El movimiento llamado mesiánico o raíces hebreas es el inicio de esta reunificación en el Mesías Yeshúa entre gentiles, donde están las tribus perdidas, y los judíos. Cada vez más personas se integran en este movimiento de la redención final de Israel de las naciones y la reunificación de las doce tribus. ¿Cuántos sienten ya algo de esta borrachera? ¡Habrá mucho más! ¡¡Esto es sólo el inicio!!
44:14 “Yehudá llegó con sus hermanos a casa de Yosef, él estaba aún allí, y ellos cayeron a tierra delante de él.” (LBLA revisada) – En este tiempo hay esfuerzos tanto entre los judíos ortodoxos como entre los judíos mesiánicos de ir a buscar “la casa de Yosef”, las diez tribus perdidas entre las naciones. HaShem está impulsándonos a hacer esto porque se está acercando el momento cuando el Hijo de Yosef se va a dar a conocer a sus hermanos.
Aquí vemos que los once hijos de Israel se inclinan otra vez ante Yosef. Por segunda vez se cumplió el sueño.
Este texto nos induce a pensar que los judíos reconocerán a Yeshúa en la casa de Yosef. La casa de Yosef son las diez tribus perdidas que están volviendo a casa en este tiempo, y principalmente de entre los cristianos.
Este texto también nos enseña que muchos judíos se inclinarán ante un Mesías gentilizado, en un contexto extraño, que es el mundo cristiano. Desde el año 1967, cada vez más judíos se han hecho cristianos y “mesiánicos” (que en su mayoría son cristianos que tienen un tinte judío pero que mantienen la teología cristiana que no les permite ser fieles ni a la Torá ni a las tradiciones judías) y así han adaptado costumbres “egipcias” que no tienen nada que ver con la fe hebrea. Han reconocido a “Jesucristo” como su salvador en un ambiente cristiano, pero no le han visto todavía como un judío practicante de la Torá de Moshé y fiel a las tradiciones de su pueblo. ¡Ellos tendrán una gran sorpresa cuando él se manifieste como el que realmente es!
44:16 “Entonces dijo Yehudá: ¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de tus siervos; he aquí, somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder fue encontrada la copa.” (LBLA revisada) – La iniquidad de la cual Yehudá está hablando, no es el robo de la copa, puesto que eran inocentes, sino lo que habían hecho con su hermano Yosef. Yehudá, que es el padre de los judíos, es el que va en la brecha para presentarse ante Yosef y pedir misericordia. Este es el momento crucial de toda la historia de Yosef, cuando Yehudá muestra arrepentimiento por haber vendido a su hermano. Cuando el pueblo judío reconozca su grave error de haber negado a Yeshúa, él se dará a conocer. Y de eso hablaremos más en la próxima Parashá.
¡Shabat shalom!