Parashá 37 Shelaj Lejá
Números 13:1 – 15:41
Aliyás de la Torá:
1. 13:1-20
2. 13:21 – 14:7
3. 14:8-25
4. 14:26 – 15:7
5. 15:8-16
6. 15:17-26
7. 15:27-41
8. Maftir 15:38-41
Haftará: Josué 2:1-24
Shelaj lejá
significa “envía tú”
Primera aliyá, 13:1-20
13:2 “Tú mismo envía hombres a fin de que reconozcan la tierra de Kenáan, que voy a dar a los hijos de Israel; enviarás un hombre de cada una de las tribus de sus padres, cada uno de ellos jefe entre ellos.” (LBLA revisada) – Las primeras palabras hebreas de esta oración shelaj lejá significan literalmente “envía para ti” o “envía por ti”. La idea de enviar espías no venía de HaShem o de Moshé, sino del pueblo, como está escrito en Deuteronomio 1:22-23:
“Entonces todos vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: "Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos traigan noticia del camino por el cual hemos de subir y de las ciudades a las cuales entraremos.” Y me agradó el plan, y tomé a doce hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu.” (LBLA)
A Moshé le agradó el plan y HaShem se lo concedió. Pero como HaShem no había tomado la iniciativa para enviar espías, al dar la orden, le dice a Moshé: “envía para ti”, con otras palabras: “tú eres el que está interesado en hacer esto, así que hazlo tú. Yo no tomé la iniciativa para este plan y no es agradable para mí pero si quieres hacerlo, envíalos tú.”
El hecho de enviar exploradores es más bien una manifestación de falta de confianza en HaShem. La mente humana normalmente quiere tener seguridad antes de tomar decisiones. La seguridad que se obtiene de las circunstancias naturales es engañosa, pero la seguridad que viene de las promesas de HaShem es firme y no falla. Aunque el plan había agradado a Moshé, él muestra su gran espiritualidad al no enviar estos espías sin consultar a HaShem. HaShem acepta la propuesta y da una orden, como está escrito en el versículo 3a:
“al mandato (literalmente “boca”) de HaShem” (LBLA revisada)
13:4 “Y estos eran sus nombres: de la tribu de Reuvén, Shamúa, hijo de Zajur” (LBLA revisada) – En esta lista otra vez Reuvén está mencionado como el primogénito.
13:6 “de la tribu de Yehudá, Calev, hijo de Yefuné” (LBLA revisada) – Calev fue hijo de Jezrón, hijo de Perets, hijo de Yehudá, cf. 1 Crónicas 2:3-5, 18. Calev representaba la tribu de Yehudá. Pero ¿porqué fue llamado cenezeo (heb kenizí) en Números 32:12 y Josué 14:6, 14, como está escrito:
“Calev, hijo de Yefuné cenezeo”?
En Génesis 36:11 se habla de un tal Kenaz (Cenaz) que era hijo de Elifaz, hijo de Esav, pero la pregunta es si Calev tenía algo que ver con él. Rashí cita el Midrash[1] que dice que Calev era hijo adoptivo de Kenaz y que la madre de Caleb dio a luz a Otniel para Kenaz. Según Radak,[2] después de haber muerto Yefuné, su viuda se casó con Kenaz, de quien dio a luz Otniel. Por esto Otniel y Kalev eran medio hermanos por parte materna. Según Aryeh Coffman,[3] Calev se crió en casa de Kenaz, y por esto es llamado kenizí (cenezeo) que es un sobrenombre derivado del Kenaz.
En Josué 15:17 está escrito:
“Y Otniel, hijo de Kenaz, hermano de Calev, la tomó, y él le dio a su hija Ajsá por mujer.” (LBLA revisada)
Esto nos enseña que la Torá habla de dos hombres diferentes con el nombre Kenaz, un edomita y un israelita. La herencia tribal y la herencia de la tierra de Israel vienen por la vía paterna. Así que si Calev hubiera sido descendiente directo de Kenaz, nieto de Esav, no podría tener ninguna identidad tribal y por lo tanto no podría representar la tribu de Yehudá.
Calev tenía un espíritu muy hermoso. Su nombre significa “como el corazón”. El hacía las cosas de corazón y entrega al Eterno. Junto con Yehoshúa fue el único de todos los que fueron contados de los que salieron de Egipto, que entró en la tierra prometida. Esto nos habla de la entrega del corazón de este hombre.
Calev tenía 40 años en el momento de ser enviado como explorador, según Josué 14:10-11, donde está escrito:
“Y ahora, he aquí, HaShem me ha permitido vivir, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años, desde el día en que HaShem habló estas palabras a Moshé, cuando Israel caminaba en el desierto; y he aquí, ahora tengo ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día en que HaShem me envió; como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.” (LBLA revisada)
Calev es un ejemplo de un hombre que sirvió a HaShem de corazón y habló desde un corazón entregado aunque todos los demás fueron infieles. ¡Seamos como él!
13:8 “de la tribu de Efrayim, Hoshea, hijo de Nun” (LBLA revisada) – La tribu de Efrayim tenía a Hoshea (Oseas) como su explorador. Su nombre fue cambiado por el de Yehoshúa. Hoshea[4] significa “salvador” o “libertador” y Yehoshúa[5] significa “HaShem salvó”. Moshé añadió la letra yud al nombre Hoshea y así su nombre empieza con las tres primeras letras del Nombre del Eterno, yud, hey y vav. Este nuevo nombre le fue revelado a Moshé desde el cielo en relación al Mesías que iba a venir más adelante. En el texto masorético está escrito "Yehoshúa" (yud, hey, vav, shin, ayin), que fue traducido al castellano como "Josué". La forma abreviada de este nombre es “Yeshúa”. Esa forma aparece tanto en los textos hebreos antiguos como en los escritos arameos del Tanaj (AT).
