domingo, febrero 27

Parasha Pekudei Significa Cuentas

 

  • Parashá 23 Pekudei
  • Éxodo 38:21 – 40:38
  • Aliyás de la Torá (los años que se lee por separado):
  • 1.     38:21 – 39:1
  • 2.     39:2-21
  • 3.     39:22-32
  • 4.     39:33-43
  • 5.     40:1-16
  • 6.     40:17-27
  • 7.     40:28-38
  • 8.     Maftir: 40:34-38
  • Haftará: 1 Reyes 7:51 –
  • 8:21 (Ashkenazíes); 7:40-50 (Sefardíes)
  • Los Escritos
  • Apostólicos: Lucas 22:47 – 24:53
  • Aliyás de los Escritos Apostólicos:

  • 1.     22:47-71
  • 2.     23:1-25
  • 3.     23:26-49
  • 4.     23:50 – 24:24
  • 5.     24:25-53
  • Pekude
  • Significa “Cuentas de”
  • Primera aliyá, 38:21 – 39:1

Moshé ordena
que se haga un recuento de todo el material que se ha utilizado para el
tabernáculo. El servicio de los levitas estará bajo la dirección de Itamar hijo
de Aharón. Betsalel, junto con Aholiav, han hecho todo lo que el Eterno ha
mandado a Moshé. La cantidad total de oro empleado en toda la obra es de 29
talentos y 730 siclos. Se ha usado 100 talentos y 1775 siclos de plata, que
corresponden a una beka por cabeza de los 603.550 hombres contados, de 20 años
para arriba. Los 100 talentos han sido usados para las 100 basas de las tablas
del santuario y las columnas del velo. Los 1775 siclos se usaron para los
ganchos y demás detalles de los pilares del atrio. La contribución del cobre
fue de 70 talentos y 2400 siclos, con el cual se hizo las basas de los pilares
para la entrada de la tienda, el altar y sus utensilios, las basas de los
pilares del atrio y su portal y todas las estacas. De la lana se han hecho
vestiduras de encajes para el servicio en el santuario. También se han hecho
vestiduras para Aharón

Segunda aliyá, 39:2-21 

El efod se
ha hecho de oro, lana y lino y todos sus detalles han sido hechos según el
Eterno ordenó a Moshé.

 

Tercera aliyá, 39:22-32

El manto del Efod y las vestiduras sacerdotales han sido hechos según el
Eterno ordenó a Moshé. La placa frontal ha sido hecha según el Eterno ordenó a
Moshé. La obra del tabernáculo ha sido terminada y los hijos de Israel han
hecho conforme a todo lo que el Eterno ha ordenado a Moshé.

Cuarta aliyá, 39:33-43

Los hijos de Israel traen el tabernáculo a Moshé con todos sus
utensilios y él lo revisa. Ellos han hecho como le ha ordenado el Eterno. Moshé
los bendice.

Quinta aliyá, 40:1-16

En el
primer día del primer mes tendrá que ser erigida la tienda de la cita. El arca
será colocado en su lugar y protegido con el velo. Serán colocados la mesa, el
candelabro, el altar de oro y la pantalla de entrada del tabernáculo. Serán
puestos el altar y la fuente con agua en sus lugares. El atrio y su entrada
serán arreglados. Moshé tendrá que ungir el tabernáculo y todo lo que está en
él y santificarlo. También será ungido y santificado el altar y todos sus
utensilios así como la fuente y su base. Moshé hará que se acerquen Aharón y
sus hijos para ser lavados, vestidos, ungidos y santificados. La unción hará
que puedan oficiar delante del Eterno y su unción les será por sacerdocio
perpetuo para sus generaciones. Moshé hace según todo lo que el Eterno le ha
ordenado.

Sexta aliyá, 40:17-27

En el
primer mes del segundo año el tabernáculo es erigido por Moshé. Coloca sus
basas, fija los maderos y sus barras, levanta sus pilares, extiende la tienda
sobre el tabernáculo y coloca la cobertura por encima, como el Eterno ha
mandado. Coloca el testimonio dentro del arca, inserta las varas en el arca,
pone la cubierta sobre el arca, mete el arca en el mishkán y coloca el velo de
separación, como el Eterno ha mandado. Pone la mesa en la tienda de la cita, en
el lado norte, fuera del velo y dispone el arreglo de los panes delante del
Eterno, como el Eterno ha mandado. Pone el candelabro en la tienda de la cita,
frente a la mesa, en el lado sur del mishkán y enciende las lámparas delante
del Eterno, como el Eterno ha mandado. Coloca el altar de oro en la tienda de
la cita, en frente del velo y hace que el sahumerio suba en humareda, como el
Eterno ha mandado.

