SERVICIOS DE SHABBATH SEMANAL VIA ZOOM Y PRESENCIAL
viernes, junio 10
INTRO-PARASHA 35 NASO 10/06/2022 DESDE HIGUEY
lunes, junio 6
Parashá 35 Nasó
Parashá 35 Nasó
Números 4:21-7:89
Aliyás de la Torá:
- 4:21-37
- 4:38-49
- 5:1-10
- 5:11 – 6:27
- 7:1-41
- 7:42-71
- 7:72-89
- Maftir: 7:87-89
Haftará: Jueces 13:2-25
Nasó
significa “levanta”
4:22 “Haz también un censo de los hijos de Guershón por sus casas paternas, según sus familias” (LBLA revisada) – El texto hebreo dice literalmente “levanta la cabeza”. Aquí se refiere a un censo. La cabeza es levantada delante de HaShem cuando uno es tomado en cuenta.
4:23 “los contarás desde los treinta hasta los cincuenta años de edad; todos los que se enlisten para cumplir el servicio, para hacer la obra en la tienda de reunión.” (LBLA) – En Números 8:24 está escrito que los levitas debían entrar en el servicio a los 25 años de edad, pero aquí dice que los levitas tenían que ser contados desde los 30 años de edad. Rashí explica la aparente contradicción diciendo que los levitas entraron a los 25 años para estudiar las leyes de su servicio y a los 30 años podían ejercer el servicio.
4:32 “las columnas alrededor del atrio y sus basas, sus estacas y sus cuerdas, con todos sus utensilios y con todo su servicio; y les asignarás por nombre los objetos que han de transportar.” (LBLA) – Para evitar querellas, tensiones y malos entendidos cada levita recibió una orden para saber qué cosa llevar. Así cada objeto del santuario fue administrado con orden y disciplina y cada uno tenía su tarea personal, como está escrito en 1 Corintios 12:12-30:
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es el Mesías. Pues por un mismo Espíritu todos fuimos sumergidos en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. Y si el oído dijera: Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato? Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito. Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra; de manera que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Mas así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo del Mesías, y cada uno individualmente un miembro de él. Y en la congregación, Dios ha designado: primeramente, emisarios; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego, milagros; después, dones de sanidad, ayudas, administraciones, diversas clases de idiomas. ¿Acaso son todos emisarios? ¿Acaso son todos profetas? ¿Acaso son todos maestros? ¿Acaso son todos obradores de milagros? ¿Acaso tienen todos dones de sanidad? ¿Acaso hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?” (LBLA revisada)
En Efesios 4:16 está escrito:
“(Mesías) de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.” (LBLA revisada)
Esto nos enseña acerca de la importancia de organizar cada detalle en un pueblo, una congregación, una empresa o en una casa. Cuando la casa está desordenada es porque hay falta de organización y falta de disciplina para cumplir las normas. Para poder tener una casa en orden es necesario que cada objeto tenga su propio lugar.
4:36 “Y los enumerados por sus familias fueron dos mil setecientos cincuenta.” (LBLA) – De los 8,600 levitas de la familia de Kehat, podían servir 2,750, que son el 32 %.
Segunda aliyá, 4:38-49
4:40 “los enumerados, por sus familias, por sus casas paternas, fueron dos mil seiscientos treinta.” (LBLA) – De los 7,500 levitas de la familia de Guershón, podían servir 2,630, que son el 35 %.
4:44 “los enumerados por sus familias, fueron tres mil doscientos.” (LBLA revisada) – De los 6,200 levitas de la familia de Merarí, podían servir 3,200, que son el 52 %.
4:47-48 “de treinta años en adelante hasta los cincuenta, todo el que podía enlistarse para servir y hacer el trabajo de transportar la tienda de reunión, fueron ocho mil quinientos ochenta.” (LBLA revisada) – De los 22,300 levitas que había en las tres familias, podían servir 8,580, que son el 38 %. El resto era menor de 30 años o mayor de 50 años.
4:49 “Fueron contados conforme al mandamiento de HaShem dado por medio de Moshé, cada uno según su ministerio o según su cargo; y éstos fueron los enumerados, tal como HaShem había ordenado a Moshé.” (LBLA revisada) – Cada uno tenía un cargo, una responsabilidad, un trabajo que hacer. Una de las cosas más importantes para cualquier administración es que cada persona sepa exactamente qué cargo tiene. Si cada uno de los integrantes de la organización sabe qué papel desempeña, no habrá conflictos internos y el propósito de la organización podrá llevarse a cabo con éxito.
En esta parashá la Torá está destacando dos necesidades básicas que hay en el hombre, la primera es la necesidad de ser tomado en cuenta. Por esto la parashá empieza diciendo que la cabeza de los levitas será levantada. HaShem cuenta con ellos y así su cabeza es levantada. La segunda cosa es que cada uno tenga un cargo, una tarea, una misión para cumplir. Cualquier persona que pierde la conciencia de alguna de estas dos cosas, se siente inútil como persona y siente que su vida es inútil. Si nadie cuenta conmigo, ¿por qué vivo? Si no tengo nada importante qué hacer, ¿para qué vivo? Lo que hace que una persona se sienta importante es que sea tomada en cuenta y que tenga un cargo.
