Parashá 21 Ki Tisá
Éxodo 30:11 – 34:35
Aliyás de la Torá:
- 30:11 – 31:17
- 31:18 – 33:11
- 33:12-16
- 33:17-23
- 34:1-9
- 34:10-26
- 34:27-35
- Maftir: 34:33-35
Haftará: 1 Reyes 18:1-39 (tradición ashkenazí); 18:20-39 (tradición sefardí)
Ki Tisá
Significa “Cuando hagas un censo”.
Primera aliyá, 30:11 – 31:17
Cuando los hijos de Israel de veinte años para arriba sean contados, tendrán que dar un rescate de medio siclo por su alma para que no haya plaga entre ellos. Tanto el rico como el pobre tendrá que pagar lo mismo. Esta plata será usada para la tienda de la cita como remembranza para expiación.
Hay que construir una fuente de cobre para lavarse. Será colocada entre la tienda de la cita y el altar. Cuando los sacerdotes entren en la tienda o cuando se acerquen al altar para servir tendrán que lavarse las manos y los pies para no morir.
Moshé tendrá que tomar especias y aceite de oliva y hacer la unción de santidad con la cual serán ungidos la tienda de la cita, todos sus objetos y los sacerdotes. Así serán consagrados. No se puede usar para otros fines ni hacer otra con las mismas proporciones.
Moshé recibe la orden de tomar especias e incienso para hacer un sahumerio sagrado. Molerá un poco de él muy fino para poner delante del Testimonio. El que haga otro incienso igual será cortado de su pueblo.
Betsalel ha sido equipado con el Espíritu de Dios, con sabiduría, razonamiento y conocimiento en toda artesanía, para idear y para labrar. También Aholiav y otros han recibido sabiduría para construir todos los objetos para el tabernáculo.
Los hijos de Israel tendrán que guardar los shabats del Eterno a pesar de la obra del tabernáculo porque es un signo para siempre de que el Eterno los santifica. Si alguien hace obra en ese día su alma será cortada de entre su pueblo. Durante seis días se puede hacer labores pero el séptimo día es shabat de cese completo, sagrado para el Eterno. El que realice obra en shabat morirá. El shabat será guardado como un pacto perpetuo entre el Eterno y los hijos de Israel.
Segunda aliyá, 31:18 – 33:11
El Eterno entrega las dos tablas de piedra escritas por su dedo. Cuando Moshé se demora en bajar de la montaña, el pueblo se congrega alrededor de Aharón y le pide que haga dioses que vayan delante. Aharón les dice que entreguen los pendientes de oro de sus esposas y sus hijos y de ellos forma un becerro de fundición y el pueblo dice: “Estos son tus dioses, Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto”. Aharón edifica un altar y dice que el día siguiente habrá una fiesta para el Eterno. El pueblo se levanta muy temprano para sacrificar, comer y divertirse.
Moshé recibe la orden de bajar porque el pueblo se ha corrompido. Es un pueblo de dura cerviz. El Eterno dice a Moshé que le deje destruirlos y que de él hará una gran nación. Moshé suplica que no lo haga por causa de haberlos sacado con poder de Egipto y por causa de la mala lengua de los egipcios y por causa del juramento que hizo a los patriarcas de multiplicarlos y darlos la tierra. El Eterno desiste del mal que ha pensado hacer.
Moshé desciende de la montaña con las dos tablas del testimonio que han sido hechas por Dios y escritas en ambos lados con escritura grabada de Dios. Yehoshúa oye el sonido del pueblo y piensa que hay batalla en el campamento. Moshé dice que es sonido de aflicción. Cuando ve el becerro y las danzas se enciende su ira y arroja las dos tablas al suelo y las quiebra. Luego toma el becerro y lo quema y lo hace polvo. El polvo es esparcido sobre las aguas que son dadas al pueblo para beber.
Moshé reprende a Aharón y él echa la culpa al pueblo. Moshé ve que el pueblo se ha expuesto y se pone en el portal y dice: “¡Quien esté por HaShem, a mí!”. Se reúnen todos los hijos de Leví. Cada varón tendrá que matar con espada a sus compatriotas, y así caen 3000 personas. Por ese acto se consagran como sacerdotes para el Eterno. El día siguiente Moshé dice al pueblo que ha cometido un gran pecado. Él va a ascender al Eterno y procurar cubrir frente al pecado del pueblo. Moshé retorna al Eterno y confiesa el gran pecado y pide que sea perdonado. Si no perdona, Moshé quiere ser borrado del libro. El que ha pecado será borrado del libro. Moshé recibe la orden de conducir al pueblo al lugar destinado. Un ángel irá delante. Llegará un día cuando el pecado será tomado en cuenta. El Eterno hiere al pueblo con una plaga. El ángel será enviado delante y serán expulsados seis pueblos de la tierra que mana leche y miel. El Eterno no quiere subir en medio del pueblo porque es de dura cerviz y podrá ser aniquilado en el camino. El pueblo se entristece y deja de poner sus adornos.
La tienda de la cita está colocada fuera del campamento. Todo el que quiera consultar con el Eterno tendrá que salir fuera del campamento e ir a la tienda. Cuando Moshé sale, todo el pueblo se levanta y se queda de pie a la puerta de su tienda mirando. Cuando Moshé entra en la tienda, la columna de nube desciende y se queda en la entrada. Él habla con Moshé cara a cara. El pueblo se levanta y se prosterna cuando ve la columna. Yehoshúa no se aparta de la tienda.
Tercera aliyá, 33:12-16
Moshé no está conforme conque el Eterno no vaya con ellos. Pide gracia en los ojos del Eterno para poder conocer sus caminos y conocerle. También pide que el pueblo sea considerado. El Eterno promete que su presencia irá con Moshé para darle descanso. Eso es lo que Moshé desea y que de esa manera el pueblo pueda distinguirse de toda nación.
Cuarta aliyá, 33:17-23
El Eterno le concede su petición. Moshé le ruega que le muestre su gloria. El Eterno promete que toda su bondad pasará delante de él pero ningún hombre podrá ver su rostro y vivir. Hay un lugar junto con él sobre la roca. Moshé será colocado en una hendidura de la roca y la mano del Eterno le cubrirá cuando pase su gloria. Luego retirará su mano para que pueda ver su espalda, pero no verá su rostro.
Quinta aliyá, 34:1-9
Moshé recibe la orden de hacer dos tablas nuevas como las primeras. El Eterno escribirá en ellas las palabras que estaban en las primeras tablas. Tendrá subir por la mañana al monte y presentarse sobre la cima. Ningún otro podrá acompañarle ni estar en la montaña, ni animales. Moshé talla dos tablas nuevas y sube temprano. El Eterno desciende en una nube y está con él allí. Pasa delante de él y dice: “HaShem, HaShem, Dios misericordioso y dispensador de gracia; tardo para la ira y abundante en bondad y veraz; que preserva la bondad para millares de generaciones; perdona la iniquidad, el pecado rebelde y el error, y que absuelve, pero no absuelve (completamente); que toma en cuenta la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los nietos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación.”
Moshé se inclina rápidamente hasta el suelo y se prosterna pidiendo que el Eterno vaya en medio de ellos perdonando la iniquidad y el error, haciéndolos su heredad.
Sexta aliyá, 34:10-26
El Eterno hace un pacto que consiste en hacer maravillas con Moshé delante de todo el pueblo. Las seis naciones serán expulsadas delante de él. No se puede hacer pacto con ellos. Tendrá que demoler sus altares y destruir sus objetos de culto. No puede postrarse ante otro dios porque “Celoso” es el nombre de Eterno. No puede hacer pacto con los moradores de la tierra para que no sea tentado a comer de sus sacrificios y dejar que sus hijos se casen con ellos y caigan en idolatría. Está prohibido hacer dioses fundidos. Hay que guardar la fiesta de los panes ácimos en el mes del aviv, por causa de la salida de Egipto. Todo macho que abra matriz es del Eterno. Un macho de asno será redimido o matado. Todo primogénito de hombre será redimido. No se puede venir ante el Eterno con manos vacías. Seis días se trabajará, pero en el séptimo día hay que cesar. La fiesta de las semanas se hará con las primicias de la siega del trigo. También se hará la fiesta de la recolección a la vuelta del año. Tres veces al año todo varón se presentará ante el Eterno. Entonces las naciones serán expulsadas y nadie codiciará la tierra. No se puede sacrificar el sacrificio del Eterno junto con sustancia leudada y el sacrificio de pesaj no puede permanecer hasta la mañana. Hay que llevar las primicias de la tierra a la casa del Eterno. No se puede cocinar la cría en la leche de su madre.