En el tiempo del rey David encontramos en el texto hebreo dos maneras de escribir el nombre Yonatán (Jonatán), una forma más larga y otra abreviada. En 1 Samuel 13:2 y 3 aparece su nombre en el texto hebreo como Yonatán (yud, vav, nun, tav, nun) y en 1 Samuel 14:6 y 8 aparece la forma larga Yehonatán (yud, hey, vav, nun, tav, nun). Esto nos enseña que el mismo nombre puede aparecer con dos formas diferentes en el mismo contexto, incluso en el mismo versículo, como se ve en1 Samuel 19:1:
“Shaúl dijo a su hijo Yonatán y a todos sus siervos que dieran muerte a David; pero Yehonatán, hijo de Shaúl, apreciaba grandemente a David.” (LBLA revisada)
En el texto hebreo de Nehemías 8:17 aparece el nombre “Yeshúa hijo de Nun” como un sustituto de la forma más antigua “Yehoshúa hijo de Nun”, que aparece en el Jumash (El Pentateuco) y en el libro de Josué. (Cuando se refiere al hijo de Nun, los traductores al castellano han escrito “Josué” independiente si el texto hebreo usa la forma larga Yehoshúa o la forma abreviada Yeshúa, al igual que en el ejemplo que vimos de Jonatán).
En el texto hebreo de Esdras 3:2, se habla del sumo sacerdote “Yeshúa (yud, shin, vav, ayin), hijo de (en hebreo: “ben”) Yotsadak (Josadac)”. El mismo hombre aparece en Esdras 5:2 (donde el texto original está en arameo) con el mismo nombre “Yeshúa, hijo de (en arameo: "bar") Yotsadak (Josadac)”. El nombre “Yeshúa” es usado tanto en el texto original hebreo como en el texto original arameo. (Ciertas partes del Tanaj fueron escritas originalmente en el idioma arameo).
Sin embargo, si comparamos con Hageo 1:1 vemos que el mismo sumo sacerdote aparece con el nombre de “Yehoshúa ben Yehotsadak (Josadac)”. Esta es la forma más antigua.
¿Entonces qué nombre fue el que dijo el ángel a Yosef y Miryam que pusieran sobre el hijo que iba a nacer, como está escrito en Mateo 1:21:
“Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre..., porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” (LBLA revisada)?
En Lucas 1:31 está escrito:
“Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre...” (LBLA revisada)
En los dos libros Esdras y Nehemías, que vivían después del cautiverio babilónico, aparece la forma abreviada “Yeshúa” en 26 ocasiones. En estos dos libros no aparece la forma larga “Yehoshúa”. Sin embargo, en los dos libros de los profetas Zejariyá (Zacarías) y Jagai (Hageo) aparece la forma larga “Yehoshúa” 11 veces, pero la forma corta “Yeshúa” no aparece en ningún lugar de sus libros. Estos dos profetas también vivían después del exilio babilónico. Los dos están usando la forma larga del nombre, mientras que sus contemporáneos Ezrá y Nejemiyá usan la forma abreviada “Yeshúa”. Esto nos enseña que ambas formas del nombre eran válidas durante el tiempo del segundo templo y donde había una mayor influencia del arameo, hay una tendencia general a usar la forma abreviada del nombre. La conclusión es que el nombre del salvador es tanto Yehoshúa como Yeshúa. Hoy en día los judíos creyentes en él que viven en Israel y hablan en hebreo le llaman “Yeshúa”.
En cuanto a la forma griega Iesous quisiera citar un texto escrito por el Dr. Luis Morales:
"Nos encontramos que en griego aparece el nombre de nuestro Mesías como “Iesous”, pero Iesous no significa nada en griego, a no ser en el dialecto jónico, donde “Iesous” es el genitivo de “Ies” que significa al Elohim Baco, el Elohim de las bacanales.”
(El Dr. Morales usa la palabra Elohim como sustituto de la palabra dios)
Más adelante en el mismo artículo sigue:
"Vemos entonces que el griego “Iesous” no es sino un esfuerzo de transliterar la palabra hebrea “Yeshúa”, solo que en griego el sonido “she” suave no existe y por eso se utilizó el sonido “ese” y la terminación en “a” de la palabra “Yeshúa” expresa un femenino, por eso se utilizó el sonido “ese”.
"De manera semejante la “y” de Yeshúa (que se llama “yod” en hebreo y que es la letra más pequeña del alefato (o del abecedario hebreo)) pasó al castellano como “jota”. (De ordinario la yod se transformó en castellano en jota. De ahí que en Mattityahu, Mateo 5:18 se diga “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.” O que en vez de decir “Yehudah”, se diga “Judá”. O que se diga “Jerusalén” en vez de “Yerushalayim”. O que se diga “Jacobo” en vez de “Yaakob”). Todo esto explica como la palabra “Yeshúa” se transformó en castellano en “Jesús”.
"Fue un buen esfuerzo de transliteración, es decir, de tratar de pronunciar el nombre como se pronuncia en el idioma original. Y es que los nombres no se traducen, sino se transliteran. Todos sabemos, por ejemplo, que Giuseppe Verdi, el nombre del famoso músico italiano significa “José Verde”, pero nadie lo traduce sino lo translitera. El nombre de nuestro Mesías en su idioma original, el hebreo, es Yeshúa. Si ahora podemos pronunciarlo en su originalidad, respetemos la regla universal de no traducir sino de transliterar los nombres.”
La Septuaginta, la traducción griega del original hebreo, que fue hecho casi dos cientos años antes del nacimiento de Yeshúa, usa la forma griega Iesous como una traducción, o transliteración, del nombre hebreo Yehoshua, por ejemplo en Números 13:17.