Querido lector, ¿quieres que HaShem cuente contigo? Haz como hicieron los levitas en el día del pecado con el becerro de oro. Cuando todo el mundo estaba siguiendo la corriente de este mundo, ellos respondieron al llamado que dijo: “¿Quién es de HaShem?”, cf. Éxodo 32:26. Los levitas dijeron no al pecado y se presentaron ante Moshé, el representante de HaShem. Por esto fueron recompensados con estos censos que les tomó en cuenta a cada uno de una manera especial. Además recibieron cargos importantes en la tienda de reunión. Esto nos enseña que todo aquel que entrega su vida a HaShem recibirá uno o varios cargos importantes para su vida. Naciste para servir a HaShem. Si no te presentas ante Él cuando todo el mundo va en dirección contraria, no podrás ser contado entre los justos. Tampoco podrás cumplir el propósito que HaShem tiene para tu vida. Eres importante para Él y Él tiene un cargo muy personal para ti. Búscalo y vívelo y así nunca caerás, como está escrito en 2 Pedro 1:10:
“Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección; porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis” (LBLA)
Tercera aliyá, 5:1-10
5:2 “Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, a todo el que padece de flujo y a todo el que es impuro por causa de un muerto.” (LBLA) – Estos tres tipos de impureza ritual causan un aislamiento de los campamentos de Israel. Según Rashí, cada impureza corresponde a los tres campamentos; el campamento de la shejiná, el campamento de los levitas y el campamento de los israelitas. El que tenía tsaráat, “lepra”, tenía que estar viviendo fuera de los tres campamentos, cf. Levítico 13:46. El que tenía una enfermedad en su aparato reproductora, en hebreo zav, cf. Levítico 15, no podía estar en el campamento de los levitas o de la shejiná, pero sí en el campamento de los israelitas. El que había tocado un muerto no podía entrar en el tabernáculo, pero sí podía estar en los dos otros campamentos.
5:7 ”entonces confesará los pecados que ha cometido, y hará completa restitución por el daño causado, añadirá un quinto y lo dará al que él perjudicó.” (LBLA revisada) – La restitución es una parte de la teshuvá, el arrepentimiento. Si no hay restitución del daño hecho a las personas no es un arrepentimiento completo. Si no es posible restituir el daño hay que hacer todo lo que esté al alcance de uno para que se haga una restitución completa con el 20 % de aumento, como está escrito en Lucas 19:8-9:
“Y Zakai, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. Y Yeshúa le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Avraham”
La salvación había venido a la casa de Zakai y por esto él estaba dispuesto a restituir el daño económico que había hecho contra las personas, incluso más allá de la letra de la Torá. La evidencia de que la salvación había llegado a su casa fue que él estaba devolviendo a los que había hurtado engañando. Si no devuelves lo que hayas hurtado y restituyes el daño que hayas causado a otras personas, según todas tus posibilidades, no hay arrepentimiento en tu corazón y la salvación no te ha alcanzado.
No te dejes ser engañado por la idea de que todo haya sido hecho nuevo en el Mesías para no asumir tu responsabilidad de restituir a las personas por el daño que hayas causado antes de entregarte al Mesías Yeshúa.
El camino a la salvación pasa por el arrepentimiento. Los siete pasos de un arrepentimiento completo son:
Reconocimiento de pecado, cf. 2 Samuel 12:13.
Sentimiento de pesar, cf. Jeremías 8:6.
Confesión abierta, a HaShem y a los hombres, cf. Josué 7:19; 1 Juan 1:9; Jacobo 5:16.
Petición de perdón, a HaShem y a los hombres, cf. Salmo 25:11; Lucas 15:18.
Determinación de cambio, cf. Proverbios 28:13.
Restitución del daño, cf. Números 5:7; Éxodo 22:1-15; 2 Samuel 21:3.
Ser fiel en las pruebas que HaShem envía para fortalecer al que se arrepiente, cf. Génesis 31:7; Números 14:22.
En este versículo se encuentra el mandamiento número 364 de los 613 que dice que hay que confesar el pecado cometido. Este es uno de los mandamientos que dan salvación eterna al que lo cumple.
5:8 “Pero si la persona no tiene pariente a quien se le haga la restitución por el daño, la restitución hecha por el daño debe ir a HaShem, para el sacerdote, además del carnero de expiación, con el cual se hace expiación por él.” (LBLA revisada) – Según Rashí, aquí se habla de un prosélito que ha muerto sin herederos y que fue engañado por uno que juró en vano de que no le había tomado nada prestado. Un prosélito sin hijos es el único en Israel que no tiene parientes.