Séptima aliyá, 34:27-35
Moshé tendrá que escribir todas estas palabras porque según ellas el Eterno ha hecho un pacto con él y con Israel. Moshé se queda con el Eterno durante 40 días y 40 noches ayunando. El Eterno escribe sobre las tablas las diez palabras. Cuando Moshé desciende con las tablas la piel de su rostro brilla por haber hablado con Él. Aharón y el pueblo tienen miedo de él. Moshé los llama y les dice todo lo que el Eterno ha hablado en la montaña del Sinai. Después de hablar con ellos pone una cubierta sobre su rostro. Sólo la quita cuando habla con el Eterno y cuando habla delante del pueblo.
Comentarios
Primera aliyá, 30:11 – 31:17
30:12 “Cuando hagas un censo de los hijos de Israel para contarlos, cada uno dará a HaShem un rescate por su alma cuando sean contados, para que no haya plaga entre ellos cuando los hayas contado.” (LBLA revisada) – Según la promesa a Avraham, no se podía contar a los hijos de Israel, cf. Génesis 15:5; 32:12. Hay un peligro en contar a los hijos de Israel. Cuando el rey David intentó hacerlo una vez, vino una plaga sobre el pueblo, cf. 2 Samuel 24:1-10; 1 Crónicas 21:7. Los hijos de Israel tendrán que hacer dos cosas para evitar la plaga. La primera cosa es que cada uno dé una moneda y así se puede contar las monedas en lugar del pueblo directamente. La segunda cosa es que esa moneda de plata sirva como un precio de rescate, una expiación para que no venga la plaga al ser contados.
30:14 “Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a HaShem” (LBLA revisada) – Sólo los varones que tenían veinte años o más podían ser contados y salir al ejército. No contaban a las mujeres. Las mujeres no tenían la obligación de pagar este impuesto para el tabernáculo ni de ir al ejército.
30:15 “El rico no pagará más, ni el pobre pagará menos del medio siclo, al dar la ofrenda a HaShem para hacer expiación por vuestras vidas.” (LBLA revisada) – Cada alma tenía un precio de rescate de medio siclo. Los ricos no pagaban más ni los pobres pagaban menos. Esto nos enseña que cada alma tiene el mismo valor delante del Eterno, no importa el estatus económico que tenga.
30:16 “Tomarás de los hijos de Israel el dinero de la expiación y lo darás para el servicio de la tienda de reunión, para que sea un recordatorio para los hijos de Israel delante de HaShem, como expiación por vuestras vidas.” (LBLA revisada) – Este impuesto no se tomó solamente una vez, sino en el futuro también. El medio siclo servía para el servicio del tabernáculo. La primera vez sirvió para las basas y demás objetos de plata, cf. Éxodo 38:25-28. El Talmud de Jerusalén[1] cuenta que este impuesto anual se usó para la adquisición de las ofrendas comunales, cf. 2 Reyes 12:4; 2 Crónicas 24:6; Nehemías 10:32; Mateo 17:24-27. En el tiempo del segundo templo se recordaba anualmente en todas las ciudades en el primer día de adar (último mes del año) que cada uno preparara medio shekel para el Beit HaMikdash (templo). La colecta ocurría entre el 15 de adar y rosh jódesh (el primer día) nisán. De esto aprendemos en qué época vinieron a nuestro Maestro a pedir el impuesto anual del templo, según el relato en Mateo 17:24-27.
30:18 “Harás también una pila de bronce, con su base de bronce, para lavatorio; y la colocarás entre la tienda de reunión y el altar, y pondrás agua en ella.” (LBLA) – Según Rashí, la pila fue colocada un poco hacia el sur del punto medio de la entrada del tabernáculo. El altar estaba colocado en línea con el centro de la entrada.
30:19 “Y con ella se lavarán las manos y los pies Aharón y sus hijos.” (LBLA revisada) – Según el Talmud[2] el sacerdote ponía su mano derecha sobre su pie derecho y su mano izquierda sobre su pie izquierdo y los consagraba.
30:23 “Toma también de las especias más finas: de mirra fluida, quinientos siclos; de canela aromática, la mitad, doscientos cincuenta; y de caña aromática, doscientos cincuenta” – Según Rashí, la canela pesaba en total 500 siclos, al igual que la mirra, puesto que aquí se menciona la cantidad de 250 siclos como la mitad.
30:24 “de casia, quinientos siclos, conforme al siclo del santuario, y un hin de aceite de oliva” (LBLA) – Un siclo pesaba unos 17 gramos. 500 siclos serían 8.5 kilogramos (18.7 libras). Un hin corresponde a unos 4.1 litros (1.08 galón). El peso total de la unción sería más o menos 34 kilogramos (75 libras). La base de la unción fue el aceite de oliva.
30:25 “Y harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción.” (LBLA) – Según Rambam,[3] la unción fue fabricada de la siguiente manera. Primero se machacaba cada especia por separado. Luego fueron mezcladas y remojadas en agua para que su aroma fuera absorbido por el agua. El aceite de oliva fue añadido al agua y la mezcla era hervida hasta que el agua se evaporaba y sólo quedaba el aceite con las especias. Según Rashí, luego se limpiaba el aceite de las raíces.
30:31 “Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: "Este será aceite de santa unción para mí por todas vuestras generaciones.” (LBLA) – Esta unción tenía que durar durante todas las generaciones. Hoy en día no se sabe nada de ella. Según el Midrash,[4] fue escondida antes de la destrucción del primer templo pero será restituido en el tiempo del Mesías.
30:32 “No se derramará sobre nadie, ni haréis otro igual en las mismas proporciones; santo es, y santo será para vosotros.” (LBLA) – Santo significa que ha sido apartado para un uso sagrado exclusivo. Esta mezcla sólo puede ser usada en el templo.
30:34 “Entonces HaShem dijo a Moshé: Toma especias, bálsamo, ónique aromático y gálbano, especias e incienso puro; las medidas serán iguales entre sí.” (LBLA revisada) – El gálbano tiene un aroma desagradable. De esto se aprende que los que no son muy honrosos no deben ser separados sino incluidos en el grupo para que juntos puedan producir un olor fragante delante del Eterno, como está escrito en 1 Corintios 12:14-27:
“Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. Y si el oído dijera: Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato? Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito. Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra; de manera que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Mas así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo del Mesías, y cada uno individualmente un miembro de él.” (LBLA revisada)
Según Rashí, en total había 11 diferentes especias en el sahumerio: bálsamo, ónique aromático, gálbano, incienso puro, mirra, casia, espinacardo, azafrán, costo, corteza aromática y canela. Los nombres de estas especias no son necesariamente los que correspondan exactamente a las palabras hebras. Esto constituye todavía un motivo de discusión entre los comentaristas.
30:36 “Y molerás parte de él muy fino, y pondrás una parte delante del testimonio en el tabernáculo de reunión donde yo me encontraré contigo; santísimo será para vosotros.” (LBLA) – El propósito principal para la construcción del tabernáculo es que haya un lugar de encuentro entre el Eterno y su pueblo. La raíz de la palabra hebrea que ha sido traducida como “encontraré” es yaad[5], que significa “fijar una cita”. Una cita tiene que ver con dos cosas, tiempo y lugar. Hay ciertos tiempos que el Eterno ha fijado para encontrarse con su novia y hay un lugar fijado donde se hace el encuentro. El tabernáculo fue creado para tener un lugar fijo para tener un encuentro divino, como está escrito en Éxodo 25:22:
“Allí me encontraré contigo, y de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, te hablaré acerca de todo lo que he de darte por mandamiento para los hijos de Israel.” (LBLA)
En Éxodo 29:42-43 está escrito:
“Será holocausto continuo por vuestras generaciones a la entrada de la tienda de reunión, delante de HaShem, donde yo me encontraré con vosotros, para hablar allí contigo. Y me encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi Gloria.” (LBLA revisada)
En Éxodo 30:6 está escrito:
“Pondrás el altar delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde yo me encontraré contigo.” (LBLA)
En Números 17:4 está escrito:
“Y las pondrás en la tienda de reunión delante del testimonio donde me encuentro contigo.” (LBLA)
El tabernáculo es llamado “tienda de reunión”, en hebreo ohel moed, 140 veces en las Escrituras. Esto nos enseña la importancia de tener una relación personal con el Eterno. Hay un lugar de encuentro divino. ¿Dónde está? En el lugar santísimo en cima del propiciatorio. Ese es el lugar de encuentro en cada templo, incluso en el hombre. En lo más íntimo del corazón hay un lugar de encuentro entre el Eterno y el hombre.