Séptima aliyá, 40:28-38

Coloca la
pantalla en la entrada del mishkán, pone el altar de la ofrenda de ascensión a
la entrada y de la tienda y ofrece ofrenda de ascensión y la oblación, como el
Eterno ha mandado. Coloca la fuente entre la tienda y el altar y pone allí agua
para lavarse. Allí se lavan Moshé, Aharón y sus hijos antes de entrar en la
tienda de la cita y antes de acercarse al altar, como el Eterno ha mandado.
Erige el atrio alrededor del tabernáculo y del altar y coloca la pantalla de la
puerta del atrio. Así Moshé concluye la obra.

Entonces la
nube cubre la tienda de la cita y la gloria del Eterno llena el mishkán. Moshé
no puede entrar. Cuando la nube se eleva, los hijos de Israel parten en todos
sus viajes. Si la nube no se eleva no parten. De día está la nube del Eterno
sobre el tabernáculo y de noche hay fuego sobre él a la vista de toda la casa
de Israel, en todos sus viajes.

  

Comentarios

Primera aliyá, 38:21 – 39:1

38:21 “Estas son
las cuentas del tabernáculo, el tabernáculo del testimonio, según fueron
contadas conforme al mandato de Moshé. El servicio de los levitas estuvo bajo
la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aharón.” –
Moshé dio la orden para rendir cuentas ante todo el pueblo de cómo se había
utilizado el material donado para la obra del Eterno. No sólo el pueblo de
Israel podía ver estas cuentas, sino todo el mundo que tiene acceso a la Torá
puede ver como Moshé había administrado el oro, la plata, el cobre, las piedras
preciosas y los demás objetos de valor. Esto nos enseña la importancia de tener
cuentas claras en las congregaciones y en la administración pública de
cualquier organización. Moshé tomó la iniciativa para hacer esta
rendición de cuentas ante el pueblo, para que nadie le acusara de corrupto. En
ningún momento dio oportunidad para que el pueblo pensara que él se había hecho
rico a costa de los donativos a la obra del Eterno, como está escrito en
Números 16:15b:

“No he
tomado de ellos ni un solo asno, ni le he hecho daño a ninguno de ellos.”

Moshé podía
haber reclamado el asno que usó para ir de Midyán a Egipto cuando fue llamado a
servir en la obra del Eterno, cf. Éxodo 4:20. Él entregó su propiedad personal
para cumplir con la tarea de sacar el pueblo de la esclavitud y no la reclamó
después, aunque tenía todo el derecho para ello.

En 1 Samuel
12:3 el profeta Shmuel está hablando delante del pueblo según está escrito:

“Aquí estoy;
testificad contra mí delante de HaShem y delante de su ungido. ¿A quién he
quitado buey, o a quién he quitado asno, o a quién he defraudado? ¿A quién he
oprimido, o de mano de quién he tomado soborno para cegar mis ojos con él?
Testificad, y os lo restituiré. Y ellos dijeron: Tú no nos has defraudado ni
oprimido, ni has tomado nada de mano de ningún hombre.”

En 2
Corintios 7:2 está escrito:

“Aceptadnos;
a nadie hemos ofendido, a nadie hemos corrompido, de nadie hemos tomado
ventaja.”

El procedimiento de Moshé en relación con los objetos de valor del
tabernáculo es un ejemplo para todo líder que administra el dinero, y
especialmente el dinero que ha sido donado para la obra del Eterno. Al viajar
por los diferentes países me he dado cuenta que hay mucho descuido en esta área
por parte de los que administran la economía de las congregaciones. Esta es una
de las razones por las que la shejiná no viene más fuertemente sobre nosotros,
porque no estamos haciendo las cosas bien. Si no administramos bien nuestra
economía privada y la colectiva, no vamos a poder administrar las
manifestaciones espirituales. Si no hemos sido fieles con las riquezas de este
mundo, ¿cómo vamos a poder ser fieles con las verdaderas riquezas?, como está
escrito en Lucas 16:10-12:

“El que es
fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy
poco, también es injusto en lo mucho. Por tanto, si no habéis sido fieles en el
uso de las riquezas injustas, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? Y si
no habéis sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién os dará lo que es vuestro?”