Cuarta aliyá, 5:11 – 6:27
5:12 “Habla a los hijos de Israel, y diles: "Si la mujer de alguno se desvía y le es infiel” (LBLA) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “desvía” es tisté, que viene de la raíz satá[1] que significa “descarriar”, “desviar”. De allí se deriva la palabra sotá, “la descarriada”, que es el nombre de un tratado del Talmud que trata sobre este caso.
5:13 “habiendo (podido) un hombre acostarse con ella en relación carnal, sin que su marido lo viera, y ella se reclutó en secreto y pudo haberse contaminado, y no haya testigo contra ella, ni haya sido violada” (LBLA revisada) – El Talmud[2] enseña que el agua de amargura sólo es aplicable cuando una mujer se haya reclutado en secreto con otro hombre durante un tiempo suficiente largo como para efectuar una relación sexual con él. Si fueron descubiertos o si ella fue violada, no era necesario usar este método.
5:14 “y un espíritu de celo había venido sobre él y había celado a su mujer, y ella se contaminó, o si había venido un espíritu de celos sobre él y había celado a su mujer, y ella no se contaminó” (LBLA) – El Talmud[3] enseña que el marido tiene que haber celado a su mujer antes de reclutarse con otro hombre para que se pueda aplicar este procedimiento. La palabra “celado” es interpretada como una advertencia que el esposo hace antes de que su esposa se recluya con un hombre diciéndole: “No te recluyas con ese hombre”.
5:15 “el hombre llevará su mujer al sacerdote y llevará como ofrenda por ella un décimo de una efá de harina de cebada; no derramará aceite sobre la ofrenda, ni pondrá sobre ella incienso, porque es una ofrenda de cereal, de celos, una ofrenda memorial de cereal, un recordatorio de iniquidad.” (LBLA revisada) – La cebada fue la harina más barata, que se daba a los animales.
5:18 “Luego el sacerdote hará que la mujer esté delante de HaShem y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos la ofrenda memorial de cereal, que es la ofrenda de celos, y en la mano del sacerdote estará el agua de amargura que trae maldición.” (LBLA revisada) – Aquí está escrito que el sacerdote tiene que descubrir la cabeza de la mujer. Esto nos muestra que una mujer casada debe andar en lugares públicos con la cabeza cubierta y es una vergüenza para una mujer casada descubrir su pelo en público, como está escrito en 1 Corintios 11:5-16:
“Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada. Porque si la mujer no se cubre la cabeza, que también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello, o raparse, que se cubra. Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre; pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza, por causa de los mensajeros. Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios. Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las congregaciones de Dios.” (LBLA revisada)
5:21b-22a “HaShem te haga maldición y juramento entre tu pueblo, haciendo HaShem que tu muslo se enjute y tu vientre se hinche y esta agua que trae maldición entrará en tus entrañas, y hará que el vientre se hinche y el muslo se enjute.” (LBLA revisada) – Estas palabras fueron escritas en un pergamino con tinta que se podía diluir en agua. Observe que el Nombre del Eterno fue escrito dos veces.
Dos veces se menciona que el muslo se desplome y que el vientre se hinche. Según el Talmud[4] y Rashí, la primera vez, que empieza con el muslo, se refiere a la mujer y la segunda vez, que empieza con el vientre, se refiere al hombre que cometió adulterio con ella. También él sufriría las mismas consecuencias de la maldición cuando la mujer beba del agua de amargura.
5:23 “Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un rollo, y las borrará en el agua de amargura” (LBLA revisada) – A pesar de la prohibición general de borrar el Nombre del Eterno, en este caso él permite que su Nombre sea borrado para causar paz entre los esposos. Tan importante es el matrimonio para HaShem que Él está dispuesto a permitir que incluso su Nombre sea borrado para que haya orden en la familia, como está escrito en Hebreos 13:4:
“Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.” (LBLA)
La prohibición de borrar el Nombre del Eterno se encuentra en Deuteronomio 12:3-4 donde está escrito:
“Y demoleréis sus altares, quebraréis sus pilares sagrados, quemaréis a fuego sus imágenes de Ashera, derribaréis las imágenes talladas de sus dioses y borraréis su nombre de aquel lugar. No haréis así a HaShem vuestro Dios.” (LBLA revisada)
5:31 “Además, el marido quedará libre de culpa, pero la mujer llevará su culpa.” (LBLA) – Este versículo puede ser entendido de varias maneras. En primer lugar nos enseña que si el hombre no denuncia el pecado de su mujer, él llevará culpa por causa de ella. Detrás de esto hay un concepto de colectividad que enseña que si un miembro del cuerpo peca, todo el cuerpo es responsable ante HaShem. Como el hombre ha denunciado a su esposa, él queda libre de la responsabilidad del pecado de ella. En el caso de que no la hubiera denunciado, él cargaría parte de la responsabilidad de ese pecado.
Por su puesto no se entregará el agua de amargura a una mujer que haya confesado su pecado. Sólo se da a una mujer sospechada que rehúsa confesar su delito. La ley de la sotá es sólo para la que no haya confesado su pecado o cuando el marido tiene sospechas infundadas de su mujer.