El texto que estamos estudiando dice que hay que presentar un poco del incienso delante del testimonio donde el Eterno se encuentra con el individuo. El incienso simboliza el conocimiento, cf. 2 Corintios 2:14-15. Cuando se habla de moler un poco del incienso y poner un poco del incienso delante del testimonio donde hay un encuentro íntimo, se puede entender como tomar una pequeña porción de las Escrituras y desmenuzarla y meditar en ella y presentarla en oración con el entendimiento en nuestras oraciones diarias. Así tendremos un encuentro con el Eterno. La base para un encuentro con el Eterno es la revelación de las Escrituras. Así que si estás leyendo la Torá y te viene alguna luz o algún texto te está tocando emocionalmente, allí hay incienso para moler y presentar delante del Eterno para tener un encuentro con él. Toma esa porción de las Escrituras, estúdiala, busca su significado en hebreo, apréndela de memoria y úsala para venir ante la presencia del Eterno y así tendrás intimidad con Él, como está escrito: “santidad de santidades será para vosotros”. La expresión “santidad de santidades” puede ser entendida como “intimidad de intimidades”, como está escrito en Cantar de los cantares 1:2-4:
“¡Que me bese con los besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. Tus ungüentos tienen olor agradable, tu nombre es como ungüento purificado; por eso te aman las doncellas. Llévame en pos de ti y corramos juntos. El rey me ha conducido a sus cámaras.” (LBLA)
El Eterno desea tener esa intimidad contigo. Usa el incienso que tienes, muélelo y preséntalo ante él y luego verás...
31:2 “Mira, he llamado por nombre a Betsalel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Yehudá.” (LBLA revisada) – Betsalel,[6] de la tribu de Yehudá, simboliza al Mesías. Es mencionado por nombre ocho veces en las Escrituras. Su nombre significa “en la sombra de Dios”. Según Rambam,[7] Betsalel tenía sólo 13 años de edad en este momento.
31:3 “Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda clase de arte” (LBLA) – Aquí aparecen tres palabras, sabiduría, en hebreo jojmá[8], inteligencia, en hebreo tevuná[9] y conocimiento, en hebreo dáat[10]. Según Rashí, jojmá se refiere a lo que el ser humano escucha de otros y aprende; tevuná se refiere a lo que el ser humano comprende por sí mismo a partir de lo que ha aprendido; y dáat se refiere a la ruaj hakódesh, la inspiración divina y profética.
31:4 “para elaborar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce” (LBLA) – De esto aprendemos que cuando el Espíritu de Dios llena un hombre, no solamente le eleva a las nubes, sino también le enseña a tratar con las cosas materiales. La Torá enseña que todas las cosas materiales son buenas, cf. Génesis 1:31. Nada es malo en sí mismo si se usa legítimamente, según la instrucción de la Torá, cf. Romanos 14:14; 1 Timoteo 4:4-5; 6:17; Tito 1:15. La Torá nos enseña cómo elevar la materia a un nivel espiritual para uso sagrado.
La materia puede servir como un punto de contacto entre el hombre y Dios. De la misma manera la materia puede convertirse en un punto de contacto para los demonios, mediante la idolatría y la adoración de madera y piedra.
Ahora, la capacidad espiritual de Betsalel le hizo trabajar con las cosas materiales para que el Eterno pudiera usar esas cosas y cumplir un fin espiritual por medio de ellas. Hay un propósito divino con todas las cosas materiales. El hombre ha sido creado para colaborar con el Eterno para llevara a cabo el plan divino con la materia. Así que una religión que separa al hombre de la naturaleza, de los colores, de las formas, de los sonidos, del ritmo, de los olores, de las armonías, de los tonos y de la creatividad, constituye un ataque contra los propósitos del Creador. La creatividad es parte del carácter del Creador y del hombre que fue hecho a Su imagen y semejanza.
En el tabernáculo el Eterno se encuentra con el hombre a través de los cinco sentidos: los colores, la luz y las formas para la vista; el sonido de los animales, del fuego, de los instrumentos y del canto para el oído; los olores de los sacrificios, de la unción, del incienso, del candelabro y de los panes para el olfato; las superficies de los diferentes materiales, los animales, la leña, el agua y el calor del fuego para el tacto; la carne hervida, los panes, la sal y las primicias de los frutos de la tierra para el gusto. Todo el ser humano estaba involucrado en el encuentro con el Eterno. Un hombre espiritual es capaz de ver la mano del Creador en todas las cosas materiales y hacer que la materia cumpla su propósito divino.
31:5 “y en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera; a fin de que trabaje en toda clase de labor.” (LBLA) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “labor”, es melajá[11], que significa “obra”, “tarea”, “oficio”, “fabricación”. Es la misma que se encuentra en el versículo 3, donde fue traducida como “arte”. Esa palabra es la que se usa para la obra de la creación en Génesis 2:2-3 donde está escrito:
“Y en el séptimo día completó Dios la obra que había hecho, y reposó en el día séptimo de toda la obra (melajá) que había hecho. Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra (melajá) que Él había creado y hecho.” (LBLA)
Por esta razón la construcción del tabernáculo es vista como una obra parecida a la de la creación. Es una obra maestra, hecha según un diseño divino, al igual que la creación.
31:6 “Mira, yo mismo he nombrado con él a Aholiav, hijo de Ajisamaj, de la tribu de Dan; y en el corazón de todos los que son hábiles he puesto habilidad a fin de que hagan todo lo que te he mandado” (LBLA revisada) – La tribu de Dan es vista como la más humilde. Cuando el Eterno nos pide hacer una obra humanamente imposible, también nos da la capacidad para poder cumplir su llamado de manera sobrenatural, por medio de su Espíritu.
31:11 “también el aceite de la unción, y el incienso aromático para el lugar santo. Los harán conforme a todo lo que te he mandado.” (LBLA) – No podían modificar nada. Todo tenía que ser hecho exactamente igual al plan que el Eterno había revelado al jefe. Un obrero que ha sido puesto bajo alguien no puede inventar cosas por si mismo, sino ser fiel al plan que le es presentado por él que está por encima. En este caso sólo el líder recibió una revelación divina y por eso los colaboradores tenían que estar muy cerca de él para poder recibir las instrucciones y obtener la misma revelación. Moshé tenía el plan general que le fue dado del cielo. Betsalel había recibido el Espíritu de Dios, al igual que Moshé. Pero eso no le dio el derecho de ir por libre. Su misión era cumplir el plan que había sido revelado a su jefe. Él no estuvo en el monte. Él no vio el cielo. Él no fue elegido para reemplazar a Moshé, sino para cumplir con el plan divino revelado a Moshé. Ay de aquellos colaboradores del líder principal de una congregación que piensan que saben más que su líder y saben hacer las cosas mejor que él y piensan que podrán llevar a cabo el proyecto divino sin sometimiento. Así no funciona la cosa. Sólo Moshé tenía el plan. Fuera de Moshé, estos obreros no podían haber cumplido el plan por muy ungidos que fueran. Aprendamos de esto para no cometer el pecado de Avshalom, que le llevó a una muerte terrible, cf. 2 Samuel 15.