En conclusión podemos decir que el nombre hebreo Yehoshúa es la forma antigua del nombre Yeshúa. El nombre Yeshúa es un sustituto abreviado del nombre Yehoshúa tanto en los textos originales hebreos como los textos originales arameos. Por lo tanto, podemos decir que las dos formas son dos maneras de hablar del mismo nombre. Esto nos da la conclusión de que es correcto decir "Yeshúa" y es correcto decir "Yehoshúa".
Pero si usamos el nombre Yehoshúa para hablar del Mesías corremos el riesgo de confundirlo con Yehoshúa hijo de Nun. En Israel, hoy en día, cuando se menciona el nombre Yehoshúa, normalmente hace referencia al hijo de Nun. El nombre Iesous, que aparece en el texto griego de Los Escritos Mesiánicos, no es otra cosa que un intento de transliterar el nombre hebreo Yeshúa.
13:16b “a Hoshéa, hijo de Nun, Moshé lo llamó Yehoshúa” – Moshé tuvo la revelación del Mesías Yeshúa, como está escrito en Juan 5:46:
“Porque si creyerais a Moshé, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.” (LBLA revisada)
HaShem reveló a Moshé el nombre del Mesías que iba a venir, en su forma antigua y amplia. De esa manera este explorador Yehoshúa hijo de Nun constituye una figura profética del Mesías.
Su nombre es el mismo que el del Mesías.
Fue un siervo fiel a Moshé en todo momento, al igual que el Mesías.
Tomó el lugar de Moshé, el Mesías iba a ser como Moshé.
Fue el que introdujo al pueblo en la Tierra prometida, como el Mesías va a introducir a los fieles en el reino venidero.
Él cruzó el río Yardén ileso, simbolizando la muerte y la resurrección.
Etc.
Yehoshúa vino de la tribu de Efrayim, hijo de Yosef. Por esto hay otra señal de que el Mesías tenía que ser hijo de Yosef de manera profética y cumplir el papel del Mesías sufriente para luego ser levantado en alto, al igual que Yosef en Egipto.
Al mismo tiempo vemos aquí una conexión interesante entre el Mesías y la tribu de Efrayim que representa a las tribus dispersas y perdidas de Israel. El Mesías tiene el papel de representar y restaurar esas tribus perdidas.
Además vemos que el nombre largo de Yehoshúa significa que Yah es el que salva, como está escrito en Isaías 43:11:
“Yo, yo soy HaShem, y fuera de mí no hay salvador.” (LBLA revisada)
En Isaías 45:21 está escrito:
“Declarad y presentad vuestro caso; sí, que deliberen juntos: ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad y lo ha declarado desde entonces? ¿No soy yo, HaShem? No hay más Dios que yo, un Dios justo y salvador; no hay ninguno fuera de mí.” (LBLA revisada)
En Oseas 13:4 está escrito:
“Mas yo he sido HaShem tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro Dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo.” (LBLA revisada)
En 1 Timoteo 1:1 está escrito:
“Pablo, shaliaj del Mesías Yeshúa por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Mesías Yeshúa nuestra esperanza” (LBLA revisada)
En 1 Timoteo 2:3 está escrito:
“Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” (LBLA)
Si Yah, el Padre Eterno, es el único Salvador, ¿cómo es que ahora un hombre, Yeshúa recibe el título de salvador, como está escrito en Lucas 2:11:
“porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Señor el Mesías.” (LBLA revisada)
En Juan 4:42 está escrito:
“decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundo.” (LBLA revisada)
La respuesta es que HaShem es el que salva por medio de sus agentes. Noaj fue un salvador del mundo en su tiempo. Moshé fue un salvador en su tiempo. La reina Ester fue una salvadora en su tiempo, cf. Abdías 21. Pero ninguno de ellos podía liberar al hombre del pecado y de la muerte. Por lo tanto Yeshúa HaMashíaj es el salvador de Israel y del mundo por excelencia, enviado por el Padre precisamente con el fin de salvarnos de nuestros pecados y todas sus consecuencias desastrosas.
En Hechos 5:31 está escrito:
“A éste Dios exaltó a su diestra como Príncipe y Salvador, para dar arrepentimiento a Israel, y perdón de pecados.” (LBLA)
En Hechos 13:23 está escrito:
“De la descendencia de éste, conforme a la promesa, Dios ha dado a Israel un Salvador, Yeshúa.” (LBLA revisada)
En 1 Juan 4:14 está escrito:
“Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.” (LBLA revisada)
Yehoshúa entró en la tierra dos veces durante su vida. La primera vez solamente fue una visita de 40 días para explorar la tierra. La segunda vez fue con la fuerza para conquistarla y sujetarla al Reino de los cielos. De la misma manera, cuando estuvo el Mesías en la tierra de Israel la primera vez, su visita duraba sólo unos años y no usó la fuerza bélica para implantar el Reino. Pero cuando vuelva por segunda vez, vendrá como líder de todos los ejércitos celestiales para establecer definitivamente el Reino de Dios en la tierra de Israel y el mundo entero.