¿Entendemos realmente lo que significa una culpa colectiva? ¿Tomamos en serio lo que implica? Muchas veces se dice: “¡Allá él!” sin entender que su pecado también nos afecta a nosotros. Si somos un cuerpo junto con pecadores, somos parte de sus pecados, y sufriremos parte de las consecuencias de los pecados que están en el cuerpo. Por lo tanto hay que combatir el pecado dentro del cuerpo de un colectivo, para que los demás no sean afectados, como está escrito: “Un poco de levadura, leuda toda la masa”, y “Expulsad al maligno de entre vosotros”, y “salid de en medio de ella, para que no seáis partícipes de sus plagas.” (LBLA), cf. Deuteronomio 13:5; 17:7, 12; 21:21; 22:21; 1 Corintios 5:6, 13; Gálatas 5:9; Revelación 18:4.
La segunda interpretación de este texto es que el hombre no debe sentirse culpable por haber causado la muerte de su esposa adúltera al llevarla a sacerdote.
La tercera manera de entender este texto es que el marido puede seguir viviendo con su esposa después de que el sacerdote le haya dado el agua. Antes del examen le está prohibido al marido tener relaciones con ella, después no.
6:2 “Habla a los hijos de Israel, y diles: El hombre o la mujer que se aparte pronunciando un voto de nazareo (nazir), para dedicarse (nazar) a HaShem” (LBLA revisada) – Hay un contraste entre el capítulo 5 y el capítulo 6. En el capítulo 5 se habla de una persona que no puede controlar sus deseos y en el capítulo 6 se habla de una persona que sí lo hace. La mujer adúltera no controló sus emociones y el nazir, hombre o mujer, hace un voto especial para controlar sus emociones y abstenerse de ciertos privilegios en la vida para así mostrar su devoción y entrega a HaShem.
El nazareato es algo que el Eterno produce en ciertas personas, hombres o mujeres, como está escrito en Amós 2:11:
“Y levanté profetas de entre vuestros hijos y nazareos de entre vuestros jóvenes. ¿No es así, hijos de Israel?--declara HaShem.” (LBLA revisada)
El profeta dice que HaShem levantó nazareos. En algunos de los jóvenes puso el deseo de dedicarse de una manera especial a Él y, a otros, designó como nazareos desde antes de nacer. Este fue el caso de Shimshón, como está escrito en Jueces 13:5:
“Pues he aquí, concebirás y darás a luz un hijo; no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno materno; y él comenzará a salvar a Israel de manos de los filisteos.” (LBLA)
Es probable que también el profeta Shemuel haya sido un nazareo durante toda su vida, como está escrito en 1 Samuel 1:11:
“E hizo voto y dijo: Oh HaShem de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré a HaShem por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza.” (LBLA revisada)
Parece que rabí Pablo hizo un voto de nazareato en Cencrea, como está escrito en Hechos 18:18:
“Y Pablo, después de quedarse muchos días más, se despidió de los hermanos y se embarcó hacia Siria, y con él iban Priscila y Aquila. Y en Cencrea se hizo cortar el cabello, porque tenía hecho un voto.” (LBLA revisada)
Tenemos otro ejemplo del voto de nazareato en Hechos 21:23-27:
“Por tanto, haz esto que te decimos: Tenemos cuatro hombres que han hecho un voto; tómalos y purifícate junto con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos sabrán que no hay nada cierto en lo que se les ha dicho acerca de ti, sino que tú también vives ordenadamente, acatando la Torá. Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito, habiendo decidido que deben abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Entonces Pablo tomó consigo a los hombres, y al día siguiente, purificándose junto con ellos, fue al templo, notificando de la terminación de los días de purificación, hasta que el sacrificio se ofreciera por cada uno de ellos. Cuando estaban para cumplirse los siete días, los judíos de Asia, al verlo en el templo, comenzaron a incitar a todo el pueblo, y le echaron mano” (LBLA revisada)
“voto de nazareo, para dedicarse a HaShem” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “nazareo” es nazir[5], que significa “alejado”, “apartado”. Viene de la raíz nazar[6] que significa “abstener”, “separar”, “consagrar”. El verbo nazar que aparece en este mismo versículo, fue traducido como “dedicarse”. Rashí entiende la última parte de esta manera: “a fin de abstenerse (del vino) para el Eterno”.
6:3 “se abstendrá de vino y vino añéjo; no beberá vinagre, ya sea de vino o de licor, tampoco beberá ningún jugo de uva, ni comerá uvas frescas ni secas.” (LBLA) – La misma palabra nazar aparece en este versículo. Fue traducida como “abstendrá”. Un nazareo no puede tocar nada que venga del fruto de la vid. Sin embargo, le es permitido beber cerveza, sidra, licores y otras bebidas que no vienen de la vid. La abstención no tiene que ver con el alcohol sino con el fruto de la vid.