31:13 “Habla, pues, tú a los hijos de Israel, diciendo: "De cierto guardaréis mis shabats, porque esto es una señal entre yo y vosotros por todas vuestras generaciones, a fin de que se sepa que yo soy HaShem que os santifico."” (LBLA revisada) – En medio de la instrucción de la obra del tabernáculo el Eterno introduce un paréntesis con un mensaje de advertencia. Aunque la obra del mishkán es una obra divina, no hay derecho para no tomar en serio el mandamiento del shabat. El shabat tendrá que ser respetado y guardado en medio de una obra tan importante como es la construcción de la tienda de reunión. Un judío no puede poner excusas y decir que está sirviendo al Eterno y al mismo tiempo violar el shabat encendiendo el automóvil y demás cosas que están prohibidas en el shabat. El Eterno es más importante que su obra. Sólo está permitido violar un mandamiento si hay otro mandamiento con mayor peso que lo elimina. Pero en este caso la construcción del mishkán no tenía más peso que el mandamiento del cese de melajá en shabat. Así que el Eterno introduce aquí seis versículos que hablan de la importancia del shabat en relación con la construcción del tabernáculo.
En la Mishná[12] se puede encontrar las 39 cosas que han sido establecidas como prohibidas en el shabat, basándose en la obra del tabernáculo, por ser consideradas melajá. Son las siguientes: sembrar, arar, segar, engavillar, majar, bieldar, limpiar, moler, cribar, amasar, cocer, esquilar, lavar la lana, mullirla, teñirla; hilar, tejer, hacer dos cordoncillos, tejer dos hilos, separar dos hilos; hacer nudos, soltarlos, hacer dos costuras, desgarrar algo con objeto de hacer dos costuras, cazar un ciervo, matarlo, despellejarlo, ensalarlo, curar la piel, pulirla, cortarla; escribir, borrar; edificar, demoler, apagar (fuego), encender (fuego); golpear con martillo, transportar de un ámbito a otro.
En este versículo está escrito que los shabats son del Eterno, “mis shabats”. El día del Señor es el shabat, cf. Éxodo 20:10; Levítico 23:1-3; Isaías 56:4; 58:13-14. Cuando aparece la expresión “mis” o “mi” en relación con alguna cosa, implica que esa cosa es del Eterno de una manera especial. Cuando habla de “mi arco”, en Génesis 9:13 es porque en el cielo hay un arco completo, redondo, cf. Ezequiel 1:28; Revelación 4:3. Él dio una parte de su arco a los hombres. Cuando habla de “mis shabats” es porque él tiene shabat en el cielo y comparte de su eterno descanso con el hombre una vez por semana. Cuando habla de “mi pacto”, cf. Génesis 6:18; 17:4, es porque su pacto está firme en el cielo y él comparte ese pacto con los hombres. Cuando habla de “mi sacrificio” es porque ese sacrificio está en el cielo y ha sido compartido con los hijos de los hombres. La expresión “mi sacrificio” aparece sólo dos veces en el Jumash (Pentateuco), cf. Éxodo 23:18; 34:25, y en ambos casos se refiere al sacrificio del cordero de pesaj. Esto nos enseña que hay un Cordero de pesaj en el cielo que fue compartido con los hijos de los hombres, cf. Revelación 13:8. Así que el shabat es del Eterno.
El shabat fue dado a los hijos de Israel de una manera especial como una señal de haber sido escogidos, apartados, santificados. Constituye una de las señales del pacto entre HaShem e Israel. Es parecido al anillo de casamiento. Si una mujer quita su anillo, lo tira al suelo, escupe sobre él y lo pisa, ¿qué significa? Que ya no quiere ser de su marido. Si un hijo de Israel hace melajá en shabat, ¿qué mensaje está dando?
El Eterno santifica a Israel por medio del shabat. Esto significa que el shabat tiene como propósito elevarnos a un nivel espiritual más alto. Es un día para dejar de la intervenir en la creación y reconocer al Creador como soberano. Es un día para dedicarse a la íntima relación con el Eterno junto con la familia y la comunidad a la que uno pertenece. Es un día para ser santificado, apartado y elevado.
31:14 “Por tanto, habéis de guardar el shabat porque es santo para vosotros. Todo el que lo profane morirá irremisiblemente; porque cualquiera que haga obra (melajá) alguna en él, esa persona será cortada de entre su pueblo.” (LBLA revisada) – Profanar el shabat significa tratar el shabat en público como los demás días de la semana. Cualquier Israelita que cometa ese delito merece ser condenado a muerte por un tribunal, beit din, de 23 jueces, en el caso de que haya sido advertido por un mínimo de dos testigos antes de pecar.
31:15 “Durante seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santo para HaShem. Cualquiera que haga obra alguna en el shabat morirá irremisiblemente.” (LBLA revisada) – La expresión hebrea que ha sido traducida como “día de completo reposo” es shabat shabatón. Aquí aparecen estas dos palabras juntas. En las otras fiestas aparece sólo una de las dos o shabat o shabatón, cf. Levítico 23, excepto en el día de expiación, yom kipur, que también es llamado shabat shabatón, cf. Levítico 23:32. Así que el shabat semanal y el día de yom kipur están unidos.
Aquí está escrito que el shabat es santo para el Eterno. Esto significa que el shabat fue creado para que el hombre se dedique al Eterno de una manera especial. Si uno piensa que ha cumplido con el mandamiento por descansar y no hacer nada en el día del shabat, se equivoca. El shabat fue hecho para dedicarse al Eterno, como está escrito en Isaías 58:13-14:
“Si por causa del shabat apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al shabat delicia, al día santo de HaShem, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te deleitarás en HaShem, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; porque la boca de HaShem ha hablado.” (LBLA revisada)
Así que si estás trabajando los seis días de la semana y te dedicas a jugar durante todo el shabat, no has cumplido con el mandamiento. El shabat es para dedicarse al Eterno de una manera especial. Es un día de ir a la sinagoga y seguir el ejemplo de nuestro Maestro, como está escrito en Lucas 4:16:
“Llegó a Natseret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga en el día de shabat, y se levantó a leer.” (LBLA revisada)
En shabat hay que hacer una mikrá kodesh, una santa convocación, como está escrito en Levítico 23:3:
“Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo a HaShem dondequiera que habitéis.” (LBLA revisada)
Así que si no nos reunimos en shabat no estamos cumpliendo este mandamiento. Podemos reunirnos en cualquier día de la semana si queremos, pero en el shabat los judíos están obligados a tener una santa convocación. El shabat también es para todo aquel que ha nacido del Espíritu y es hijo de Dios y parte de su familia celestial. Así que todos los que han nacido de nuevo están llamados a reunirse en shabat.
Pero alguien dirá: “Yo no tengo congregación donde reunirme en shabat”. Bueno, en primer lugar debes tener una reunión santa en tu propia familia cada shabat. Así que si no puedes hacer una mikrá kodesh en la comunidad podrás cumplir parte del mandamiento en tu familia. Sin embargo necesitas una comunidad donde reunirte cada shabat. Si no hay una donde vives, tienes dos opciones, mudarte a un lugar donde existe una comunidad o levantar una comunidad con los que el Eterno va uniendo contigo. La vida en comunidad es muy importante para el pueblo del Eterno, como está escrito en Hebreos 10:25:
“no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.” (LBLA)
31:16 “Los hijos de Israel guardarán, pues, el shabat, haciendo el shabat un pacto perpetuo por todas sus generaciones” (LBLA revisada) – Aquí dice que los hijos de Israel tienen que guardar el shabat. Guardar tiene que ver con una actitud de vigilancia y celo para protegerlo de ser profanado mediante melajá. También dice que los hijos de Israel tienen que hacerlo un pacto perpetuo en todas sus generaciones. Este mandamiento seguirá hasta que pasen los cielos y la tierra, según Mateo 5:17-19.
Los hijo justos de Dios entre las naciones no recibieron el shabat como señal del pacto y por lo tanto no tienen la misma responsabilidad de guardarlo. Sin embargo, pueden y deben guardar mucho del shabat para obtener sus bendiciones y así santificarse para el Eterno, cf. Isaías 56:2-7.
31:17 “Es una señal entre yo y los hijos de Israel para siempre; pues en seis días HaShem hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.” (LBLA revisada) – La señal del pacto entre HaShem e Israel tiene que ver con la obra de la creación. Como él hizo, así ellos también hacen. La palabra “cesar” es la primordial. Es la traducción del término shabat.[13] Luego viene la palabra “reposar”, en hebreo nafash,[14] es la segunda prioridad. Así que el shabat también fue creado para que el hombre descanse y renueve sus fuerzas para la siguiente semana.