Este texto
nos enseña que no vamos a poder recibir los dones del Espíritu si no somos
fieles en la economía. Un líder que se aprovecha de
la obra del Eterno para su propia ganancia es objeto de la ira del Mesías, como
está escrito en Juan 2:13-16:

 “La Pascua de

los judíos estaba cerca, y Yeshúa subió a Yerushalayim, y encontró en el templo
a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban dinero allí
sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó a todos fuera del templo, con
las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y volcó las
mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad esto de aquí; no hagáis de la
casa de mi Padre una casa de comercio.”

La ira del
Mesías no fue contra personas sinceras que querían ofrecer al pueblo la
posibilidad de comprar su animal para el sacrificio que no había podido traer
de lejos, o cambiar sus monedas. Su ira, que venía del Padre, fue por otras
cosas, principalmente tres:

§  ·En lugar de
quedarse fuera por respeto al santuario parece que habían entrado en el área
del templo.

§  ·En lugar de
ofrecer precios normales los subían y así abusaban de los adoradores que venían
para ofrendar al Eterno.

§  ·En lugar de
servir al pueblo con amor se aprovechaban para enriquecerse económicamente de
la obra del Eterno.

El último
punto es la razón de mayor ira del Mesías. ¡Ay de aquellos líderes que ven la
obra del Eterno como un medio de ganancia económica personal!, como está
escrito en Hechos 8:20:

“Entonces
Kefa le dijo: Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener
el don de Elohim con dinero.”

¡Ay de
aquellos líderes que sacan el dinero de un pueblo necesitado, para vivir bien a
costa de los demás!, como está escrito en 1 Timoteo 6:5b:

“hombres de
mente depravada, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad es
un medio de ganancia.”

En 1 Pedro
5:1-2 está escrito:

“Por tanto,
a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los
padecimientos del Mesías, y también participante de la gloria que ha de ser
revelada: pastoread el rebaño de Elohim entre vosotros, velando por él, no por
obligación, sino voluntariamente, como quiere Elohim; no por la avaricia del
dinero
, sino con sincero deseo.”

Es cierto
que el que predica las buenas nuevas debe vivir de ello, como está escrito en 1
Corintios 9:14:

“Así también
ordenó el Señor que los que proclaman las buenas nuevas, vivan de las buenas
nuevas.”

Pero no es
lo mismo vivir para tener lo necesario que enriquecerse a costa de los demás.
Un líder que se dedica a dirigir y enseñar, debe recibir un salario por ello,
como está escrito en 1 Timoteo 5:17:

“Los
ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor,
principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza.”

La expresión
“doble honor” se refiere al honor por ser líder, o anciano, y el honor por
recibir remuneración económica por su labor, cf. Hebreos 5:4; Romanos 13:7;
Mateo 15:4-6; 1 Timoteo 5:3-4.

¿Cuánto
dinero debe recibir un anciano que se dedica a la obra del Eterno a tiempo
completo? Una buena regla es que tenga un salario medio, para que no tenga
escasez ni sea enriquecido a costa de la obra del Eterno. Si una comunidad no
honra a su líder más que las cosas materiales, no va a prosperar. Con otras
palabras, si una congregación está más interesada en pagar un local de
reuniones que mantener a su lider está poniendo su propia comodidad ante la
necesidad del lider y esto no es agradable para el Eterno. Había una vez un
rabino que era muy flaco y pálido. Tenía un caballo muy hermoso y bien cuidado.
Una vez vino una señora anciana y le preguntó: “¿Cómo es que usted tiene un
aspecto tan miserable cuando su caballo está tan bien?” El rabí contestó: “El
caballo lo cuido YO”. Con otras palabras, a mi me cuida la comunidad, pero el
caballo lo cuido yo.

Si una
congregación ama al Eterno, y por lo tanto ama la Torá, está valorando el
trabajo del que enseña y predica de manera que lo pone como la máxima prioridad
en la comunidad. Es más importante darle un sueldo digno al que se dedica a
enseñar la Torá que pintar el local de reuniones. Si hay que elegir entre una
cosa y otra, el bienestar del líder va primero.