6:4 “Todos los días de su nazareato no comerá nada de lo que se hace de la vid, desde las semillas hasta el hollejo.” (LBLA) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “nazareato” es nezer,[7] que viene de la misma raíz que hemos visto antes y significa “abstención”, “separación”, “dedicación”, “consagración”, “corona”. La diadema santa que usaba el sumo sacerdote que es llamada nezer hakodesh, “corona de la santidad”, cf. Éxodo 39:30. El nazir tiene una señal sobre su cabeza, una señal de ser apartado para HaShem. Esto nos enseña que hay una relación entre el Gran Sacerdote y el nazir y la señal de su consagración está sobre su cabeza. El nazir tiene la misma santidad que el cohén haGadol. Así que, cualquier persona, hombre o mujer dentro de Israel tiene la opción de dedicarse a HaShem y llegar al mismo nivel de santidad que el Sumo Sacerdote. Sin embargo, cuando no hay templo no se puede hacer un voto de nazareato.
En Jueces 14:5 está escrito:
“Y Shimshón descendió a Timnat con su padre y con su madre, y llegó hasta los viñedos de Timnat; y he aquí, un león joven venía rugiendo hacia él.” (LBLA revisada)
Los viñedos de Timnat le recordaban su llamado de nazir. También le recordó su infancia y su aislamiento social. Shimshón no podía participar de las fiestas de las cosechas de las uvas durante toda su infancia. Esas fiestas fueron momentos de alegría para todo el pueblo, cuando pisaban las uvas en medio del pueblo. Todos sus compañeros disfrutaban y jugaban, pero él tenía que estar a un lado, apartado, porque le era prohibido tocar las uvas. ¿Cómo se sentiría? El nazareato produce un aislamiento social porque el vino es una parte importante de la cultura judía. En todas las fiestas los judíos usamos vino, excepto en yom kipur. Por lo tanto el nazir está en una situación de soledad social. Esto le prepara para una misión santa. Toda misión divina requiere sacrificios y la negación de ciertos deseos naturales.
6:14 “y presentará su ofrenda delante de HaShem, un cordero de un año, sin defecto, como ofrenda de ascensión, y una cordera de un año, sin defecto, como ofrenda por el pecado, y un carnero sin defecto, como ofrenda de paz” (LBLA revisada) – ¿Por qué hay que presentar un sacrificio de pecado después de terminar el nazareato? Según una interpretación presentada en el Talmud,[8] su pecado consiste en no disfrutar de una parte de la creación que HaShem ha dado al hombre para su bien. HaShem creó todo para que lo disfrutáramos, y al no hacerlo estamos fallando el propósito con ello, como está escrito en 1 Timoteo 6:17:
“A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.” (LBLA)
El texto de Hechos 21 nos enseña que el shaliaj Shaúl (apóstol Pablo) estaba haciendo planes para ofrecer sacrificios, inclusive sacrificios de pecado, en el templo después de la resurrección de Yeshúa. Los sacrificios de los animales no fueron anulados por el Mesías. Hasta que pasen el cielo y la tierra, las leyes de los sacrificios seguirán vigentes. Después del milenio con el reino mesiánico habrá un cambio importante cuando el ministerio levítico desaparecerá, como está escrito en Hebreos 8:13:
“Cuando Él dijo: Un nuevo pacto, hizo anticuado al primero; y lo que se hace anticuado y envejece, está próximo a desaparecer.” (LBLA)
6:22-27 “Entonces habló HaShem a Moshé, diciendo: Habla a Aharón y a sus hijos, y diles: "Así bendeciréis a los hijos de Israel. Les diréis: 'HaShem te bendiga y te guarde; HaShem haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; HaShem alce sobre ti su rostro, y te dé paz.'" Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.” (LBLA revisada) – Esta bendición es llamada bircat cohanim, bendición de los sacerdotes. La Torá encomienda a todo sacerdote bendecir a los hijos de Israel. El Shulján Aruj nos enseña que aunque hoy en día el Templo no existe, permanece este mandamiento positivo y se realiza por medio de bircat cohanim, pronunciado durante ciertas oraciones en la sinagoga. Incluso un cohén pecador puede decir bircat cohanim, puesto que la bendición proviene de Dios y los cohanim son sólo los intermedios que transmiten esa bendición. Sin embargo un cohén es excluido de bircat cohanim y pierde sus derechos de cohén si se casa con una mujer divorciada o toda otra mujer prohibida a los cohanim.