Hay dos tipos de santuario en el mundo, un santuario en el espacio y otro en el tiempo. En el relato de la construcción del santuario en el espacio, el tabernáculo, viene entrelazado el relato del santuario en el tiempo, el shabat.
Segunda aliyá, 31:18 – 33:11
32:2 “Y Aharón les dijo: Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.” (LBLA revisada) – También los hombres llevaban pendientes. Según el Midrash[15], lo habían aprendido de los egipcios que lo habían adaptado de los árabes.
32:4 “Y él los tomó de sus manos y les dio forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición. Y ellos dijeron: Estos son tus dioses, Israel, que te han sacado de la tierra de Egipto.” (LBLA) – El pueblo estaba acostumbrado a la idolatría de Egipto. Por eso hablaron no solamente de un dios sino de varios, cf. 31:1 donde el verbo también aparece en plural. Fue una ofensa muy grande hacer un becerro de oro. La novia cometió adulterio en su tiempo de desposorio. Pero la ofensa más grande es tratar ese becerro como si fuera el Eterno, diciendo que él los había sacado de Egipto. Cambiaron la gloria del Eterno por una cosa creada, lo cual es la raíz de toda idolatría, como está escrito en Romanos 1:23-25:
“y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por consiguiente, Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos; porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.” (LBLA)
32:5 “Cuando Aharón vio esto, edificó un altar delante del becerro. Y Aharón hizo una proclama, diciendo: Mañana será fiesta para HaShem.” (LBLA revisada) – La afrenta mayor es llamar a este ídolo HaShem. El sincretismo religioso es muy ofensivo para el Eterno. Tomar las prácticas paganas y las fiestas paganas y cambiar sus nombres y llamarlos como si fueran fiestas del Eterno, es una abominación para el Eterno. Esto es lo que se ha hecho con la celebración del domingo, la navidad, la pascua cristiana, el día de los enamorados y otras fiestas paganas. En lugar de seguir el orden establecido por el Eterno en la Torá, tomaron las fiestas del mundo y las llamaron santas. El día del dios sol fue honrado como el día del Señor. La fiesta del nacimiento del dios sol fue cambiada por la celebración del nacimiento de Cristo. La fiesta babilónica de Ishtar fue llamada semana santa. La fiesta romana de Lupercalia fue cambiada en “San Valentín”, etc.
32:6 “Y al día siguiente se levantaron temprano y ofrecieron holocaustos y trajeron ofrendas de paz; y el pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.” (LBLA) – Este texto fue citado por el shaliaj Shaúl en 1 Corintios 10:7 como está escrito:
“No seáis, pues, idólatras, como fueron algunos de ellos, según está escrito: EL PUEBLO SE SENTÓ A COMER Y A BEBER, Y SE LEVANTO A JUGAR.” (LBLA)
La idolatría está íntimamente ligada a la infidelidad y la inmoralidad sexual. La infidelidad espiritual produce infidelidad relacional y sexual. Una cosa se deriva de la otra. La idolatría es adulterio espiritual.
32:7 “Entonces HaShem habló a Moshé: Desciende pronto, porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido.” (LBLA revisada) – Aquí el Eterno no reconoce al pueblo como suyo. Por medio de este acto de adulterio espiritual perdió el estatus de ser su pueblo. Salió del pacto. El adulterio quiebra el pacto matrimonial, como está escrito en Oseas 1:9:
“Y el dijo: Ponle por nombre Lo-amí, porque vosotros no sois mi pueblo y yo no soy vuestro Dios.” (LBLA)
En Oseas 2:2 está escrito:
“Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi mujer, y yo no soy su marido; que quite, pues, de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos” (LBLA)
El adulterio rompe el pacto matrimonial. Después de un adulterio ya no son esposos, como está escrito en Jeremías 31:32:
“no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos--declara HaShem” (LBLA revisada)
32:10 “Ahora pues, déjame, para que se encienda mi ira contra ellos y los consuma; mas de ti yo haré una gran nación.” (LBLA) – El Eterno le pidió a Moshé que le dejara. Esto significa que le dijo que no intercediera por el pueblo, cf. Jeremías 7:16.
Moshé tuvo la oportunidad de ser elevado a un padre de una nueva nación, pero rehusó. En lugar de exaltarse a sí mismo se humilló y estaba dispuesto a dar su vida para salvar al pueblo. El profeta como Moshé es Yeshúa, cf. Deuteronomio 18:15, 18. Él tampoco abandonó al pueblo de Israel para convertirse en el origen de un nuevo Israel.
32:11 “Entonces Moshé suplicó ante HaShem su Dios, y dijo: Oh Eterno, ¿por qué se enciende tu ira contra tu pueblo, que tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?” (LBLA revisada) – Moshé presenta tres argumentos principales a favor del pueblo. HaShem le había dicho en el versículo 7 que el pueblo era de Moshé y que él lo había sacado de Egipto. Moshé le devuelve la pelota diciendo que el pueblo es del Eterno y que Él lo sacó de Egipto con grandes milagros.
32:12 “¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: "Con malas intenciones los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la faz de la tierra"? Vuélvete del ardor de tu ira, y desiste de hacer daño a tu pueblo.” (LBLA) – Aquí Moshé argumenta a favor del honor del Nombre del Eterno. Los gentiles van a pensar mal del Eterno si mata a su pueblo en el desierto. El testimonio ante las naciones en muy importante y por eso no se debe hacer algo que los haga pensar mal del Dios de Israel, como está escrito en Ezequiel 20:5-22:
“y diles: "Así dice el Señor Eterno: 'El día que escogí a Israel y juré a los descendientes de la casa de Yaakov, me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, y les juré diciendo: Yo soy HaShem vuestro Dios; aquel día les juré que los sacaría de la tierra de Egipto a una tierra que yo había escogido para ellos, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras. 'Y les dije: "Arroje cada uno las cosas detestables que os atraen, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto; yo soy HaShem vuestro Dios." 'Pero se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme; no arrojaron las cosas detestables que les atraían, ni abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces decidí derramar mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos mi ira en medio de la tierra de Egipto. 'Pero actué en consideración a mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones en medio de las cuales vivían, y a cuya vista me había dado a conocer sacándolos de la tierra de Egipto. 'Los saqué, pues, de la tierra de Egipto y los llevé al desierto. 'Les di mis estatutos y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre vivirá si los cumple. 'También les di mis días de reposo por señal entre ellos y yo, para que supieran que yo soy HaShem, el que los santifica. 'Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no anduvieron en mis estatutos y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumple vivirá, y mis días de reposo profanaron en gran manera. Entonces decidí derramar mi furor sobre ellos en el desierto, para exterminarlos. 'Pero actué en consideración a mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado. 'También les juré en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras, porque desecharon mis decretos, no anduvieron en mis estatutos y profanaron mis días de reposo, porque su corazón se iba tras sus ídolos. 'Sin embargo, mi ojo los perdonó para no destruirlos, y no los hice exterminar en el desierto. 'Y dije a sus hijos en el desierto: "No andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus decretos, ni os contaminéis con sus ídolos. "Yo soy HaShem vuestro Dios; andad en mis estatutos, guardad mis decretos y ponedlos por obra. "Y santificad mis días de reposo; y que sean una señal entre yo y vosotros, para que sepáis que yo soy HaShem vuestro Dios." 'Pero los hijos se rebelaron contra mí, no anduvieron en mis estatutos, ni tuvieron cuidado de cumplir mis decretos, por los cuales el hombre que los cumple vivirá, y profanaron mis días de reposo. Entonces decidí derramar mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos mi ira en el desierto. 'Pero retiré mi mano y actué en consideración a mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado.” (LBLA revisada)
En Ezequiel 36:21-24 está escrito:
“Pero yo he tenido compasión de mi santo nombre, que la casa de Israel había profanado entre las naciones adonde fueron. Por tanto, di a la casa de Israel: "Así dice el Señor Eterno: 'No es por vosotros, casa de Israel, que voy a actuar, sino por mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones adonde fuisteis. 'Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que yo soy HaShem'--declara el Señor Eterno-- 'cuando demuestre mi santidad entre vosotros a la vista de ellas. 'Porque os tomaré de las naciones, os recogeré de todas las tierras y os llevaré a vuestra propia tierra.” (LBLA revisada)
32:13 “Acuérdate de Avraham, de Yitsjak y de Israel, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo, y les dijiste: "Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de la cual he hablado, daré a vuestros descendientes, y ellos la heredarán para siempre."” (LBLA revisada) – El tercer argumento en la intercesión es el mérito de los padres y el juramento que el Eterno les hizo al decir que iba a multiplicar su descendencia y luego darles la tierra de la promesa. Si ahora ha cumplido la primera parte de la promesa, ¿cómo va a exterminarlos ahora y no cumplir la segunda parte de introducirlos en la tierra?