Segunda aliyá, 13:21 – 14:7
13:25 “Y volvieron de reconocer la tierra al cabo de cuarenta días” (LBLA) – Según el Midrash,[6] la noche en que volvieron fue el noveno día del quinto mes, llamado av, el mismo día cuando, según la tradición, los hijos de Israel habían empezado el culto al becerro de oro. Esa noche HaShem juró que los hijos de Israel iban a ser dispersados entre las naciones, como está escrito en el Salmo 106:24-27:
“Aborrecieron la tierra deseable, no creyeron en su palabra, sino que murmuraron en sus tiendas, y no escucharon la voz de HaShem. Por tanto, les juró abatirlos en el desierto, y esparcir su simiente entre las naciones, y dispersarlos por las tierras.” (LBLA revisada)
Por esta razón este día fue transformado en un día de calamidad para la historia judía. En ese día fueron destruidos los dos templos. En ese día fue derrotada la última revuelta de los judíos contra Roma en el año 135. En ese día fueron expulsados los judíos de España en el año 1492. En ese día ocurrieron varios otros eventos trágicos en la historia judía. El 9 de av, en hebreo tishá be-av, es un día de ayuno y luto nacional para el pueblo judío. Pero el profeta promete que se convertirá en un día de alegría, como está escrito en Zacarías 8:19:
“Así dice HaShem de los ejércitos: "El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la casa de Yehudá en gozo, alegría y fiestas alegres. Amad, pues, la verdad y la paz.”” (LBLA revisada)
13:30 “Entonces Calev hizo callar al pueblo delante de Moshé, y dijo: Debemos ciertamente subir y tomar posesión de ella, porque sin duda la conquistaremos.” (LBLA revisada) – Calev era un hombre de fe y hablaba fe con su boca. Lo que hay en el corazón habla la boca. Su nombre significa “según el corazón” y así dio un informe según su corazón. El iba en contra de la corriente y confiaba en las promesas de HaShem. Lo que él creyó en ese momento lo recibió más tarde.
13:31 “Pero los hombres que habían subido con él dijeron: No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.” (LBLA revisada) – Los diez exploradores hablaban palabras negativas que iban en contra de las promesas de HaShem. Humanamente hablando tenían razón, pero el pueblo del Eterno no ha sido llamado a caminar de manera natural, sino sobrenatural. Por lo tanto, la única manera de poder conquistar la tierra, era por medio de la ayuda del Eterno. Pero estos hombres no quisieron confiar en HaShem. Solamente evaluaban las cosas de manera natural. Ellos no tenían fe y por lo tanto no recibieron lo que HaShem había prometido, como está escrito en Hebreos 4:1-2:
“Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.” (LBLA)
Las promesas de HaShem tienen que ir acompañadas por la fe en los que las oyen para que puedan tener su cumplimiento. La confianza en las promesas de HaShem es un requisito para poder beneficiarse de ellas. Si estás en problemas, ante gigantes y ante una tarea que humanamente es imposible realizar, la única manera de poder pasar por en medio en victoria es confiar en las promesas del Eterno. Por lo tanto, memoriza las promesas, medita en ellas día y noche, escríbelas en papeles y pégalas en las paredes de tu casa, cántalas, repítelas a tus hijos, ponlas en tu corazón y háblalas con tu boca y verás como tu corazón será fortalecido para poder recibir lo que dicen las palabras poderosas del Todopoderoso y Fiel.
13:32 “Y dieron un mal informe a los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por la que hemos ido para reconocerla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que vimos en ella son hombres de gran estatura.” (LBLA revisada) – Hablaron mal de la tierra, del regalo que el Eterno les estaba dando. El Midrash[7] cuenta que delante de los espías HaShem envió una plaga, de manera que ellos vieron muertos por todas partes. En lugar de ver la mano poderosa de HaShem dedujeron que la tierra estaba haciendo daño a sus habitantes. La tierra de Israel es algo especial para HaShem. Sus ojos están sobre ella durante todo el año, como está escrito en Deuteronomio 11:12:
“Es una tierra que HaShem tu Dios cuida; los ojos de HaShem tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año.” (LBLA revisada)
Por esto constituye un delito muy grave hablar mal de la tierra de Israel. Por causa de su actitud negativa hacia la tierra de Israel estos exploradores sufrieron la muerte.
14:1 “Entonces toda la congregación levantó la voz y clamó, y el pueblo lloró aquella noche.” (LBLA revisada) – Según Rashí, aquí la palabra congregación, en hebreo edá,[8] no se refiere a todo el pueblo sino al sanedrín, los 70 líderes principales. Ellos hicieron más caso al informe negativo que del informe positivo. A la carne le gusta más las noticias malas que las buenas. Las malas noticias venden mejor que las buenas. En lugar de escuchar la Palabra del Eterno que había dado tantas promesas, y además con señales y prodigios, hicieron caso a palabras llenas de incredulidad y no pudieron esperar en un futuro positivo. Es muy importante que cuidemos nuestro corazón para que no entren dudas de las palabras de HaShem. ¿Qué informe escuchas? ¿El del cielo o el de los hombres?
Según las palabras de cada uno, así le sucedió. Calev y Yehoshúa entraron en la tierra, conforme a sus propias palabras, y el pueblo murió en el desierto, conforme a sus propias palabras. ¿Cómo quieres que sea tu futuro? El futuro depende de tus palabras. ¡Úsalas correctamente!
14:4 “Y se decían unos a otros: Nombremos un jefe y volvamos a Egipto” – La democracia no es la mejor forma de dirigir un pueblo. Si el pueblo de Israel hubiera sido sujeto a las normas democráticas de la sociedad moderna, hubieran vuelto a Egipto. Hubieran votado con la mayoría para tener un gobierno nuevo, sin Moshé. Pero HaShem tenía otro plan porque Él no se somete a la mayoría. El poder principal no viene del pueblo, sino del Cielo.
Tercera aliyá, 14:8-25
14:11 “Y HaShem dijo a Moshé: ¿Hasta cuándo me desdeñará este pueblo? ¿Y hasta cuándo no creerán en mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos?” (LBLA revisada) – Todo este conflicto tenía una causa, la incredulidad. La incredulidad es la falta de confianza y la falta de fidelidad. El pueblo eligió no creer al Eterno. Escogieron palabras de derrota en lugar de las promesas de victoria, y así les alcanzó la derrota. La fe se basa en lo que el Eterno ha dicho, como está escrito en Romanos 4:18; 10:17:
“El creyó en esperanza contra esperanza, a fin de llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: ASÍ SERÁ TU DESCENDENCIA… Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra del Mesías.” (LBLA revisada)
Tenían suficientes palabras del cielo para poder creer, pero tomaron la decisión de no hacerlo. Por eso el Eterno se cansó de ellos.