Antes de dar la bendición, los sacerdotes se lavan las manos. En la sinagoga los sacerdotes recitan la bendición en un lugar llamado duján, que está delante del armario donde se guardan los rollos de la Torá. Mientras se dirigen al duján dicen la frase siguiente: "Me preparo a efectuar el precepto de la Torá de bendecir a Israel", y también la siguiente oración que figura en los libros de oraciones: "Sea esta bendición que nos ordenaste pronunciar en favor de los hijos de Israel una bendición completa sin obstáculo o falta alguna".
bircat cohanim sólo se recita en presencia de un mínimo de diez varones inclusive el cohén y se efectúa de la forma siguiente: los cohanim se descalzan, suben al hejal hakodesh, el lugar donde se guardan los rollos de la Torá. Cubren la cabeza y el cuerpo con el talit, levantando las manos a la altura del hombro, con las palmas hacia el suelo, la derecha un poco más alta que la izquierda. En ambas manos separan el dedo mayor del anular y el índice del pulgar, dejando los demás dedos juntos. De esta forma las manos dividen el espacio en cinco partes: cuatro espacios entre los dedos separados de las dos manos, y un espacio entre las dos manos, en total cinco. El jazán, cantor, los llama y luego pronuncian la berajá, la bendición: “...asher kideshanu bikdusható shel Aharón vetsivanu levarej et amó Israel...”, “...que nos ha santificado con la santidad de Aharón y nos ha ordenado bendecir a su pueblo Israel...”. Luego dan la vuelta hacia el pueblo y completan la última palabra de la berajá: “...beahavá”, “...con amor.”. La bendición del cohén incluye los tres versículos de la Torá (Números 6:24, 25, 26) mencionados arriba: “Yevarejejá HaShem veyishmereja. Yaer HaShem panav eleija vijuneka. Yisá HaShem panav eleija veyasem lejá shalom.” El jazán recita lentamente estos versículos palabra por palabra, y los cohanim repiten cada palabra. Cada palabra ha de ser recitada por todos los cohanim al unísono y con la misma melodía. Al cabo de cada versículo la asamblea responde: Amén. El jazán no debe responder. Al fin de la bendición, cuando el jazán comienza a decir sim shalom, los cohanim dan de nuevo la vuelta hacia el hejal hakodesh y permanecen en esta posición hasta el fin de la berajá: “hamevarej et amó Israel bashalom Amén”.
En el momento en que bendicen al pueblo, los cohanim deben fijar su mirada hacia abajo como durante la recitación de la oración de la amidá y la congregación debe seguir con atención la bendición frente a los cohanim. Los que hablan durante bircat cohanim o que no ponen atención son excluidos de la bendición y cometen pecado. Durante bircat cohanim el kahal que recibe la bendición debe encontrarse frente al cohén o de lado, pero no detrás del él, a fin de ser incluido en la bendición. Un cohén no estimado por el kahal o que está en desacuerdo con él, no debe decir bircat cohanim, pues no bendeciría al pueblo con cariño y sería un signo peligroso para el mismo. Si no hay ningún cohén presente, el jazán dice la oración barejenu baberajá seguida sin interrupción de los tres versículos contenidos en bircat cohanim y al final de cada uno, el kahal responde ken yehi ratsón (Sí, que así sea de su agrado).
En el Salmo 67 está escrito:
“Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico. Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga, y haga resplandecer su rostro sobre nosotros; (Selah) para que sea conocido en la tierra tu camino, entre todas las naciones tu salvación. Te den gracias los pueblos, oh Dios, todos los pueblos te den gracias. Alégrense y canten con júbilo las naciones, porque tú juzgarás a los pueblos con equidad, y guiarás a las naciones en la tierra. (Selah) Te den gracias los pueblos, oh Dios, todos los pueblos te den gracias. La tierra ha dado su fruto; Dios, nuestro Dios, nos bendice. Dios nos bendice, para que le teman todos los términos de la tierra.” (LBLA)
Este Salmo está basado en la bendición de los sacerdotes. Nos enseña como todos los pueblos son bendecidos por la bendición que llega a los hijos de Israel. La bendición que llega a los hijos de Israel tiene como propósito llevar la salvación a todas las naciones.
En el Salmo 80:3, 7, 19 está escrito:
“Restáuranos, oh Dios, y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos... Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos... Oh HaShem, Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro y seremos salvos.” (LBLA revisada)
Si el rostro de HaShem resplandece sobre alguien, hay salvación. La palabra salvación tiene un sentido muy amplio: liberación, ayuda en problemas, apoyo en momentos difíciles, liberación de apuros, protección contra peligros, sanidad de enfermedades etc.
“'HaShem te bendiga y te guarde” – Hay una fuerte conexión entre la bendición y la protección. ¿Para qué sirve una bendición si no la puedes guardar, o si pierdes la capacidad de aprovecharla? La bendición y la protección son necesidades básicas de la creación. Necesitamos bendición y protección para poder existir y desarrollarnos.
Adam tenía la tarea de labrar y guardar el huerto del Edén, con otras palabras, tenía que bendecirlo y protegerlo. Son dos funciones básicas de una administración correcta, no solamente producir, sino también guardar. No solamente guardar, sino también extender.