32:14 “Y HaShem desistió de hacer el daño que había dicho que haría a su pueblo.” (LBLA revisada) – ¿Será que el Eterno puede cambiar sus planes? No puede cambiar sus planes generales, pero sí puede cambiar su manera de cumplir esos planes generales. ¿Será que el Eterno tenía menos compasión que Moshé? No, la compasión que había en el corazón de Moshé vino del Eterno. No es que Moshé había ido en contra de la voluntad del Eterno. La lucha que hubo entre Moshé y el Eterno fue una lucha entre la justicia del Eterno, revelada en la sentencia de muerte de la adúltera, cf. Deuteronomio 22:23-24, y la misericordia del Eterno, revelada en la intercesión de Moshé y la decisión final de perdonar al pueblo. El perdón del Eterno muestra que un esposo puede perdonar a su cónyuge aunque haya cometido adulterio. No está obligado a divorciarse, como está escrito en Oseas 3:1:
“Y HaShem me dijo: Ve otra vez, ama a una mujer amada por otro y adúltera, así como HaShem ama a los hijos de Israel a pesar de que ellos se vuelven a otros dioses y se deleitan con tortas de pasas.” (LBLA revisada)
32:15 “Entonces se volvió Moshé y descendió del monte con las dos tablas del testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados; por uno y por el otro estaban escritas.” (LBLA revisada) – Rashí dice que Moshé subió al monte el día 7 de siván, el tercer mes, para estar en la montaña durante 40 días. Esto significa que bajó el día 17 del cuarto mes.
32:17 “Al oír Yehoshúa el ruido del pueblo que gritaba, dijo a Moshé: Hay gritos de guerra en el campamento.” (LBLA revisada) – Yehoshúa había puesto su tienda a los pies del monte, y no estaba con el pueblo. Era un ayudante fiel, siempre listo para atender las necesidades de su jefe. Por esta fidelidad pudo luego ser su sucesor. El que sirve de manera práctica a los líderes que el Eterno ha levantado serán grandemente recompensados, cf. 2 Reyes 3:11; Marcos 9:41.
32:19 “Y sucedió que tan pronto como se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas; y se encendió la ira de Moshé, y arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte.” (LBLA revisada) – Las tablas fueron quebradas el día 17 del cuarto mes. En ese mismo día ocurrieron luego cosas tristes en la historia del pueblo judío. En ese día el rey malvado Antíoco Epífanes profanó el Templo estableciendo en él un ídolo. Durante el sitio de Jerusalén por los romanos, el sacrificio diario, korbán tamid, fue interrumpido en ese día. En el mismo día una brecha fue hecha en las murallas de Jerusalén tres semanas antes de la destrucción del templo el año 70 E.C. Ese día es un día de ayuno comunitario para el pueblo judío. Las tres semanas desde el 17 del cuarto mes hasta el día 9 del quinto mes, av, han sido fijadas como un período de duelo. Los dos templos fueron destruidos el día 9 de av, en hebreo “tishá be-av”.
32:25 “Y viendo Moshé al pueblo desenfrenado, porque Aharón les había permitido el desenfreno para ser burla de sus enemigos” (LBLA revisada) – La idolatría rompe las barreras de protección dentro de la sicología humana y causa que el hombre no puede mantener sus instintos bestiales bajo control. Por eso la idolatría lleva a la fornicación.
32:26 “se paró Moshé a la puerta del campamento, y dijo: El que esté por HaShem, venga a mí. Y se juntaron a él todos los hijos de Leví.” (LBLA revisada) – La tribu de Leví tomó la decisión de no compartir el acto de idolatría y cuando todo el pueblo fue invitado a mostrar si estaba a favor del Eterno, los levitas mostraron su fidelidad. Por esta causa fueron elegidos como los nuevos sacerdotes, en lugar de los primogénitos.
32:29 “Y Moshé dijo: Consagraos hoy a HaShem, pues cada uno ha estado en contra de su hijo y en contra de su hermano, para que hoy El os dé una bendición.” (LBLA revisada) – Esta consagración implicaba el sacerdocio. Leví había usado su espada para matar a todos los hombres de Shejem, cf. Génesis 34. Su ira fue maldecida por Yaakov, cf. Génesis 49:5-7. En esta ocasión su celo pudo ser canalizado para un fin sagrado, en perfecta obediencia al Eterno. Por esta razón recibió una bendición.
32:30 “Y sucedió que al día siguiente dijo Moshé al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, y yo ahora voy a subir a HaShem, quizá pueda hacer expiación por vuestro pecado.” (LBLA revisada) – Moshé subió otra vez para ponerse entre el Eterno y el pueblo como un medio expiatorio.
32:32 “Y ahora, si perdonas su pecado... y si no, bórrame del libro que has escrito.” (LBLA revisada) – Moshé se sacrificó a si mismo por amor del pueblo, de la misma manera como el Mesías Yeshúa. Según la Guemará,[16] se refiere al libro de la vida. Según Rashí se refiere a la Torá.
32:34 “Pero ahora ve, conduce al pueblo adonde te he dicho. He aquí, mi ángel irá delante de ti; mas el día que yo los visite, los castigaré por su pecado.” (LBLA revisada) – Ahora el Eterno no quiere morar dentro del pueblo con su shejiná, su presencia, sino quiere enviar un ángel en su lugar. La palabra que ha sido traducida como “visite” y “castigaré”, en hebreo pakad[17], significa también “tomar en cuenta”. Por la intercesión de Moshé el pueblo no fue castigado del todo en este momento por lo que había hecho, sino que lo será más adelante. Por esta razón el Talmud[18] dice que en cada momento de la historia cuando Israel es juzgado por sus pecados, también hay una pequeña retribución por lo que pasó con el becerro de oro.
33:1 “Entonces HaShem dijo a Moshé: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que has sacado de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Avraham, a Yitsjak y a Yaakov, diciendo: "A tu descendencia la daré."” (LBLA revisada) – Cuando uno viaja a Israel, siempre sube. La tierra de Israel es la más elevada de todas las tierras. Todavía el Eterno no dice que Israel es su pueblo. Tampoco dice que él va a ir con ellos.
33:2 “Y enviaré un ángel delante de ti, y echaré fuera al kenaanita, al emorita, al jitita, al perizita, al jivita y al yevusita.” (LBLA revisada) – Aquí sólo se mencionan seis de las siete naciones. Según el Midrash[19] y Rashí, el guirgashita había salido del país por su propia voluntad delante de los israelitas. En el Talmud[20] de Jerusalén se menciona que antes de proceder a la conquista Yeshoshúa envió un mensaje a los pueblos de Kenáan ofreciéndoles dos opciones: o se iban en paz o se quedaban. Si se quedaban serían exterminados. El pueblo guirgashí optó por abandonar la tierra y dirigirse a África.
33:3 “a una tierra que mana leche y miel; pues yo no subiré en medio de ti, no sea que te destruya en el camino, porque eres un pueblo de dura cerviz.” (LBLA) – Esto significaría que el proyecto del tabernáculo quedaba suspendido. El carácter de una cerviz dura puede servir para bien o para mal. En cuanto a no inclinarse y aceptar la voluntad del Eterno es malo, pero en cuanto a resistir las presiones de los pueblos, es bueno. El pueblo judío ha podido decir no a la idolatría y la asimilación de las naciones por esa dura cerviz. En ese caso ha servido para bien.
Tercera aliyá, 33:12-16
33:12 “Y Moshé dijo a HaShem: Mira, tú me dices: "Haz subir a este pueblo"; pero tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Además has dicho: "Te he conocido por tu nombre, y también has hallado gracia ante mis ojos."” (LBLA revisada) – La base de la oración de Moshé es la palabra que el Eterno ha dicho. Para que una oración tenga éxito tendrá que estar basada en la Escritura.