14:12 “Los heriré con pestilencia y los desalojaré, y a ti te haré una nación más grande y poderosa que ellos.” (LBLA revisada) – Moshé tuvo la oportunidad de ser el padre de una gran nación. Sin embargo rechazó esa oportunidad por amor al pueblo. De la misma manera Yeshúa no vino para rechazar a Israel y buscarse un nuevo Israel, sino para restaurar las 12 tribus de Israel y además injertar a los gentiles en la parte espiritual del pueblo santo. Él no creó una nueva entidad, aparte de Israel, llamada Iglesia.
14:13 “Pero Moshé respondió a HaShem: Entonces lo oirán los egipcios, pues tú sacaste a este pueblo de en medio de ellos con tu poder” (LBLA revisada) – ¿Qué argumentos usaba Moshé en la intercesión?
Los egipcios oirán que tú no pudiste cumplir tu promesa. Está en juego el honor de HaShem, si Su promesa se cumplirá o no. El testimonio ante las naciones es muy importante.
Las naciones de la tierra de Kenáan dirán: “HaShem no pudo…”. El honor de HaShem está en juego, y por eso Moshé está más interesado en él que de la supervivencia del pueblo. El pueblo merece morir. Pasaron las diez pruebas y fallaron todas. Por eso el argumento que usa Moshé no es que el pueblo sea salvo, sino de que el honor de HaShem sea salvado.
Basándose en la revelación de los 13 atributos de misericordia, Moshé reclama que el Eterno actúe según quien es, misericordioso, que perdona… “Muestra quien eres, conforme a lo que dijiste.” Vemos, por lo tanto, que también en este caso el Nombre de HaShem es el motivo de la intercesión de Moshé. El deseo de Moshé es que el Eterno sea conocido en el mundo, y por eso se interpone a la propuesta del exterminio del pueblo y un plan nuevo, aunque él mismo fuera el protagonista.
¡Qué corazón tenía Moshé! Tuvo la oportunidad de ser el padre de un nuevo Israel, pero no buscó su propia fama, ni que su propio nombre fuera engrandecido. Tenía más interés por el Nombre de HaShem que por su propio nombre. ¡Qué ejemplo para nosotros!
Ahora bien, la promesa de que los descendientes de Moshé fueran multiplicados se cumplió, según está escrito en 1 Crónicas 23:17b:
“los hijos de Rejavyá fueron muchos.” (LBLA revisada)
14:20 “Entonces HaShem dijo: Los he perdonado según tu palabra” (LBLA revisada) – Las palabras de Moshé estaban de acuerdo con las palabras y el honor del Eterno y por eso su oración tuvo éxito. Ora las palabras del Eterno y tu oración tendrá éxito. Es más, nunca se debe orar o hablar de cosas que no estén de acuerdo con la Torá, como está escrito en 1 Pedro 4:11a:
“El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios” (LBLA)
14:21 “pero ciertamente, vivo yo, que toda la tierra será llena de la gloria de HaShem” (LBLA revisada) – Esto sucederá durante el reinado mesiánico.
14:22 “ciertamente todos los que han visto mi gloria y las señales que hice en Egipto y en el desierto, y que me han puesto a prueba estas diez veces y no han oído mi voz” (LBLA revisada) – Los hijos de Israel fueron probados diez veces, como nuestro padre Avraham, y fallaron en todas las pruebas. Lo más importante no es lo que uno hace cuando es probado sino cómo uno reacciona. Todas las veces que el pueblo fue puesto a prueba murmuraron. Por eso no eran dignos de entrar en la tierra.
El Talmud[9] nombra las diez veces que el pueblo probaron a HaShem: Dos en el mar de Suf, cf. Éxodo 14:11; Salmo 106:7; dos a causa del agua, cf. Éxodo 15:23-24; 17:1-3; dos a causa del maná, cf. Éxodo 16:19-20, 27; dos a causa del alimento, cf. Éxodo 16:3; Números 11:4; una vez con el becerro de oro, cf. Éxodo 32:4; y una vez con el pecado de los exploradores, cf. Números 14:1.
Cuarta aliyá, 14:26 – 15:7
14:27 “¿Hasta cuando a esta malévola asamblea, que ellos provocan que se quejen contra mí? Las quejas de los Hijos de Israel que ellos provocan contra Mi Yo he escuchado.” (LBLA)[10] – Dos grupos de personas son mencionados en este versículo; la “asamblea” y los hijos de Israel. Según Rashí, esta “asamblea”, en hebreo edá, son los diez espías que provocaron que los hijos de Israel se quejaran y se revelaran contra el Eterno. De allí se aprende que una asamblea constitucional, legalmente compuesta, tiene que tener como mínimo diez varones, en hebreo minyán.
Según Mizrají,[11] la palabra edá literalmente significa “asamblea” o “congregación”. Se deriva de la raíz yud, ayin, dalet, que implica reunirse para un fin determinado, y es por eso que la Torá la utiliza para referirse a un grupo homogéneo de individuos que comparten un propósito único.
14:28 “Diles: "Vivo yo"--declara HaShem-- "que tal como habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.” (LBLA revisada) – Como el hombre ha sido creado a la imagen de HaShem le ha sido dado mucho poder en su lengua. ¿Quieres que sucedan cosas buenas en tu vida? Habla bien y obedece los mandamientos, como está escrito en el Salmo 34:11-14
“Venid, hijos, escuchadme; os enseñaré el temor de HaShem. ¿Quién es el hombre que desea vida y quiere muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela.” (LBLA revisada)
14:29 “En este desierto caerán vuestros cadáveres, todos vuestros enumerados de todos los contados de veinte años arriba, que han murmurado contra mí.” (LBLA revisada) – Según los Midrashim,[12] las mujeres, los hombres mayores de 60 años y la tribu de Leví estaban excluidos de esta sentencia, porque sólo los que fueron contados, no tenían el derecho de entrar.