Una congregación que solamente está enfocada hacia el crecimiento sin guardar las almas de los que han sido cosechadas no será estable. Una congregación que sólo sirve para la auto conservación sin expansión está condenada a muerte. Ambas cosas son necesarias para que una congregación sea viva y sana
Los mismos principios se pueden encontrar en otros textos de la Escritura, como está escrito en Efesios 5:29
“Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta (bendición) y lo cuida (protección), así como también el Mesías a la congregación.” (LBLA revisada)
En el Salmo 84:11 está escrito:
“Porque sol (bendición) y escudo (protección) es HaShem Dios; gracia y gloria da HaShem; nada bueno niega a los que andan en integridad.” (LBLA revisada)
Dos principios básicos para el éxito son: bendición y protección. Un tercer principio básico es: dirección. Si recibes bendición y protección y luego te desvías, ¿para qué te sirve? También necesitas dirección, consejo, para saber cómo hacer las cosas, necesitas mandamientos para cumplir para no desviarte del camino.
Según Rashí, la bendición de la cual se habla en bircat cohanim se refiere a los bienes materiales y cuando HaShem alza su rostro significa que subyuga su ira.
“Y yo los bendeciré” – Esto significa que cuando esta bendición es pronunciada por los sacerdotes, HaShem va a bendecir al pueblo incondicionalmente.
Quinta aliyá, 7:1-41
7:1 “Y sucedió que el día en que Moshé terminó de levantar el tabernáculo, lo ungió y lo consagró con todos sus muebles; también ungió y consagró el altar y todos sus utensilios.” (LBLA revisada) – Este pasaje debería estar después de Levítico 8:11, si hubiera sido escrito según un orden sucesivo. Es presentado aquí con motivo de los servicios de los hijos de Leví, porque las carretas ofrecidas por los jefes, fueron entregadas a los hijos de Leví para ayudarles en el trabajo de transporte. Sin embargo, los hijos de Kehat no tuvieron ayuda con carretas para llevar las cosas del mishcán, porque tenían que llevar las cosas sagradas sobre sus hombros. De allí aprendemos que el cuerpo humano tiene un nivel de santidad superior a las cosas materiales.
7:5 “Acepta de ellos estas cosas, para que sean usadas en el servicio de la tienda de reunión, y las darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio.” (LBLA revisada) – El Eterno no recibe cualquier tipo de ofrenda. No era seguro que estas ofrendas pudieran ser aceptadas, por eso el Eterno tiene que dar una palabra específica que muestra que sí son ofrendas aceptadas.
¿Se puede recibir el diezmo del trabajo de una prostituta? ¿O de un trabajo negro? ¿Se puede aceptar ofrendas de una persona que tiene un negocio sucio? ¿Se puede aceptar ofrendas de personas que engañan al Estado no pagando tributos según las leyes del país? ¿Son aceptadas todas las ofrendas? Si HaShem no acepta todas las ofrendas, ¿debemos hacer lo mismo en nuestras congregaciones?
En Deuteronomio 23:18 está escrito:
“No traerás la paga de una ramera ni el sueldo de un perro a la casa de HaShem tu Dios para cualquier ofrenda votiva, porque los dos son abominación para HaShem tu Dios.” (LBLA revisada)
7:9 “Pero a los hijos de Kehat no les dio nada, porque su ministerio consistía en llevar sobre sus hombros los objetos sagrados.” (LBLA revisada) – Esto nos enseña que la carga aumenta conforme al aumento de la santidad.
7:10 “Y los jefes presentaron la ofrenda de dedicación del altar el día que fue ungido; los jefes presentaron su ofrenda ante el altar.” (LBLA) – Los líderes siempre tienen que dar más que los demás. Un jefe tiene que sacrificar más que el pueblo. Las piedras preciosas del pectoral de juicio venían de los líderes. Para ser un líder hay que estar dispuesto a sufrir más, sacrificar más, orar más, velar más, dar más dinero, entregar más de lo que uno tiene y dar más de sí y privarse de beneficios que los demás podrán disfrutar.
En este capítulo hay una repetición que tiende a aburrir al lector. ¿Por qué HaShem especifica la ofrenda de cada uno, siendo que están ofreciendo lo mismo todos? ¿No hubiera sido mejor mencionar sólo al primero y luego decir que los demás tenían ofrendas iguales? La razón por la que la ofrenda de cada uno es mencionada con el mismo entusiasmo es porque todos tienen la misma importancia. El último en la fila recibe el mismo honor que el primero. La actitud del Eterno hacia el que ofrenda no cambia. No se cansa de recibir uno tras otro, día tras día. Él no es como los hombres, que fácilmente se acostumbra y no dan la misma atención en todo momento a lo que necesita atención cuando hay una repetición constante.
Una persona que ha pasado por escasez tiene mayor gratitud en el momento de recibir algo que una persona que siempre ha tenido todo en abundancia. El que siempre ha tenido todo lo que ha querido no valora las cosas como el que no lo ha tenido.
La gratitud por la comida debe ser la misma todos los días. No debemos dar nada por sentado. No podemos exigir nada. No es un derecho poder comer bien todos los días, es una gracia divina. Si comes la misma comida dos veces o dos días, ¿tienes la misma gratitud que la primera vez que la comiste?