33:13 “Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tu camino para que yo te conozca y halle gracia ante tus ojos. Considera también que esta nación es tu pueblo.” (LBLA) – Este deseo de conocer al Eterno es el deseo más sublime que el hombre pueda tener. Moshé pidió tres cosas para sí mismo:
· Conocer el camino del Eterno. El camino del Eterno es su proceder, su manera de actuar.
· Conocer al Eterno. Es más profundo. Uno que conoce otra persona no solamente conoce lo que hace o dice sino también el motivo detrás de lo que hace y dice.
· Ver la gloria del Eterno, v. 18. Esto es el peso de la manifestación del Eterno.
Moshé también pidió que el pueblo fuera reconocido como el pueblo del Eterno.
33:14 “Y El respondió: Mi presencia irá, y yo te daré descanso.” (LBLA) – Aquí el Eterno promete que su presencia, literalmente “rostro”, va a ir con Moshé. A partir de ahora el trato que el Eterno tiene con el pueblo es en relación con Moshé. Como Moshé halló gracia, el pueblo halló gracia.
33:16 “¿Pues en qué se conocerá que he hallado gracia ante tus ojos, yo y tu pueblo? ¿No es acaso en que tú vayas con nosotros, para que nosotros, yo y tu pueblo, nos distingamos de todos los demás pueblos que están sobre la faz de la tierra?” (LBLA) – Vemos que la gracia dada a Moshé es pasada al pueblo. La palabra “gracia” en hebreo jen[21], significa “gracia”, “belleza”, “favor”, “aprecio”. La raíz de jen es janán[22], que significa “inclinarse para mostrar benevolencia a un inferior”, “compadecerse”, “conceder un favor”. La palabra “jen” aparece seis veces en este contexto. La primera vez que aparece en las Escrituras es en Génesis 6:8 donde está escrito:
“Mas Noaj halló gracia (jen) ante los ojos de HaShem.”
El Midrash[23] dice: “Noaj fue salvado no porque lo merecía, sino porque halló gracia.” Moshé halló gracia en los ojos del Eterno y el pueblo de Israel recibió el perdón por el pecado del becerro por medio de la gracia y el pacto fue renovado a base de esa gracia. Según esta parashá, hallar gracia ante los ojos del Eterno implica cinco cosas:
· Conocer los caminos del Eterno, v. 13.
· Conocer al Eterno, v. 13.
· Caminar con el Eterno, v. 16.
· Distinguirse de todos los pueblos de la tierra, v. 16-17, cf. 34:9.
· Obtener el perdón del Eterno, 34:9.
Cuarta aliyá, 33:17-23
33:18 “Entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.” (LBLA) – La palabra hebrea para “gloria” es kavod[24], que significa “peso”, “carga”, “honor”, “importancia”, “nobleza”, “majestad” “gloria”.
33:19 “Y El respondió: Yo haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré el nombre de HaShem delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión.” (LBLA revisada) – Moshé pidió ver la gloria del Eterno y Él responde hablando de toda su bondad. La gloria del Eterno es toda su bondad, cf. v. 22. Ver su gloria es ver la esencia de su bondad. En el versículo 20 parece ser que toda esa bondad está expresada en el rostro del Eterno. Moshé no podía ver el rostro del Eterno, lo cual corresponde a toda su bondad y toda su gloria. Sólo podía ver la espalda de toda esa bondad. El rostro del Eterno transmite luz, misericordia y paz, según está escrito en Números 6:24-26:
“HaShem te bendiga y te guarde; HaShem haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; HaShem alce sobre ti su rostro, y te dé paz” (LBLA revisada)
33:20 “Y añadió: No puedes ver mi rostro; porque nadie puede verme, y vivir.” (LBLA) – Los ángeles de Dios están viendo su rostro continuamente, como está escrito en Mateo 18:10:
“Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.” (LBLA)
Después de la resurrección seremos capaces de ver el rostro del Eterno, como está escrito en Mateo 5:8:
“Dichosos los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.” (LBLA)
En Revelación 22:4 está escrito:
“Ellos verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.” (LBLA)
El Infinito no tiene cuerpo, y por lo tanto no tiene rostro. La Torá habla el idioma humano y por eso la expresión “rostro” tiene que ver con la mayor revelación que existe del Eterno en este mundo.
33:21 “Entonces HaShem dijo: He aquí, hay un lugar conmigo, y tú estarás sobre la peña” (LBLA revisada) – Cerca del Eterno hay un lugar para Moshé. En realidad hay un lugar para cada uno de los hombres cerca del Eterno. Ningún otro podrá ocupar el lugar que el Eterno tiene preparado para ti, sólo tú. Si no ocupas ese lugar, quedará vacío. El Eterno te espera cada mañana en ese lugar, para que te presentes allí delante de él, junto con otros miles de sus siervos.
La peña simboliza al Mesías. Para poder estar delante del Eterno tienes que estar puesto sobre el Mesías. Él es el fundamento sobre el cual podemos estar cerca del Padre.
33:22 “y sucederá que al pasar mi gloria, te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.” (LBLA revisada) – Según Rashí, el Eterno se presentó cubierto en un talit rezando los 13 atributos de misericordia para que Israel aprendiera a rezar así.
33:23 “Después apartaré mi mano y verás mis espaldas; pero no se verá mi rostro.” (LBLA revisada) – Maimónides resumió la creencia judía en 13 principios. El principio número tres dice: “Yo creo con perfecta fe que Él no es corpóreo ni tiene aspecto corporal.” Cuando la Escritura habla de que el Eterno se manifiesta como si fuera un hombre, se entiende en el judaísmo tradicional como una manera metafórica de hablar de sus diferentes cualidades. Moshé pidió ver la gloria, y el Eterno habla de su rostro. Así que la gloria, una cosa abstracta, es comparada con el rostro, una cosa concreta. Maimónides enseña que cuando se habla de las espaldas del Eterno, no se debe de entender como algo concreto, como una forma física, sino sólo es una manera de hablar de sus atributos.
Quinta aliyá, 34:1-9
34:2 “Prepárate, pues, de mañana, y sube temprano al monte Sinai, y allí preséntate a mí en la cumbre del monte.” (LBLA revisada) – Esto es lo que el Eterno espera de cada uno de nosotros, que nos preparemos de mañana y subamos al monte a orar y tomemos ese lugar preparado allí sobre la roca junto al Padre.
34:5 “Y HaShem descendió en la nube y estuvo allí con él, mientras éste invocaba el nombre de HaShem.” (LBLA revisada) – Cuando te presentas ante el Eterno de mañana, él se acerca y está contigo para escuchar tus alabanzas y tus oraciones. El texto hebreo es ambiguo. No se sabe bien quién proclamó el Nombre del Eterno, Moshé o HaShem mismo. Hay rabinos que creen una cosa y otros que creen la otra.
34:6-7 “Entonces pasó HaShem por delante de él y proclamó: HaShem, HaShem, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad; el que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la rebeldía y el error, y que absuelve, pero no absuelve (completamente); el que toma en cuenta la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los nietos hasta la tercera y cuarta generación.” (LBLA revisada) – Estos son llamados los trece atributos de misericordia. Son los siguientes:
HaShem – el Eterno, misericordioso antes del pecado.
HaShem – el Eterno, misericordioso después del pecado y la teshuvá, arrepentimiento.
El – el fuerte.
Rajum – compasivo.
Ve-janún – y benevolente.
Erej apaim – tolerante. Espera que el malvado se arrepienta y no lo castiga inmediatamente.
Ve-rav jesed – y abundante en bondad. Da al hombre más allá de lo merecido.
Ve-emet – y verdad, fidelidad o confiabilidad. Es fiel en su comportamiento a todos.
Notser jesed la-alafim – preserva la bondad para dos mil generaciones, sobre los descendientes de un tsadik, justo.
Nosé avón – soporta la rebeldía.
Va-fesha – y transgresiones intencionales.
Ve-jataá – y errores, pecados no intencionales.
Ve-naké lo yenaké – absuelve y no absuelve. Cobra al pecador poco a poco. Absuelve al que se arrepiente pero no absuelve al que no se arrepiente.