38:24 “El
total del oro empleado para la obra, en toda la obra del santuario, es decir,
el oro de la ofrenda mecida, fue de veintinueve talentos y setecientos treinta
siclos, según el siclo del santuario.” – Cuando se hace una ofrenda voluntaria
del público, siempre debe ser contada y registrada, por escrito, por un mínimo
de dos personas de suma confianza en la comunidad. Todo el dinero recogido debe
ser apuntado en un libro de cuentas, cf. Filipenses 4:15. Cada ingreso registrado
en el libro de cuentas debe tener un recibo adicional firmado por dos personas,
que justifique la cantidad registrada en el libro. En el libro de cuentas
también debe haber un registro de todos los gastos de la congregación. Para
cada gasto tiene que haber un justificante sellado y/o firmado por la persona o
la empresa que ha recibido el dinero. Si es una compra se añade la factura de
compras. El libro de cuentas tiene que ser accesible a todos los miembros de la
comunidad. En la administración económica tiene que haber una total
transparencia, para que no se levanten sospechas de malversación de fondos y de
abuso de los bienes comunes. Si la congregación posee una cuenta bancaria, la
cuenta no puede estar en nombre de un individuo. Si la congregación ha sido
registrada como persona jurídica puede abrir cuenta como tal, pero en el caso
de que no es una persona jurídica, debe haber tres firmantes de la cuenta
bancaria de la congregación, aunque esté en nombre uno de los tres. La cuenta
no debe estar en nombre del que recibe salario de la congregación por su
trabajo.

Si un
anciano o líder recibe un sueldo por su trabajo en la comunidad no debe
administrar las cuentas de la comunidad. Ni siquiera el Mesías tenía la
responsabilidad de la economía de su ministerio, sino tenía un shaliaj
designado específicamente para este fin. Las cuentas deben ser administradas
por una sola persona, pero siempre debe tener dos revisores que revisen las
cuentas periódicamente. Si la organización es grande, debe solicitar ayuda de
revisores que no son miembros de la congregación, preferentemente una empresa
profesional de prestigio en la sociedad que se dedica a estas cosas. Si las
cuentas son claras, los líderes no corren el riesgo de ser acusados por el
pueblo y perder la confianza. Una de las cosas más tristes es cuando un líder
pierde la confianza del pueblo. Para evitar sospechas es importante ser
cuidadoso en el área de la economía y en el área de la relación con el sexo
opuesto.

38:25-26 “Y
la plata de los que fueron contados de la congregación, fue cien talentos y mil
setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario; una beka por
cabeza, o sea medio siclo, según el siclo del santuario, por cada uno de los
que fueron contados de veinte años arriba, por cada uno de los seiscientos tres
mil quinientos cincuenta.” – La mitad de 603.550 son 301.775. Así que hubo en
total 301.775 siclos de plata. Cada talento contiene 3000 siclos. Los 100
talentos corresponden a 300.000 siclos. Sobran 1.775 siclos. El talento normal
equivale a 60 mané. El mané equivale a 25 siclos. Según Rashí, el mané
utilizado para el santuario era el doble que el mané normal. Así que el
talento, en hebreo “kikar”, del cual se habla aquí, corresponde a 120 mané. 25
siclos x 120 mané = 3000 siclos.

“una beka
por cabeza” – En hebreo dice “beka la-gulgolet”. La palabra cabeza es
“gulgolet” que significa “cráneo”, “calavera”. De allí
viene la palabra “Gulgolta” el lugar donde murió el Mesías, como está escrito
en Mateo 27:33:

“Cuando llegaron a un lugar llamado Gulgolta, que significa Lugar de la
Calavera”

Aquí habla
de que hay una beka conectada con el lugar de la muerte del Mesías. La beka es
precio de rescate por cada uno de los hijos de Israel que fueron contados. La
palabra hebrea “beka” viene de la
raíz “baká” que significa “rajar”, “romper”, “cortar”,
“invadir”; “incubar”. En este texto hay palabras claves que hablan de la
muerte del Mesías en Gulgolta como base para la redención de los hijos de
Israel. Hay sólo dos lugares en toda la Escritura donde aparece la palabra
“beka”, aquí y en Génesis 24:22, cf. el comentario de ese versículo en la
parashá 5 – Jayei Sará.

38:29
“Y el bronce de la ofrenda mecida fue setenta talentos y dos mil cuatrocientos
siclos.” – Si el siclo pesa 17 gramos llegamos a la siguiente conclusión:

Oro
29 talentos y 730 siclos = 87.730 siclos.  87.730 x 17 gramos = 1.491
kilogramos.

Plata
100 talentos y 1775 siclos = 301.775 siclos.  301.775 x 17 gr. = 5.130
kilogramos.

Cobre
70 talentos y 2400 siclos = 212.400 siclos.    212.400 x 17 gr.
= 3.610 kilogramos.

TOTAL
10.231 kilogramos.