“de veinte años arriba” – De aquí aprendemos que el juicio divino llega sobre una persona a partir de los 20 años. A partir de los 13 tiene la responsabilidad de caminar con HaShem. Y si no decide caminar correctamente durante sus primeros años de vida adulta, el juicio no caerá sobre él hasta la edad de los 20 años.
14:34 “Según el número de los días que reconocisteis la tierra, cuarenta días, por cada día llevaréis vuestra culpa un año, hasta cuarenta años, y conoceréis mi enemistad.” (LBLA) – De esto aprendemos que proféticamente se puede comparar un día con un año y viceversa. Un año puede representar un día y un día puede representar un año, cf. 2 Pedro 3:8.
14:35 “Yo, HaShem, he hablado; ciertamente esto haré a toda esta perversa congregación que se han juntado contra mí. En este desierto serán destruidos, y aquí morirán.” (LBLA revisada) – El texto dice que ellos tenían que ser destruidos en el desierto y morir allí. Según el Talmud[13] esta oración está hablando de dos momentos de muerte, en este mundo y en el mundo venidero “allí”.
14:36-37 “En cuanto a los hombres a quienes Moshé envió a reconocer la tierra, y que volvieron e hicieron a toda la congregación murmurar contra él dando un mal informe acerca de la tierra, aquellos hombres que dieron el mal informe acerca de la tierra, murieron debido a una plaga delante de HaShem.” (LBLA revisada) – En este texto la Torá no destaca la rebeldía de los exploradores, ni los culpa por su incredulidad, sino los acusa por hablar mal de la tierra. ¡Qué importante es la Tierra de Israel en el plan divino! Fueron condenados a muerte por hablar mal de la tierra. ¿Cómo hablamos de la tierra donde vivimos? La tierra es un regalo del cielo al hombre. Hablemos bien de ella.
14:44 “Pero ellos se obstinaron en subir a la cumbre del monte; mas ni el arca del pacto de HaShem ni Moshé se apartaron del campamento.” (LBLA revisada) – Hay un límite para la gracia del Eterno. Ya no hubo lugar para el arrepentimiento. Después de las diez provocaciones, hubo una sentencia final, y ya no podían hacer teshuvá. ¡No se puede jugar con el Eterno!
Aquí aprendemos que hay una diferencia entre fe y obstinación. El pueblo obstinado estaba aparentemente basándose en la Palabra del Eterno. Pero no tomó en cuenta la sentencia que había sido dada. No se puede tomar una palabra de las Escrituras y aplicarlas sobre su vida sin el respaldo del Eterno. Necesitamos colaborar con el Eterno en el cumplimiento de sus promesas, no tomar promesas sin una relación de obediencia. Aunque se puedan utilizar mal las palabras de la Torá para sus propios caprichos o para obtener poder, las Escrituras no fueron dadas para ser usadas así. Los que usan las Escrituras de esa manera serán juzgados, porque no están sometidos al Eterno, sino quieren dominar sus propias vidas y las vidas de otros. Las promesas son dadas para los que andan con HaShem en obediencia y en una relación íntima.
En Mateo 4:6-7 está escrito:
“y le dice: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: "A SUS ANGELES TE ENCOMENDARÁ", y: "EN LAS MANOS TE LLEVARÁN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA.” (LBLA revisada) Yeshúa le dijo: También está escrito: "NO TENTARÁS AL SEÑOR TU DIOS.”” (LBLA revisada)
Hasatán, que es un personaje real, no sólo una fuerza del mal, intentó engañar al Maestro para que usara un texto de la Escritura para llevar a cabo una obra maravillosa sin el permiso del cielo, sin la obediencia al Espíritu, sin caminar con la shejiná. En el desierto cayeron nuestros padres ante la misma tentación, pero Yeshúa HaMashíaj hizo tikún, rectificación de ese pecado. ¡Aprendamos de Su ejemplo!
15:2 “Habla a los hijos de Israel, y diles: "Cuando entréis en la tierra que yo os doy por morada” (LBLA) – Justo después del intento y el fracaso de entrar en la tierra prometida, el Eterno está hablando precisamente de entrar en la tierra, dando a entender que efectivamente van a entrar, pero más adelante.
No es lo mismo la voluntad del Eterno y el tiempo del Eterno. Hay cosas que están dentro de la voluntad del Eterno, pero todavía no es el tiempo para ellas. Hacemos bien en no intentar de adelantar la voluntad del Eterno si todavía no ha llegado el tiempo. También es importante no fallar con el tiempo del cumplimiento de la voluntad de HaShem para no quedarse fuera de su plan, cf. Hageo 1:1-7.
15:4 “entonces el que presente su ofrenda, traerá a HaShem una ofrenda de cereal de una décima de una efá de flor de harina mezclada con un cuarto de un hin de aceite.” (LBLA revisada) – Una efá mide 25 litros (algunas autoridades hablan de un 50% más, y otras de un 75% más). Según LBLA un hin mide 3.7 litros (muy parecido a un galón).