Cuando toma en cuenta el pecado de los padres sobre los hijos se refiere a los hijos que prosiguen en el pecado de sus padres. Si el hijo se arrepiente, será perdonado y no le vendrá el castigo del pecado de sus padres, como está escrito en Ezequiel 18:
“Y vino a mí la palabra de HaShem, diciendo: ¿Qué queréis decir al usar este proverbio acerca de la tierra de Israel, que dice: "Los padres comen las uvas agrias, pero los dientes de los hijos tienen la dentera"? Vivo yo--declara el Señor Eterno-- que no volveréis a usar más este proverbio en Israel. He aquí, todas las almas son mías; tanto el alma del padre como el alma del hijo mías son. El alma que peque, ésa morirá. Pero el hombre que es justo, y practica el derecho y la justicia, y no come en los santuarios de los montes ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni amancilla a la mujer de su prójimo, ni se acerca a una mujer durante su menstruación; el hombre que no oprime a nadie, sino que devuelve al deudor su prenda; que no comete robo, sino que da su pan al hambriento y cubre al desnudo con ropa, que no presta dinero a interés ni exige con usura, que retrae su mano de la maldad y hace juicio verdadero entre hombre y hombre, que anda en mis estatutos y mis ordenanzas obrando fielmente, ése es justo; ciertamente vivirá--declara el Señor Eterno. Pero si engendra un hijo violento que derrama sangre y que hace cualquiera de estas cosas a un hermano (aunque él mismo no hizo ninguna de estas cosas), que también come en los santuarios de los montes y amancilla a la mujer de su prójimo, oprime al pobre y al necesitado, comete robo, no devuelve la prenda, que levanta sus ojos a los ídolos y comete abominación, que presta a interés y exige con usura; ¿vivirá? ¡No vivirá! Ha cometido todas estas abominaciones, ciertamente morirá; su sangre será sobre él. Mas he aquí, si engendra un hijo que observa todos los pecados que su padre ha cometido, y viéndolo no hace lo mismo, no come en los santuarios de los montes, ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni amancilla a la mujer de su prójimo, que no oprime a nadie, ni retiene la prenda, ni comete robo, sino que da su pan al hambriento y cubre al desnudo con ropa, que retrae su mano del pobre, no cobra interés ni usura, cumple mis ordenanzas y anda en mis estatutos, ése no morirá por la iniquidad de su padre, ciertamente vivirá. Su padre, que practicó la extorsión, robó a su hermano e hizo lo que no era bueno en medio de su pueblo, he aquí, morirá por su iniquidad. Y vosotros decís: "¿Por qué no carga el hijo con la iniquidad de su padre?" Cuando el hijo ha practicado el derecho y la justicia, ha observado todos mis estatutos y los ha cumplido, ciertamente vivirá. El alma que peque, ésa morirá. El hijo no cargará con la iniquidad del padre, ni el padre cargará con la iniquidad del hijo; la justicia del justo será sobre él y la maldad del impío será sobre él. Pero si el impío se aparta de todos los pecados que ha cometido, guarda todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá, no morirá. Ninguna de las transgresiones que ha cometido le serán recordadas; por la justicia que ha practicado, vivirá. ¿Acaso me complazco yo en la muerte del impío--declara el Señor Eterno-- y no en que se aparte de sus caminos y viva? Pero si el justo se aparta de su justicia y comete iniquidad, actuando conforme a todas las abominaciones que comete el impío, ¿vivirá? Ninguna de las obras justas que ha hecho le serán recordadas; por la infidelidad que ha cometido y el pecado que ha cometido, por ellos morirá.
Y vosotros decís: "No es recto el camino del Señor." Oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿No son vuestros caminos los que no son rectos? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete iniquidad y muere a causa de ello, por la iniquidad que ha cometido, morirá. Y cuando el impío se aparta de la maldad que ha cometido y practica el derecho y la justicia, salvará su vida. Porque consideró y se apartó de todas las transgresiones que había cometido, ciertamente vivirá, no morirá. Pero la casa de Israel dice: "El camino del Señor no es recto." ¿No son rectos mis caminos, oh casa de Israel? ¿No son vuestros caminos los que no son rectos? Por tanto, os juzgaré, a cada uno conforme a su conducta, oh casa de Israel--declara el Señor Eterno--. Arrepentíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea piedra de tropiezo. Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel? Pues yo no me complazco en la muerte de nadie --declara el Señor Eterno--. Arrepentíos y vivid.” (LBLA revisada)
34:8 “Y Moshé se apresuró a inclinarse a tierra y se prosternó” (LBLA revisada) – Esta es la respuesta adecuada del hombre ante la gloria y la bondad de HaShem.
34:9 “y dijo: Si ahora, Eterno, he hallado gracia ante tus ojos, vaya ahora HaShem en medio de nosotros, aunque el pueblo sea de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por posesión tuya.” (LBLA revisada) – Moshé se basa en la revelación de los 13 atributos de misericordia para pedir perdón a favor del pueblo.
Sexta aliyá, 34:10-26
34:10 “Y contestó: He aquí, voy a hacer un pacto. Delante de todo tu pueblo haré maravillas que no se han hecho en toda la tierra ni en ninguna de las naciones; y todo el pueblo en medio del cual habitas verá la obra de HaShem, porque es cosa temible la que haré contigo.” (LBLA revisada) – El pacto es renovado, pero Moshé es el receptor del pacto y el pueblo es el beneficiario, cf. v. 27. De manera similar el pacto fue renovado con el Mesías y por medio de él con todos los que están en él.
34:12 “Cuídate de no hacer pacto con los habitantes de la tierra adonde vas, no sea que esto se convierta en tropezadero en medio de ti” (LBLA) – Yehoshúa fue engañado y falló en cumplir esta orden, cf. Josué 9.
34:23 “Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante de HaShem, el Señor, Dios de Israel.” (LBLA revisada) – Aquí el Eterno se llama el Dios de Israel, lo cual es una muestra de que ha renovado el pacto matrimonial con su pueblo.
Séptima aliyá, 34:27-35
34:27 “Entonces HaShem dijo a Moshé: Escríbete estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho un pacto contigo y con Israel.” (LBLA revisada) – El pacto fue hecho con Moshé y con Israel. De la misma manera tenemos a Yeshúa como el mediador del pacto renovado con Israel, como está escrito en Hebreos 8:6:
“Pero ahora él ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto es también el mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.” (LBLA)
En Hebreos 9:15 está escrito:
“Y por eso él es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna.” (LBLA)
34:29 “Y aconteció que cuando Moshé descendía del monte Sinai con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, Moshé no sabía que la piel de su rostro resplandecía por haber hablado con Dios.” (LBLA revisada) – Según el Midrash[25] Moshé volvió a los hijos de Israel el día 10 del séptimo mes, tishrí. Ese día fue establecido como el gran día del perdón, yom kipur.
HaShem prometió hacer cosas tremendas con Moshé. Esta fue la primera. Su rostro brillaba por haber hablado con Dios. De manera parecida la piel de Yeshúa fue transformada en el monte, cf. Mateo 17:1ss, Daniel 12:3; Mateo 13:43; Filipenses 3:21; Revelación 1:16. El fin de la gloria que resplandecía en el rostro de Moshé es el Mesías, como está escrito en 2 Corintios 3:7-18:
“Y si el ministerio de muerte (para hombres mortales) grabado con letras en piedras fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moshé por causa de la gloria de su rostro, que se desvanecía, ¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia. Pues en verdad, lo que tenía gloria, en este caso no tiene gloria por razón de la gloria que lo sobrepasa. Porque si lo que se desvanece fue con gloria, mucho más es con gloria lo que permanece (la vida indestructible). Teniendo, por tanto, tal esperanza, hablamos con mucha franqueza, y no somos como Moshé, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin de aquello que había de desvanecerse (el Mesías). Pero el entendimiento de ellos se endureció; porque hasta el día de hoy, en la lectura del antiguo pacto el mismo velo permanece sin alzarse, pues sólo en el Mesías es quitado. Y hasta el día de hoy, cada vez que se lee a Moshé, un velo está puesto sobre sus corazones; pero cuando alguno se vuelve al Señor, el velo es quitado. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.” (LBLA revisada)
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