La plata es
el material más pesado del tabernáculo. La plata representa la redención y la
misericordia. Es interesante destacar que el cobre, o bronce, tenía menos peso
que la plata. El cobre representa el juicio y la justicia. Esto nos enseña que
la misericordia del Eterno supera su juicio, como está escrito en Romanos 5:20:

“Y la ley se
introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó,
sobreabundó la gracia”

En el Salmo
103:10 está escrito:

“No nos ha

tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras
iniquidades”

En Tito 3:5
está escrito:

“El nos
salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a
su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación
por el Espíritu de santidad”

Estos dos
materiales, la plata y el cobre, son el fundamento del tabernáculo. En la
tienda de reunión hay 100 basas de plata que hablan de la misericordia del
Eterno y en las 60 basas de los pilares del atrio hay cobre que hablan de la
justicia del Eterno. Las cuatro columnas que sostenían el velo entre el lugar
santo y el santísimo fueron cubiertas de oro y sus basas eran de plata. Las
cinco columnas que estaban en la entrada del tabernáculo, que sujetaban la
pantalla que dividía entre el atrio y el lugar santo estaban cubiertas de oro y
sus basas eran de cobre. El fundamento del atrio era de cobre. El fundamento
del lugar santo era de cobre y plata y el fundamento del lugar santísimo era de
plata. En los pilares del atrio que estaban hechos de cobre, también había
elementos de plata. Esto nos habla de que el Eterno muestra su misericordia en
medio del juicio.

 

39:1
“Además, de la lana azul, lana púrpura y lana carmesí hicieron vestiduras
finamente tejidas para ministrar en el lugar santo, y también hicieron las
vestiduras sagradas para Aharón, tal como HaShem había mandado a Moshé.” – En
la primera parte del versículo se mencionan tres tipos de lana, azul, púrpura y
carmesí, pero no se menciona el lino. La conclusión que hace Rashí de esto es
que allí no se habla de las vestiduras sacerdotales, que contenían lino, sino
de las vestiduras con las que se recubrían los utensilios del santuario a la
hora de emprender los viajes, cf. Números 4:8, 12, 13.

“tal como
HaShem había mandado a Moshé” – Esta expresión aparece 18 veces en esta
parashá. ¡Qué importante es hacer las cosas conforme a las palabras que han
sido habladas desde el cielo por medio de Moshé!

Correspondientemente
a estas 18 veces cuando aparece la misma expresión, los hombres de la Gran
Asamblea instituyeron que la oración de la amidá contenga 18
bendiciones.

Segunda aliyá, 39:2-21

39:5
“Y el cinto para ceñirse que estaba sobre él, era de él mismo, de la misma
hechura: de oro, de lana azul, lana púrpura y lana escarlata y de lino
trenzado, tal como HaShem había mandado a Moshé.” – Sólo una persona en toda la
congregación recibió la visión completa de la construcción de la obra del
santuario. Los demás tenían que someterse al líder principal para poder hacer
la voluntad del Eterno. ¡Qué importante es someterse a la palabra que el Eterno
ha hablado por medio del lider de la congregación donde uno está sirviendo!

Tercera aliyá, 39:22-32

39:32
“Así fue acabada toda la obra del tabernáculo de la tienda de reunión. Los
hijos de Israel hicieron conforme a todo lo que HaShem había mandado a Moshé;
así lo hicieron.” – Según el Midrash, Moshé bajó
del monte después de haber recibido el perdón por el pecado del becerro de oro,
el día 10 del 7º mes, llamado tishrí. Después empezaron la construcción del
tabernáculo que estaba terminada antes del primer mes del segundo año. De esto
aprendemos que la construcción no podía haber durado más de cinco meses. Según
el Midrash, el mishkán fue finalizado el día 25 de
kislev del año 2449. Kislev es el 9º mes hebreo. Esto significa que la obra
duraría algo más de dos meses. En el 25 de kislev es hoy en día la fecha del
inicio de la fiesta del Januká, que fue establecida para conmemorar la
rededicación del segundo templo en el tiempo de los macabeos.

Cuarta aliyá, 39:33-43

39:43 “Y Moshé
examinó toda la obra, y he aquí, la habían llevado a cabo; tal como HaShem
había ordenado, así la habían hecho. Y Moshé los bendijo.” – La bendición viene por la obediencia. Si quieres ser
bendecido, obedece al Eterno y sométete al liderazgo que él ha establecido. La
bendición vino por medio de Moshé. El liderazgo transmite la bendición al
pueblo.