Quinta aliyá, 15:8-16
15:8-10 “Y cuando prepares un novillo, como ofrenda de ascensión o sacrificio para cumplir un voto especial, o para las ofrendas de paz a HaShem, entonces ofrecerás con el novillo una ofrenda de cereal de tres décimas de una efá de flor de harina mezclada con la mitad de un hin de aceite” (LBLA revisada) – Parece que Janá dio este sacrificio cuando cumplió su promesa con su hijo Shmuel, como está escrito en 1 Samuel 1:24:
“Después de haberlo destetado, lo llevó consigo, con un novillo de tres años (o tres novillos), una efá de harina y un odre de vino, y lo trajo a la casa de HaShem en Shiló, aunque el niño era pequeño.” (LBLA revisada)
15:14-16 “Y si un extranjero reside con vosotros, o uno que esté entre vosotros por vuestras generaciones, y desea presentar una ofrenda encendida como aroma agradable a HaShem, como lo hacéis vosotros, así lo hará él. En la congregación, un estatuto habrá para vosotros y para el extranjero residente, un estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros sois, así será el extranjero delante de HaShem. Una sola ley habrá, una sola ordenanza, para vosotros y para el extranjero que reside con vosotros.” (LBLA revisada) – Si un extranjero se convierte al judaísmo, tiene la misma obligación en cuanto a la Torá que un israelita nativo.
Sexta aliyá, 15:17-26
15:20 “De las primicias de (reshit) vuestra masa apartaréis una torta (jalá) como porción separada (terumá); como la porción separada de la era, así la pondrán aparte.” (LBLA revisada) – En estos versículos hay tres términos:
1. Reshit – primicias de.
2. Jalá – una parte de la masa que se aparta.
3. Terumá – porción separada.
La palabra jalá se refiere a la terumá, la porción separada, que se aparta para entregar como ofrenda al Eterno. En tiempos modernos se separa una parte de la masa del pan y se quema, con en fin de cumplir parte de este mandamiento. En el versículo 21 está escrito que es “por vuestras generaciones”. No es un mandamiento temporal, lo cual se podía haber pensado según el versículo 18.
El mandamiento de la separación de la jalá solamente es obligatorio en la tierra de Israel cuando la shejiná resida en el Santuario. No obstante, los sabios ordenaron que la jalá sea separada aún fuera de Erets Israel, y aún en el tiempo cuando no haya templo, para que estas leyes no sean olvidadas. Antiguamente la jalá fue entregada al sacerdote, pero hoy en día es quemada. Según la halajá, la cantidad mínima de masa que hay que apartar como jalá es de un kezait (26 gr.). Si uno olvida sacar la jalá de la masa cruda, debe ser tomada del pan.
15:22 “Pero cuando erréis y no observéis todos estos mandamientos que HaShem ha hablado a Moshé” (LBLA revisada) – Según Rashí, este “error” se refiere a idolatría, que equivale al quebrantamiento de todos lo mandamientos.
Séptima aliyá, 15:27-41
15:30-31 “Pero aquél que obre con desafío, ya sea nativo o extranjero, ése blasfema contra HaShem, y esa persona será cortada de entre su pueblo. Porque ha menospreciado la palabra de HaShem, y ha quebrantado su mandamiento, esa persona será enteramente cortada; su culpa caerá sobre ella.” (LBLA revisada) – Según Rashí, cuando un pecado de idolatría es cometido, no por error, sino con premeditación, entonces hay pena de muerte, en el caso de no haber arrepentimiento. Mientras no haya arrepentimiento, el pecado permanece en él.
15:32 “Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, encontraron a un hombre que apilaba leña en shabat.” (LBLA revisada) – La Torá no dice que el hombre tuvo arrepentimiento. Según Rashí, los que lo hallaron le advirtieron de que eso estaba prohibido en shabat bajo pena de muerte, pero él no hizo caso. Según la ley judía, una persona no puede ser sentenciada a muerte si no hay dos o tres testigos que le hayan advertido antes de cometer el crimen. Como el hombre no había hecho caso a la advertencia, HaShem dictó la sentencia de lapidación. Moshé consultó con HaShem sólo para saber qué tipo de pena de muerte le tenía que dar, puesto que ya se había dado el mandamiento del shabat con la pena capital en el caso de que se quebrantara, cf. Éxodo 31:14-15. En la Torá hay cuatro formas de ejecutar una persona, y Moshé no sabía cuál de ellas aplicar en este caso, y por eso consultó. También se puede pensar que Moshé no estaba seguro si el hecho de apilar leña deber ser considerada una melachah y por eso debería consultar a HaShem. Este texto nos enseña cuán importante es el Shabat para nuestro Padre celestial.
15:37-41 “Y habló HaShem a Moshé, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul. Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de HaShem, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido, para que os acordéis de cumplir todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Dios. Yo soy HaShem vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy HaShem vuestro Dios.” (LBLA revisada) – El propósito principal para llevar un fleco, en hebreo tsitsit,[14] en cada una de las cuatro esquinas del manto con el cual el varón judío se cubre, es que se vea para recordarnos de su compromiso con todos los mandamientos de la Torá. Por lo tanto, el que lleva tsitsit sin ser fiel a los mandamientos que le correspondan trae juicio sobre sí.