HaShem no se cansó de las ofrendas de los jefes, y consideró a cada uno por igual, mencionando sus regalos, detalladamente, escribiéndolas en la Torá para toda la eternidad, para mostrar a todo el mundo por todos los siglos, cuánto él apreciaba a cada uno de estos jefes y sus ofrendas, porque habían sido dadas con corazones dedicados a él. Ese es el motivo por el cual están mencionados todos, sin abreviaciones.
Así que, al leer este texto, por favor no saltemos sobre palabras, porque estaríamos menospreciando algo que nuestro Padre honra.
Sexta aliyá, 7:42-71
7:48 “El séptimo día se presentó Elishamá, hijo de Amihud, jefe de los hijos de Efrayim.” (LBLA revisada) – Esto nos enseña que no dejaron de venir con estas ofrendas en shabat.
El jefe de la tribu de Yehudá dio su ofrenda en el primer día, cf. v. 12, y el jefe de la tribu de Efrayim en el séptimo día. Si comparamos los días con los meses podemos sacar la conclusión de que Yehudá tendría una atención especial en el primer mes, y Efrayim en el séptimo mes. Mashíaj visitó al pueblo judío de una manera muy especial en pesaj al llegar a ser él mismo el sacrificio del primer mes. En relación con la segunda venida del Mesías, Efrayim, que es la cabeza de las diez tribus perdidas, volverá a casa, y recibirá una atención muy especial. El hijo menor habrá vuelto a casa y por eso habrá fiesta, cf. Lucas 15:11-32.
Este texto también nos enseña que hace falta una dedicación diaria al Eterno. En la fiesta de januká se lee el texto de Números 7:1 – 8:4 como recuerdo de la dedicación del altar. Cada día debemos dedicarnos al Eterno. Hacemos un sacrificio de nosotros mismo todas las mañanas en la oración.
7:49 “ Y su ofrenda fue una fuente de plata de ciento treinta siclos de peso, un tazón de plata de setenta siclos, conforme al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina mezclada con aceite como ofrenda de cereal.” (LBLA) – La fuente y el tazón de plata representan nuestro dinero. La harina y el aceite representan nuestro trabajo.
7:50 “un recipiente de oro de diez siclos, lleno de incienso” (LBLA) – El recipiente de oro representa nuestros bienes materiales que más valoramos. El incienso representa nuestro conocimiento y nuestras oraciones y alabanzas.
7:51 “un novillo, un carnero y un cordero de un año, como ofrenda de ascensión” (LBLA) – El novillo representa nuestro cuerpo, el carnero representa nuestra alma y el cordero representa nuestro espíritu.
7:52 “un macho cabrío como ofrenda por el pecado” (LBLA) – El macho cabrío representa nuestro yetser hará, la naturaleza maligna. Todo esto entregamos a HaShem todos los días como un sacrificio agradable delante de su trono.
7:66 “El décimo día se presentó Ajiezer, hijo de Amishadai, jefe de los hijos de Dan.” (LBLA revisada) – Dan significa “él juzga”. Aquí tenemos una relación entre el día 10 y el juicio. El Cordero fue designado el día 10 de aviv para ser sacrificado, en ese día el juicio cayó sobre él y el final fue predeterminado. El día 10 del séptimo mes es el gran día del juicio, yom kipur, cuando el pecado es condenado para siempre y la justicia eterna es establecida en toda la creación.
7:89 “Y al entrar Moshé en la tienda de reunión para hablar con Él, oyó la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines, y Él le habló.” (LBLA revisada) – Moshé tenía entrada libre al lugar santísimo. Ese es el lugar de encuentro, en lo más íntimo de nuestro ser. En la dedicación diaria debemos entrar en el lugar santísimo en el mishcán celestial, por medio de Yeshúa el Mesías, para estar a solas con nuestro amado Papá, y escuchar palabras de sabiduría.
Mashíaj en esta parashá
4:27, 28, 33 El sumo sacerdote y sus hijos son los que dan las órdenes en el tabernáculo – El Mesías es el que manda en la Casa del Eterno.
4:30, 35, 39, 43, 47 Los levitas entraron en el ministerio a los 30 años – Yeshúa empezó su ministerio público a los 30 años.
5:21, 22, 27 “tu muslo caerá” – El muslo de Mashíaj fue dañado antes de su muerte, para quitar esta maldición de la que se arrepienta de este pecado de adulterio.
5:24 “Después hará que la mujer beba el agua de amargura que trae maldición, para que el agua que trae maldición entre a ella para causar amargura.” (LBLA) – El Mesías bebió la copa de maldición que el Padre le dio, para liberarnos de la maldición del pecado, cf. Juan 18:11.
6:10 “El octavo día” – El día cuando Mashíaj fue resucitado (el día después del séptimo día de la semana, 7+1=8).
7:10, 84, 88 El altar primero fue ungido y luego se sacrificó sobre él – Yeshúa fue ungido para ser sacrificado.
7:12 Yehudá, la tribu de Mashíaj, fue el primero en presentar su ofrenda. El sacrificio del Mesías fue el primero, luego los demás.
7:66 ver arriba.
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