Quinta aliyá, 40:1-16

40:2 “El primer
día del mes primero levantarás el tabernáculo de la tienda de reunión.” – El mes de Aviv, o Nisán, es el mes de la redención y
también para el inicio del culto en el santuario, cf. Ezequiel 45:18; 2
Crónicas 29:3, 17; Esdras 7:9. Según Rashí, el tabernáculo fue levantado el
octavo día de la iniciación de los sacerdotes.

 

 

Sexta aliyá, 40:17-27

40:18
“Moshé levantó el tabernáculo y puso sus basas, colocó sus tablas, metió sus
barras y erigió sus columnas.” – Moshé fue el que levantó el tabernáculo. De
esto aprendemos que el Mesías es el que levanta el templo santo de los
creyentes en él, cf. Mateo 16:18.

Según el
Midrash, citado por Rashí, Moshé tuvo el honor de
levantar el tabernáculo por no haber podido hacer ninguna labor con él. Según
esta interpretación, ningún hombre había podido levantarlo por causa del peso
de los maderos. Moshé pudo hacerlo porque el Eterno hizo un milagro y causó que
el tabernáculo se levantara por si mismo cuando Moshé intentó hacerlo. Sin
embargo, es muy probable que Moshé recibe el honor de haber levantado el
tabernáculo por dirigir esta obra del levantamiento, de la misma manera que
Betsalel recibe la honra de haber hecho todos los objetos aunque tenía varios
colaboradores para ello. En Números 1:50-51 está escrito que los levitas
levantaron y desarmaron el tabernáculo.

Séptima aliyá, 40:28-38

40:33
“Y levantó el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y colgó la cortina
para la entrada del atrio. Así acabó Moshé la obra.” – Es muy importante que un
líder tenga una visión del cielo para la obra del Eterno. Es muy importante que
esta visión sea transmitida al pueblo. Es muy importante que el pueblo apoye
esta visión y entregue sus bienes para que pueda ser una realidad. Es muy
importante que haya personas capacitadas en frente de la obra del Eterno. Es
muy importante que el pueblo trabaje con la obra con diligencia y sin pereza.
Es muy importante tener una transparencia en la contabilidad de la obra del
Eterno. Es muy importante hacer todo según el Eterno ha hablado al líder
principal. Pero lo más importante es terminar la obra y no dejarla a medias.
Tengamos en cuenta que esta obra magnífica, que duraría más de 400 años, fue
hecha en el desierto. Es posible cumplir con el llamado divino en medio de las
adversidades.

40:34
“Entonces la nube cubrió la tienda de reunión y la gloria de HaShem llenó el
tabernáculo.” – Cuando la casa del Eterno estaba terminada, el Eterno entró
para morar en ella. Así se cumplió el propósito con la construcción de este
santuario.

40:35 “Y
Moshé no podía entrar en la tienda de reunión porque la nube estaba sobre ella
y la gloria de HaShem llenaba el tabernáculo.” – Aquí está escrito que Moshé no
podía entrar en la tienda de reunión. Sin embargo, en Números 7:89 está
escrito:

“Y al entrar
Moshé en la tienda de reunión para hablar con Él, oyó la voz que le hablaba
desde encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de
entre los dos querubines, y Él le habló.”

Estos dos
versículos parecen contradictorios. En estos casos hay que aplicar la
decimotercera regla del rabí Yishmael que dice: “Cuando dos pasajes se
contradicen entre sí, (no se puede determinar su sentido sino) hasta que
aparezca un tercero que los haga concordar.” El tercer texto, que aparece a
continuación del primero, dice: “porque la nube estaba sobre ella”. Esto nos
enseña que mientras la nube estaba sobre la tienda de la cita, Moshé no podía
entrar; pero cuando la nube se retiraba, sí podía entrar.

40:38
“Porque la nube de HaShem estaba de día sobre el tabernáculo, y de noche había
fuego allí a la vista de toda la casa de Israel en todas sus jornadas.” – La
palabra jornadas también incluye los lugares donde acampaban, porque desde cada
lugar emprendieron un nuevo viaje. La nube no estaba sobre el tabernáculo
durante los viajes, sólo cuando acampaban, cf. 40:36.

Ya hemos
terminado el segundo libro de Moshé. Y, como de costumbre después de terminar
un libro de la Torá, decimos:

¡Jazak, jazak, ve-nitjazek! – ¡Sé
fuerte, sé fuerte y seamos fortalecidos!