Como este mandamiento sólo puede ser cumplido durante el día, porque de noche no se puede ver la tsitstit, sólo es aplicable sobre los varones. Todo mandamiento positivo que está limitado por el tiempo no aplica sobre la mujer. Además las tsitsits sirven para ayudar al varón a no seguir detrás de sus ojos en prostitución. El deseo sexual es activado por la vista del hombre. Por lo tanto la mujer no necesita este tipo de ayuda para no pecar con sus ojos. La costumbre actual entre la gran mayoría de judíos observantes de la Torá es que sólo el varón usa tsitsits en su ropa. Por esta razón una prenda con tsitsit es considerada como una ropa de varón y por lo tanto le es prohibido a la mujer usar tsitsit, para no quebrantar el mandamiento de no llevar ropa de hombre, como está escrito en Deuteronomio 22:5:
“La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación a HaShem tu Dios.” (LBLA revisada)
Los flecos son hechos de una manera especial. Hay varias tradiciones y prácticas que se han desarrollado durante la historia. Las más comunes hoy en día tienen cinco nudos y ocho hilos. El hilo azul da una cantidad de vueltas entre los nudos para así producir un código numérico. Según la tradición asquenazí, que es la más extendida hoy en día, hay siete, ocho, once y trece vueltas entre los cinco nudos. Estos números corresponden al valor de las letras hebreas que forman las palabras HaShem Ejad, cf. Deuteronomio 6:4b. La tradición sefardí usa diez, cinco, seis y cinco vueltas entre los nudos, formando así el número de cada letra del Nombre Sagrado. Para más información de cómo atar los nudos de la tsitsit, favor ver la página de Beged Ivrí www.begedivri.com
Como las letras de la palabra tsitstit, escrita con escritura completa, suman 600, y el fleco está hecho por 8 hebras y 5 nudos, podemos sumar estos números y llegar a 613, en recuerdo de los 613 mandamientos de la Torá. Los cinco nudos hablan de los cinco libros de Moshé y los cinco sentidos del hombre que están involucrados en la obediencia a los mandamientos. Las ocho hebras hablan de lo sobrenatural que se introduce en lo natural, mediante la entrega de la Torá de Moshé y del Mesías que también vino del cielo, como está escrito en Juan 3:13:
“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo.” (LBLA revisada)
Una prenda rectangular con cuatro tsitsits en las puntas es llamada talit. Antiguamente, todos los israelitas se cubrían con mantos que tenían cuatro esquinas, pero con el tiempo las vestimentas han ido cambiando y normalmente ya no tienen cuatro esquinas. Por lo tanto, con ropas modernas que no tienen cuatro esquinas no se puede cumplir este mandamiento, como está escrito en Deuteronomio 22:12:
“Te harás borlas en las cuatro puntas del manto con que te cubras.” (LBLA)
Por este motivo, los rabinos inventaron el talit que, en primer lugar, sirve para el tiempo de la oración de la mañana. También existe un talit más pequeño con un agujero en medio para meter la cabeza, llamado talit katán, “un pequeño talit”. Cuando los judíos sefardíes fueron perseguidos en España durante la edad media inventaron un talit que se podía llevar debajo de la ropa con el propósito de poder cumplir, por lo menos, una parte del mandamiento sin tener que sufrir la muerte. Por lo tanto, hay muchos judíos que llevan tsitsits de forma invisible, debajo de su ropa. Otros usan el talit katán debajo de la ropa sacando las tsitsits para fuera. El talit katán también es llamado tsitsit.
Rashí enseña que los cuatro flecos que están en las cuatro direcciones nos recuerdan que tenemos la obligación de cumplir los mandamientos dondequiera que nos volvemos. Las tsitsits representan dos testigos en frente de una persona y dos testigos detrás de ella, para advertirle contra el pecado.
La Torá nos enseña que el recuerdo de todos los mandamientos protege nuestros corazones y nuestros ojos del pecado. También nos enseña que si cumplimos los mandamientos somos santificados. Los mandamientos nos santifican, nos apartan del pecado y nos acercan al Eterno. Así que las tsitsits nos ayudan a acercarnos al Eterno. ¡Qué bonito regalo!
En Zacarías 8:23 está escrito:
“Así dice HaShem Tsevaot: "En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán la esquina del vestido de un judío, diciendo: 'Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.'"” (LBLA revisada)
En la esquina del vestido de un judío está la tsitsit. Los diez hombres son los descendientes de las diez tribus perdidas que ahora están volviendo a casa y desean aprender de los judíos cómo cumplir aquellos mandamientos de la Torá de Moshé que les correspondan. Ahora estamos viviendo en esos tiempos.
En Mateo 9:20-22 está escrito:
“Y he aquí, una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el fleco de su manto; pues decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré. Pero Yeshúa, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana.” (LBLA revisada)
La palabra griega que en muchas ocasiones ha sido traducida como “borde” es kraspedón.[15] Esa palabra es la traducción de tsitsit en la Septuaginta. Tsitsit no significa “borde”, sino “fleco”. La palabra tsitsit aparece sólo cuatro veces en las Escrituras, en Números 15 aparece tres veces y en Ezequiel 8:3 una vez, como está escrito:
“Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón (tsitsit) de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Yerushalayim en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca los celos.” (LBLA revisada)
En Mateo 14:34-36 está escrito:
“Terminada la travesía, bajaron a tierra en Genesaret. Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Yeshúa, enviaron a decirlo por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que tenían algún mal. Y le rogaban que les dejara tocar siquiera el fleco de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.” (LBLA revisada)
Todos los que tocaron el fleco del manto del Mesías quedaron sanados de sus enfermedades. Los que se aferraban a los mandamientos de la Torá transmitidas por el Mesías recibieron sanidad.
Agarrar el fleco no tiene que ver con magia, sino es algo simbólico, mostrando así el deseo profundo de ser fiel al Eterno, y es un reconocimiento de la revelación divina de la Torá dada por medio de Moshé a Israel. Hay sanidad de todas las enfermedades cuando obedecemos todos los mandamientos, como está escrito en Éxodo 15:26:
“Y dijo: Si escuchas atentamente la voz de HaShem tu Dios, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque yo, HaShem, soy tu sanador.” (LBLA revisada)
El color azul que tiene uno de los hilos de la tsitsit simboliza el cielo. El hilo azul debe ser hecho de lana, que nos recuerda al Cordero. Cuando vino Yeshúa, el Cordero de Dios estaba entre el pueblo y cuando se aferraban a Moshé y al Cordero fueron sanados. ¿Quieres ser sanado y restaurado en todo tu ser? Aférrate a Moshé y al Cordero y sé parte de los que cantan la canción de Moshé y del Cordero, como está escrito en Revelación 15:3-4:
“Y cantan el cántico de Moshé, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones! ¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; porque TODAS LAS NACIONES VENDRÁN Y ADORARÁN EN TU PRESENCIA, pues tus justos juicios han sido revelados.” (LBLA revisada)
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